Las Cinco Villas


Ejea de los Caballeros
Muy cerca, hacia el norte, está Ejea de los Caballeros, un extenso término municipal, el mayor de España después de Don Benito. El campanario atalaya del templo de San Salvador, del siglo XIII, de robusta sillería, varias almenas y un magnífico torreón, es tan imponente, que a principios del siglo XX se declaró Monumento Nacional. Detrás de San Salvador se alzan la iglesia románica de Santa María de la Corona, del siglo XII, y la barroca de Nuestra Señora de la Oliva, cuyo mobiliario provine de conventos, iglesias y ermitas ya desaparecidas. En su casco urbano se puede disfrutar de los caserones aragoneses de los siglos XVI al XVIII, donde destacan la Casa del Carlista y la de Bentura. Muy cerca, no hay que perderse Monlora.

Sadaba
Sádaba tiene el encanto de lo genuino, un sabor añejo que atrapa. Aquí, el mausoleo romano de los Atilios, del siglo II, da una idea de la antigüedad de su poblamiento. Del mausoleo sólo se mantiene en pie su fachada de tres frontones triangulares y cinco arcadas unidas por pilastras. También resulta muy interesante el Mausoleo de la Sinagoga, del siglo IV. E impresionante su castillo, del siglo XIII, con siete torres. El casco urbano de Sádaba está dividido por el cauce del Riguel, donde en su margen izquierda se levantan la mayoría de casonas de los siglos XV y XVI, sensacionales palacetes de piedra sillar y cuidados aleros. Y es de obligada visita la elegante iglesia gótica de Santa María.

Uncastillo
Uncastillo, una de las villas más atractivas, posee uno de los más ricos conjuntos monumentales. En 1966 fue declarada Conjunto Histórico Artístico, gracias a sus seis iglesias románicas del siglo XII. A la entrada del casco se alza Santa María con su soberbia torre gótica del siglo XIV. Detrás, sobre un peñasco, el fabuloso castillo ganado a los árabes por el rey pamplonés Sancho García en el 921. Su torre del homenaje, del siglo XII, tuvo dos plantas, chimenea y adarve con almenas. Frente a ella se conserva la torre con escalera de caracol, que formó parte del palacete gótico. Entre los templos más interesantes, resultan imprescindibles San Martín, San Juan, San Felices, San Lorenzo y San Miguel.

Sos del Rey Católico
Entre chaparras y boj se llega a Sos del Rey Católico, una urbe tan bella que ha sido declarada Conjunto Artístico y Bien de Interés Cultural. En esta villa de cuento nació don Fernando, que primero fue rey de Aragón y después de España. Entre sus angostas y empedradas calles, costanillas, arcos, travesías y rinconadas discurre el corazón monumental de Sos donde destacan el Palacio Español del Niño, del siglo XVI, y el de Sada, donde vino al mundo el famoso rey. Imprescindible un recorrido por la renacentista Casa de la Villa, construida en el siglo XVI por el concejo sosiente. Además de un paseo por la peña Feliciana para recorrer la fortaleza del XII, y junto a ella, la Iglesia de San Esteban. Muy aconsejable perderse por las callejuelas de la medieval judería.