7 cosas que hacer en la isla La Graciosa de Azores

En sus 12,5 km de largo y 7 km de ancho se esconden acantilados, ermitas, miradores, molinos...

Santa Cruz da Graciosa
La ciudad de Santa Cruz se destaca por las casas típicas y callejuelas de pavimento empedrado, ramificadas a partir de la amplia plaza central, donde se destaca el quiosco, los tanques de agua salobre y las araucarias.

Molinos de tejado rojo
Algunos de los molinos de viento de La Graciosa están preparados para servir de vivienda temporal y son un resto de la arquitectura del agua asociada a toda la red de depósitos y sistemas de abastecimiento de agua potable de la isla.

Furna do Enxofre
La Furna do Enxofre es una gruta volcánica de 194 metros de largo y 40 metros de altura, que tiene en su interior estalactitas y una laguna de agua fría sulfurosa de 130 metros de diámetro.

Islote Ballena
Este es el islote de Baleia, símbolo de la isla de Graciosa y de todo un archipiélago transformado en santuario de cetáceos. Es posible observar ballenas durante todo el año, debido al gran número de especies existente en las aguas del archipiélago.

Capilla de Nossa Senhora da Ajuda
La capilla Nossa Senhora da Ajuda está situada en el monte del mismo nombre, desde el que hay impresionantes vistas de la isla. Parecida a un castillo en miniatura, esta ermita es uno de los mejores ejemplos de arquitectura religiosa fortificada en las Azores. Al lado está la Casa de los romeros, destinada a acoger a los que se trasladaban hasta allí en peregrinación.

Queijadas da Graciosa
Las Queijadas de Graciosa están inspiradas en la receta centenaria de las covilhetes de leite (pasteles de leche). La confitería local propone también cavacas, escomilhas, capuchas, pasteles de arroz o encharcadas de ovos. Ummmm, ¡hambre!