Formentera: sin tiempo, sin mundo
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El cielo de la isla deja imágenes como esta
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El faro de La Mola es lugar de visita imprescindible.
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Los turistas llegan a Formentera desde todos los rincones del mundo.
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A pesar del aumento del turismo, Formentera conserva una rica flora y fauna.
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La riqueza ecológica de Formentera, deja paisajes como este.
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A pesar del progreso acelerado del turismo, Formentera, es todavía una isla austera y singular, que permite a los visitantes viajar en el tiempo.
A pesar del progreso acelerado que impuso la llegada del turismo en la segunda mitad del siglo XX, Formentera, con una población censada de ocho mil habitantes y una superficie que supone el 1,6% del territorio balear, es todavía una isla austera y singular, que permite a los visitantes viajar en el tiempo.
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Recorrer el litoral en barco, es una de las grandes experiencias que se puede vivir en Formentera.
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El deporte es una de las grandes imágenes que podemos encontar por las costas de Formentera.
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Formentera formó parte del circuito internacional del hippy. Aquí uno de sus festivales.
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El mercado de artesanía de la Mola, que este año cumple 30 años abre cada miércoles y cada domingo.
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El faro de La Mola nos ofrece imágenes impresionante de noche.
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El contraste entre tierra, mar y aire, marca el paisaje de Formentera.
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LA austeridad marca muchas de las manifestaciones cotidianas de Formentera.
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