Las 12 ciudades fortaleza de Vauban en Francia

Están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Longwy
Cuando Longwy pasó a manos francesas en 1679, el Rey Sol decidió destruir la antigua ciudad medieval y reemplazarla por una nueva más protegida ante la frontera nordeste. Vauban adaptó el diseño de esta fortaleza al terreno escarpado, al borde de un acantilado y dominando el valle de Chiers. La fortaleza forma un hexágono con seis baluartes y está bien equipada con todas las instalaciones que requería un lugar de guerra: una iglesia, un arsenal, un pozo y un cuartel, dispuestos perpendicularmente. Aún se conservan una puerta monumental y cuatro baluartes. En el centro de la ciudad había una plaza de armas con un gran pozo rodeada de edificios públicos, como el ayuntamiento. Longwy fue atacada en 1792, 1815, 1871 y 1914, pero logró resistir.

Saint-Martin-de-Ré
En 1681, Vauban planeó construir un refugio central en Saint-Martin-de-Ré que pudiera albergar a toda la población de la isla si el enemigo les atacaba. De ahí la construcción de una muralla de dimensiones increíbles: formada por un semicírculo con un radio de 1,5 kilómetros y murallas de 14 kilómetros de largo. Además, se construyó en tiempo récord. A la ciudadela solo se puede acceder a través de una puerta monumental, que se abre a un pequeño puerto fortificado. En su interior, los edificios fueron planificados para albergar a 1.200 hombres y constan de cuartel, capilla, arsenal, sótanos y un pabellón de oficiales.

Neuf-Brisach
Vauban construyó una ciudad dividida en 48 manzanas, dispuestas alrededor de un patio central de armas que agrupaba los edificios más importantes. Los cuarteles se construyeron junto a las murallas para proteger mejor a los civiles de Neuf-Brisach. Su estructura en forma de estrella puede considerarse la culminación de los trabajos de Vauban.

Briançon
Encaramado en un espolón rocoso, de 1.326 metros de altura, el pueblo de Briançon también se encuentra en una situación estratégica. Vauban propuso rodear la ciudad con murallas y coronarla con fuertes, volviéndola inexpugnable. Sobre la base de que el enemigo era cristiano, Vauban colocó una majestuosa colegiata en el bastión más expuesto, seguro de que el enemigo nunca se atrevería a atacarlo. Hoy forman parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco el fuerte Randouillet, el fuerte Trois-Têtes, el fuerte Dauphin, el fuerte de Salettes, el puente Asfeld y el pasaje cubierto conocido como Comunicación Y. En invierno, es posible visitar las fortificaciones de Vauban en raquetas sobre la nieve.

Mont-Dauphin
En 1693, Vauban decidió construir una fortaleza desde cero para evitar ataques desde Italia. Mont-Dauphin se asienta sobre una meseta a 1.050 metros dominando la confluencia de los ríos Guil y Durance. Y es el arquetipo de fortaleza de montaña, con su arsenal, dos polvorines, un cuartel en las murallas y una iglesia que nunca se completó. Hoy, la fortaleza de Mont-Dauphin la gestiona el Centre des Monuments Nationaux francés.

Camaret-sur-Mer
La torre de Vauban (antes conocida como torre Camaret) está ubicada al final de un banco de arena, en el corazón de lo que hoy es el Parque Marino de Iroise y en el Parque Natural Regional de Armórica. Fue construida entre los años 1693 y 1696 para evitar que el enemigo llegara al puerto de Brest, pero en 1694 fue atacada en presencia del mismo Vauban. Todavía hoy se pueden ver en ella las huellas de su bautismo de fuego. Esta torre hexagonal es un ejemplo perfecto de fortaleza marina y está encajada en una batería semicircular que rodea una zanja de mampostería por la que se filtra el agua con la marea alta.

Besançon
Besançon se encuentra en una posición estratégica: el río Le Doubs la encierra en un circuito cerrado por una colina, algo que ya había notado Julio César. De hecho, Besançon es una ciudad que había sido fortificada desde la Antigüedad, por lo que Vauban solo tuvo que mejorar algunos edificios. Construyó la ciudadela sobre un espolón rocoso, lo que la protegía aún más. Transformó la muralla medieval que había con bastiones, muros y semilunas dominados por el Fuerte Griffon, una segunda ciudadela frente a la primera. En esta ocasión, Vauban inventó un nuevo modelo de torre, la torre bastionada, construyendo seis de ellas ancladas en el río y frente a las colinas que dominaban la ciudad. Terminó el proyecto en 1693 después de casi 20 años de trabajo. Su construcción le costó tanto al rey, que Luis XIV llegó a preguntar si la ciudadela estaba hecha de oro. Esta fue añadida a la lista de Patrimonio de la Humanidad el 7 de julio de 2008.

Mont-Louis
Situada en los Pirineos orientales a una altitud de 1.600 metros, la fortaleza de Mont-Louis también fue construida desde cero por Vauban sobre un terreno de granito. Perfectamente adaptada a la geografía del lugar, los trabajos para construirla comenzaron en 1679 y se completaron en dos años. El conjunto fortificado se añadió como complemento a Villefranche-de-Conflent para asegurar la ruta desde los Pirineos y está formado por dos estructuras cuadradas: una ciudadela con baluartes y una nueva ciudad encerrada en una muralla. Todas sus torres de vigilancia, las puertas del puente levadizo, las iglesias y los pozos se han conservado intactos desde el siglo XVII.

Villefranche-de-Conflent
Situada en la hondonada del valle de Têt, Vauban modificó las murallas medievales de la ciudad en 1679. Su muralla se reforzó en los puntos más débiles y se cubrió por completo con un techo de gruesas losas para protegerla del fuego enemigo. El frente interior se comunicaba con el pueblo por una gruta subterránea. En 1681, en el único terreno elevado donde el atacante podía hacer llegar sus cañones, Vauban construyó un fuerte, el Liberia, que albergaba a 96 soldados.

Blaye y Cussac-Fort-Médoc
En Blaye, Vauban planeó una nueva muralla con cuatro bastiones y dos puertas transformando su predecesora medieval. Vauban erigió el fuerte Pâté en un banco de arena inestable en medio del río Garona, fuerte que se unió al Médoc, ubicado en la orilla opuesta a la ciudadela de Blaye. Fort Médoc se construyó en un terreno pantanoso y sus acequias están inundadas por un sistema de esclusas que las mantiene en el agua sea cual sea la marea.

Saint-Vaast-la-Hougue
Vauban describió el puerto de Saint-Vaast como “el mejor y más seguro del reino”, ya que contaba con la protección natural de la isla de Tatihou. Sin embargo, la cercanía de la costa británica convertía en vulnerable a esta zona francesa y la necesidad de protegerla fue crucial después de la batalla de La Hougue, en junio de 1692, cuando los barcos de Luis XIV fueron derrotados por la flota angloholandesa. En 1694, Vauban pidió la construcción urgente de dos torres que protegerían el anclaje de los barcos mediante fuego cruzado. De estructura cónica, de 20 metros de altura, se distinguen por sus múltiples funciones: observación, disparo al mar y comunicación por señales. Se planeó, además, que fueran autosuficientes, permitiendo que entre 40 y 80 hombres resistieran el asedio gracias a su sistema de cisternas y cargadores.