Destinos increíbles para después de la crisis
Cascada helada en Pamukkale en Turquia
Pumukkale (que en turco quiere decir “Castillo de algodón”) es una localidad que se encuentra en la mitad occidental de Turquía, es conocida por sus aguas termales que además son ricas en minerales que emanan de terrazas de roca blanca. Esta catarata que parece de cuento de hadas se encuentra en proceso de restauración y por eso las visitas pueden hacerse pero de una forma más controlada. Es Patrimonio de la Humanidad y sin duda un lugar bellísimo y espectacular.
La belleza única de la cosa de Étretat
Seguramente sean unos de los acantilados más famosos y bellos del mundo. Hablamos de Étretat, una localidad francesa que destaca por sus kilómetros de tiza que se elevan más de 100 metros sobre el nivel del mar. La mezcla del azul turquesa del agua, con el paisaje que la rodea crea una combinación perfecta, tanto, que sirvió de inspiración para más de un artista.
La puerta del infierno en Turkmenistán
Aunque su denominación real es El pozo de Darvaza, ha adoptado ese nombre debido a su carácter ardiente y a su apariencia, que sin duda se asemeja mucho a una puerta al infierno de verdad. Pero no es así, este lugar tan espectacular nació debido a las búsquedas de gas de los geólogos soviéticos en la década de 1970. Esto provocó que el suelo se hundiera dejando a la vista un agujero de aproximadamente 60 metros de diámetro y 20 de profundidad. Para no dejar que los gases, que no eran muy saludables, se evaporasen, se tomó la decisión de prender fuego a este pozo pensando que este se apagaría en cuestión de días. Casi medio siglo después y sigue como el primer día y brinda un espectáculo impresionante. Ha habido intentos fallidos por apagar el fuego.
Caminar por el cielo en Salar de Uyuni, Bolibia
Muchos dirán que la foto no es real, pero se equivocan. Aunque a simple vista puede parecer que el coche está avanzando sobre el mismo cielo y pasando entre las nubes no es así. Se trata del mayor desierto de sal del mundo, con una superficie de más de 10 mil kilómetros cuadrados. Su clima es frio y también cálido, lo que consigue ese aspecto de un lago helado que puede confundirse con el cielo, sin duda, un lugar de ensueño.
Las rocas Moeraki en Nueva Zelanda
Estas formaciones tan curiosas con forma esférica se encuentra en la isla sur de Nueva Zelanda, más concretamente en Otago. Son creaciones de la naturaleza completamente asombrosas: algunas pueden llegar a confundirse con huevos de animales de la prehistoria y otras son increíblemente grandes, llegan a medir 2 metros de diámetro.
Las Cataratas de Iguazú en Brasil
Un espectáculo que hay que contemplar una vez en la vida. Se encuentran en la frontera entre Brasil y Argentina y cada día miles de personas acuden hasta este lugar para que la caída del agua les deje con la boca abierta. Son una maravilla de la naturaleza que juntas componen un paisaje imposible de imaginar.