Famosas esculturas y monumentos que no siempre han sido del mismo color


Venus de Milo
La Venus de Milo no solo ha perdido sus brazos con el paso del tiempo sino que también los vivos colores que, probablemente, decorasen su impoluta piel de mármol.

Figura del Museo Arqueológico de Estambul
Esta es una de las figuras que han reconstruido, la pintaron con los colores que decoraron su ropajes en sus primeros años de vida.

Posibilidades de colores
No se sabe con exactitud cuales eran todos los colores que decoraban las figuras, así que en los museos han expuesto diferentes ejemplos de las múltiples posibilidades de lo que pudieron ser las esculturas.

Torre Eiffel
Gracias a este fotograma de la película 'Eiffel' podemos ver como era en sus inicios la torre más famosa de París. Fue perdiendo el rojo que le caracterizaba y con el paso de las décadas ha ido cambiando a otros colores colores que evitaban la oxidación y así, cada ciertos años, van cambiando.

Estatua de la libertad, Nueva York
El gran símbolo de Estados Unidos no siempre fue de ese color verde tan característico sino que es fruto de la oxidación. La contaminación de la ciudad de Nueva York influyó en que la estatua perdiese su color cobrizo original, pero el verde actual evita que la estatua siga oxidándose.

Partenón, Atenas
Otro símbolo de una gran ciudad es el Partenón de Atenas, el cual en sus orígenes no era blanco, al igual que las esculturas estaba pintado con vivos colores. Rojos, azules y dorados decoraban las columnas de uno de los edificios más importantes de la antigua Grecia.

Esfinge de Giza, El Cairo
En Egipcio pasó algo parecido, las grandes construcciones también estaban pintadas con colores vivos. El cuerpo de la Gran Esfinge de Giza era rojo, al igual que su cara, y el peinado superior estaba decorado con rallas amarillas y azules (similares a los colores que decoraban los sarcófagos)