Lugo imprescindible


Caminar por la Muralla
Este gigante de piedra, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, enlaza el pasado y el presente de Lugo. El tramo que va desde la porta de Santiago hasta la porta Miñá es asombroso, un libro abierto sobre la construcción romana del siglo III. Aquí está la sala de exposiciones que muestra un excepcional miliario del siglo I a.C. Desde esta barbacana el paisaje urbano resulta inigualable.

Catedral de Santa María
La exposición permanente del Santísimo Sacramento, la capilla de la patrona, la Virgen de los Ollos Grandes, la dedicada al patrono, San Froilán, el espléndido coro barroco de madera y el Museo Diocesano son algunas de las joyas de este templo tan vinculado al Camino de Santiago. Este tesoro, que se empezó a construir a principios del siglo XII, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Casa de los Mosaicos
En la rúa Doutor Castro, entre tentadoras confiterías, se alza la Casa de los Mosaicos, imprescindible para comprender el esplendor y el lujo que llegó a tener Lucus Augusti en sus mejores años. Es un importante edificio de la época romana, donde debió vivir alguien importante, quizá el gobernador. Sus mosaicos son majestuosos, un trabajo de lujo que ha pervivido a lo largo de los siglos.

Museo Provincial
En las dependencias del convento de San Francisco, se muestra desde el pasado celta hasta el siglo XX. Los mosaicos, el torques de oro de Burela, las cerámicas de Sargadelos o las esculturas de Asorey son algunas de las piezas que se guardan en el que fue antiguo convento franciscano. Además el continente es impresionante ya que se puede visitar parte del viejo cenobio y su claustro.

Praza do Campo
Junto a la plaza del Ayuntamiento está esta pequeña y coqueta plazoleta. Es imprescindible pasar un buen rato en ella puesto que tiene los mejores locales para tapear y siempre está muy concurrida. En ella, que primero fue foro romano y luego mercado en la Edad Media, casi todas las casas tienen auténticos soportales con sabor a Medievo. Y su centro, destaca la fuente de San Vicente Ferrer.

Termas romanas
En el interior del balneario, junto al río, se hallan los restos de las termas romanas. Una de las estancias, prácticamente intacta, se piensa que servía como vestuario al contar con unas hornacinas con arcos de medio punto que serían el lugar para dejar la ropa. La otra sala conservada era para los baños fríos y posteriormente fue convertida en capilla cristiana. Y eso, que aún queda buena parte por descubrir.