Castillos omeyas de Jordania


Qasr Kharana
A 55 kilómetros de Amán, este castillo fue uno de los primeros construidos por la dinastía de los omeya y de los mejores conservados de Jordania. Levantado en dos fases, llama la atención por su planta cuadrada con 35 metros de longitud cada uno de los lados. Además, los expertos aún no tienen claro el uso que se le dio ya que las ranuras de las paredes no son aspilleras sino que servían para ventilar las habitaciones. Esto hace que se crea que en realidad no fue una fortaleza sino un caravasar de descanso para los viajeros, aunque no hay agua corriente cerca ni rutas conocidas que pasen por él.

Qasr Al-Hallabat
Fue Hisham ibn Abd al-Malik , califa omeya, quien ordenó en el siglo VIII levantar una residencia palaciega sobre la anterior fortaleza romana construida por el emperador Caracalla en el siglo II que ocupaba este lugar. Este nuevo complejo incluía una mezquita, un complejo sistema hidráulico con ocho cisternas y varias presas, baños y un conjunto de viviendas. Su construcción es de basalto negro y arenisca y de ella llama la atención las 146 inscripciones griegas pertenecientes a un edicto emitido por el emperador bizantino Anastasio que trataba sobre la reorganización económica y administrativa de la provincia de Arabia, así como otras dos inscripciones nabateas.

Qasr-al-Azraq
Qasr al-Azraq significa fortaleza azul y está a unos 100 kilómetros de Amán y 13 de Azraq. Sus orígenes se creen nabateos aunque la forma tal y como está hoy se la dieron los mamelucos en el siglo XII. Dentro del castillo destaca una mezquita omeya y llama la atención por sus cuatro torres alargadas y sus piedras de basalto negro. Este lugar se hizo famoso en el siglo XX por ser el centro de operaciones de Lawrence de Arabia la Gran Revolución Árabe (1917) frente al imperio Otomano.