9 recorridos en tren por las montañas doradas de Suiza

Disfrutar del otoño con un estilo especial es ir de Zweisimmen a Montreux (o en dirección contraria) con el GoldenPass Belle Époque. Nada más pisar el tren, nos invade un viaje al pasado, en unos vagones decorados con madera de gran calidad. 

El Glacier Express recorre el paisaje otoñal suizo: desde Zermatt y el majestuoso Cervino hasta St. Moritz, entre los resplandecientes lagos de la Engadina. El viaje con el tren rápido más lento del mundo pasa por arboledas de alerces dorados y el mundo de color de los bosques de hoja caduca. En unas ocho horas de recorrido, el tren atraviesa 91 túneles y cruza 291 puentes. Con sus ventanas panorámicas, el Glacier Express abre la vista a espectaculares paisajes otoñales.

Subimos en la Suiza Central, y llegamos a la Región de la Jungfrau en poco menos de dos horas, disfrutando de la impresionante vista de los bosques otoñales. A lo largo de su recorrido, este tren panorámico de lujo pasa por cinco lagos de montaña de aguas cristalinas, varias cascadas y algunos ríos. Nada más dejar atrás Giswil, el tren cambia el accionamiento de cremallera y serpentea hasta coronar el puerto de montaña Brünigpass, antes de bajar a Interlaken.

El tren de cremallera al aire libre más alto de Europa lleva a los huéspedes durante todo el año desde la estación de tren de Zermatt directamente hasta la cima del Gornergrat. El tren supera los 1469 metros de desnivel y recorre impresionantes puentes, galerías y túneles, pasando por bosques de pinos suizos y alerces dorados, gargantas de piedra y relucientes lagos de montaña. Después de solo 33 minutos de viaje, se abren unas vistas del Cervino que no podrían ser más abrumadoras, especialmente en el aire cristalino del otoño.

Cielos azules profundos, alerces dorados, lagos resplandecientes y picos montañosos cubiertos de nieve: Graubünden presenta su mejor cara en otoño. ¿Qué podría haber más hermoso que un viaje con el Ferrocarril Rético, lejos de la niebla y del estrés cotidiano? Especialmente en el trayecto entre Albula y Bernina, que es Patrimonio de la Unesco desde 2008. Las vistas son únicas y espectaculares, se disfruten en el tren regional o en el Bernina Express.

En otoño el valle Lauterbrunnental presenta su lado más místico: envuelto en una ligera niebla, con arroyos sinuosos y cascadas profundas. No es de extrañar que J. R. R. Tolkien se inspirase en estos parajes para crear el Valle de los Elfos de «El señor de los anillos». El tren Wengernalpbahn viaja desde Lauterbrunnen hasta Kleine Scheidegg a través de Wengen y Grindelwald. Recorre en total una distancia de más de 19 kilómetros, lo que lo convierte en el tren de cremallera continuo más largo del mundo.

El tren de vapor transporta a montañeros de todo el mundo al Brienzer Rothorn desde 1891, en su mayor parte con las locomotoras originales de los primeros días. El viaje en el único tren de cremallera a vapor que queda desde 1931 es una experiencia muy especial, sobre todo en otoño por las espectaculares vistas. Todos los miércoles a las diez de la mañana, la energía del tren se utiliza de manera especial en el ferrocarril Dampfwürstlibummler, con una parada para disfrutar de unas deliciosas salchichas cocinadas en el tren.

El Voralpen-Express es la conexión más atractiva entre la Suiza Central y la Oriental. Después de una última mirada a Lucerna y al lago de Lucerna, el tren recorre la turbera alta de Rothenthurm en dirección a Rapperswil. A través del Toggenburg cubierto por los colores del otoño y del viaducto Sitterviadukt, que con sus 99 metros es el viaducto ferroviario más alto de Suiza, se llega a la ciudad de San Galo, con un complejo monástico que fue declarado Patrimonio de la Unesco.