Las 10 mejores atracciones del Museo Serralves de Oporto
Desde un paseo sobre las copas de los árboles hasta una Casa del Té en plena naturaleza, así es Serralves
El parque
Una gigante pala roja anclada en la tierra nos da la bienvenida al parque de Serralves en la antigua entrada de la propiedad. Creada por los escultores Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen y clavada en la tierra roja desde 2001, es una de las múltiples esculturas que encontraremos diseminadas por este espacio de nada menos que 18 hectáreas diseñado por el arquitecto Jacques Gréber. Es decir, el propio parque es un museo en sí mismo. Otra de las esculturas más interesantes, y con la que más interactúa el público en el parque, es el ‘Sky Mirror’ de Anish Kapoor, instalada en el Jardim do Relógio do Sol. También han interactuado de lo lindo con los árboles de Ai Weiwei durante el tiempo que han estado expuestos en el parque. Referencia única en el patrimonio paisajístico portugués, cuenta con un lago que ya formaba parte del jardín antes del proyecto de 1932 para el Parque Serralves. A él se llega por un agradable sendero, uno de los tantos que recorren el parque y que invitan a caminatas en contacto con la naturaleza, caminatas adaptadas al tiempo y ganas de andar de cada uno (las hay de 60 minutos, de 120, una de 90 minutos que recorre todas las esculturas del parque…). Fundamental recorrer la Alameda dos Liquidâmbares, que une la Avenida do Marechal Gomes Costa con la gran terraza con vistas al Parterre Central. Sus cerca de 8.000 ejemplares de plantas leñosas (tejos, castaños y alcornoques, entre otros) son el hogar de más de 60 especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios, además de una gran cantidad de especies de invertebrados. En algunas épocas del año hay sesiones de observación astronómica de noche y desde el 22 de junio el parque se ilumina de noche gracias a la iniciativa Serralves em Luz, que planta 25 instalaciones lumínicas a lo largo de un recorrido de tres kilómetros.
Paseo por las copas de los árboles
Es, sin duda, uno de los grandes atractivos recientes del Parque de Serralves. Este paseo por las copas de los árboles, que a veces también se puede hacer de noche, es una forma nueva de observar la biodiversidad del espacio. Inaugurado en 2019 para conmemorar el 30 aniversario de Serralves, la pasarela de madera cuenta con 245 metros de longitud que se pueden recorrer también en silla de ruedas, ya que están totalmente adaptados para ella. El Paseo entre los Árboles oscila entre el metro y medio de altura y los 15 metros, pero la sensación de vértigo se reduce notablemente gracias a la altura de las vallas del paseo. El Treetop Walk cuenta con varias áreas de descanso (incluido un anfiteatro en las alturas para unas 50 personas en el que se dan charlas educativas o bien puede servir para sentarse a leer un libro) y algunas de ellas están situadas justo encima del lago. Es una forma de ver el parque desde otra perspectiva.
La villa
Considerada una de las casas más icónicas del siglo XX, la rosada Casa de Serralves es el máximo ejemplo del art déco en Oporto. Fue sometida a un proceso de restauración aprovechando la pandemia, entre septiembre de 2020 y junio de 2021, por lo que ahora mismo está como de estreno. Su historia se remonta a principios del sigloXX, cuando Carlos Alberto Cabral, segundo conde de Vizela, la hereda de su padre en 1923. Este empresario de la industria textil mandó construir la villa que hoy vemos, a la que añadió unos jardines. Se construyó entre 1925 y 1944 y se terminó en 1940. En 1996 la nombraron Bien de Interés Público y en 2012, la totalidad del patrimonio construido y natural de Serralves recibió el estatus de Monumento Nacional. Su fachada más icónica es la que da al parterre. Dentro, tres plantas reciben al visitante. En el sótano, la cocina, la despensa y el servicio. En la planta baja, las salas, comedores y atrios. En el primer piso, el área privada. Grandes nombres del diseño de mobiliario contribuyeron a darle valor a esta villa, como Émile Jacques Ruhlmann, Edgar Brandt, Ivan Da Silva Bruhns… Alfred Porteneuve es quien le dio a la villa su carismático color rosa. Una de las habitaciones que más llama la atención del visitante es el baño de la primera planta, con una bañera de piedra tallada desde la que se divisa el parterre central y el jardín delantero de la villa. Quien se bañó en ella lo hizo con buenas vistas… Otro espacio curioso es la capilla, que se cubrió con un revestimiento exterior que la integra visualmente en el conjunto de la casa, y la puerta de hierro forjado que separa la zona más privada de la casa de la más social. Hoy la villa, situada en la zona más alta de la parcela, actúa como un espacio expositivo más de Serralves; de hecho en los años 80 se abrió como lugar de exposiciones de arte moderno y contemporáneo hasta que en 1999 se inauguró el nuevo museo diseñado por Álvaro Siza, arquitecto que también supervisó en 2004 la restauración de la casa y sus interiores. Actualmente la villa sigue siendo lugar para el arte y muestra 85 obras de Joan Miró que abarcan seis décadas de su trabajo.
La Casa del Té y otros bocados
Hasta el brunch se puede tomar en Serralves. El espacio cuenta con una Casa del Té (construida en un antiguo edificio junto a la que era la cancha de tenis), una cafetería y un restaurante con terraza que ofrece brunch los domingos.
La biblioteca
Las 77 lámparas de Tobias Rehberger que cuelgan del techo de la biblioteca del Museo Serralves invitan a todo aquel que visita este espacio a dejarse iluminar por el arte contemporáneo. Quien busque alguna publicación especializada en este arte posterior a 1960, aquí la encontrará, como también lo hará de todos los artistas que exponen en el museo. Son más de 50.000 las obras, entre catálogos de exposiciones, monografías, publicaciones periódicas y grabaciones de vídeo y audio, con las que cuenta esta biblioteca. La biblioteca, abierta al público en 2001, cuenta con un amplio ventanal que da al parque, lo que convierte este espacio es una especie de cuadro paisajístico en movimiento.
Una granja rodeada de esculturas
Cuando uno ha recorrido ya el Museo Serralves, ha visto la villa rosa e incluso ha paseado por los jardines del complejo lo último que espera es encontrarse una granja al final del camino. Y ahí está. En ella pastan vacas, caballos, cerdos, hay gallinas, burros… Todos de razas autóctonas del norte y centro de Portugal, cumpliendo así una función educativa. La granja suele ser visitada por grupos escolares, pero también puede hacerlo cualquier visitante del complejo.
El auditorio
Al auditorio se puede acceder desde la biblioteca, pero también desde el exterior del museo, a través de un pequeño patio rodeado por una galería cubierta. Cuenta con programación propia y en él se hacen desde conciertos de música electrónica y jazz hasta espectáculos de danza contemporánea o se proyectan películas de cine. También acoge coloquios y conferencias.
La tienda
La tienda el museo está concebida como un espacio para promover la creatividad portuguesa y dar a conocer a los diseñadores emergentes. Además, está reconocida como un espacio de referencia para quienes buscan joyas de diseño contemporáneo, ya que cuenta con más de 30 marcas nacionales de joyería. También vende objetos de decoración, menaje, prendas de ropa…
La casa del cine Manoel de Oliveira
En junio de 2019 se inauguraba la Casa del Cine Manoel de Oliveira dentro del complejo Serralves. En 2013, dos años antes de fallecer a los 106 años, el cineasta portuense firmó un acuerdo con la Fundación para la cesión de sus archivos documentales y que estos fueran expuestos e investigados en una casa del cine. Hoy, la colección permanente de estos fondos está en la primera planta de lo que era el antiguo garaje de la casa de Serralves, que fue adaptado y ampliado por Álvaro de Siza. Además de material cinematográfico, la exposición incluye sus premios y objetos personales, un videowall interactivo para que el visitante explore al detalle la obra del director y otras proyecciones con fragmentos de sus películas.