Centenario de Ordesa y Monte Perdido
Escuaín
El modelado glaciar cuaternario y la erosión kárstica han dado su especial fisonomía a esta zona. Circos, simas y barrancos configuran la solana del asimétrico macizo. Escuaín es diferente, original y difícil. Sus caminos complicados, el territorio complejo, los desniveles importantes y el contraste de garganta y solana tremendo. Aunque su zona meridional baja con relativa suavidad hacia el río Yaga ya que en su camino se encuentran acantilados intercalados entre extensos planos, siguiendo los ejes del plegamiento que confieren al macizo su típica estructura escalonada.
Ordesa
Es preciso rendir pleitesía al valle de Ordesa, un espacio natural, un valle abierto, espacioso, pintado de verde, todo un regalo. Aquí, la naturaleza ha querido concentrar sus fuerzas, sus recursos y su enorme poder. Ordesa es testigo de la innegable fuerza erosiva del modelado glaciar de los circos y la impronta fluvial. Es un valle de estructura especial y aspectos geológicos singulares, relieve y forma características determinadas por su naturaleza calcárea. Circos en anfiteatro, acantilados, estratos horizontales, arenisca y abruptas paredes le otorgan la grandiosidad que posee.
Pineta
El espectáculo majestuoso de las paredes de Pineta sobre los doce kilómetros de recorrido del valle se configura como el mejor de los paisajes. Abetos y hayas conformando el gran bosque de la umbría. Prados en contraste con la glera del río. Aquí, los estratos, fajas y pisos superpuestos, muy verticales, parece que quieren impresionar, y lo consiguen. Al igual que el río, que baja caudaloso y salva los incomparables desniveles de salto en salto, formando bellas cascadas que engrandecen el paisaje.
Monte Perdido
El Monte Perdido es el centro orográfico de éste inmenso territorio fracturado de originalidad tectónica, cúspides de piedra, miradores de nubes, creador de hielos, alimento de ríos y epicentro de hermosura. Es un bello desabrigo de espectacular morfología. Es la más alta montaña calcárea de Europa y uno de los puntos más emblemático del calizo del Pirineo. Este glaciar es un cuerpo mineral en evolución constante, la masa de hielo más bella de los Pirineos que guarda magníficos ibones.