Con vistas, lujosos y rurales: alojamientos para empezar el año con buen pie
Cada vez más alojamientos apuestan por la sostenibilidad y el bienestar, pero no solo el nuestro. También el del medio ambiente. En todos estos hoteles resulta fácil sentirse bien. En ellos da gusto empezar el año.

Resulta complicado llegar hasta La Donaira, quizá por eso se ha convertido en una especie de edén soñado. Este cortijo andaluz, en plena serranía de Ronda, a mil metros de altitud, presume de ser un “hogar lejos de casa” que sigue el ritmo marcado por la tierra. La espontaneidad define la personalidad de este refugio creado según los principios de sostenibilidad más básicos: ni hay plásticos ni televisiones en sus habitaciones. Para sustituirlas están los enormes ventanales que miran al inmenso verde.

La ropa de cama es de algodón orgánico, los muebles son pura artesanía y de las bañeras, exentas, no apetece salir. Aunque habrá que hacerlo. Ahí afuera nos espera un mundo de experiencias: meditar en una cama de abejas —algo así como una cápsula de madera elevada sobre un enjambre—, montar a caballo, darse un baño de bosque u otro más real en el spa. La Donaira cuenta con un jardín medicinal, inspirado en los que antiguamente había en los monasterios, granja y huertos ecológicos que nutren la despensa. La miel procede de sus propias colmenas, el pan se hornea cada día, los huevos se recogen frescos cada mañana…
Estamos a las puertas del Parque Natural de Sierra de Grazalema, que bordeamos para poner rumbo a nuestro siguiente destino, en el extremo occidental de la Costa del Sol, donde la presencia del Mediterráneo vence a las montañas. El SO/Sotogrande Resort es el primer cinco estrellas del Campo de Gibraltar, que ofrece un centro wellness, con piscina cubierta, sauna y sala de vapor.

De ayudar a restablecer el equilibrio entre cuerpo y mente ahora que nos enfrentamos a un nuevo año, y también a nuevos retos, saben mucho en el Hotel Arima, a 20 minutos de San Sebastián, frente al bosque Miramón, un emplazamiento que facilita la desconexión. A eso también contribuye el propio edificio, construido con materiales nobles y resistentes como la piedra, el hierro y la madera, que aquí se mezclan con texturas y tejidos suaves de tonos neutros.

Su filosofía es cien por cien sostenible: este es el hotel más grande de España y Europa con certificación Passivhaus, que garantiza el uso exclusivo de energías limpias. El objetivo es que el cliente respire, ya sea en las habitaciones, en el spa —¿qué tal un masaje balinés?— o en el restaurante, Tilia, de cocina saludable. Por el producto de proximidad apuesta el restaurante Olas, en el Noa Boutique Hotel, que reivindica una cocina sencilla y honesta, “de fuego lento y mañanas en el mercado” desde una ubicación privilegiada, frente al castillo de Santa Cruz, en Oleiros, con toda la ciudad de A Coruña de fondo. Hacia el mar miran las habitaciones de este alojamiento respetuoso con el medio ambiente, que utiliza energías renovables y cuenta con suelo radiante en todo el edificio.

El Hotel Desconecta2, en Monesterio (Badajoz), es el lugar perfecto para hallar la paz. Algo que se consigue en la piscina termal, en el gimnasio y en la terraza, con vistas al pantano de Tentudía. Sus nueve habitaciones están inspiradas en la naturaleza. Esa sensación, la de fundirse con el entorno, la tendrán quienes se alojen en Aqua et Oleum, un molino de aceite rehabilitado en la sierra de Gata (Cáceres), con ocho suites, y El Bálsamo, en Belmonte (Cuenca), una casa solariega del XVI con blanquísimas habitaciones, un jardín, un porche en el que se sirve el desayuno con productos de kilómetro cero… ¡y las cuevas! Tiene dos.

Una, con tinajas, cocina y chimenea, ejerce de alacena. La otra actúa como oasis termal, ya que esconde una piscina climatizada, de agua salina, a 34 ºC todo el año. Aunque habrá quien prefiera darse ese baño a cielo abierto. Eso lo podrán hacer, si el tiempo lo permite, aquellos que se alojen en el Hotel Botánico, en Tenerife, que si se llama así es por su jardín, con más de 25.000 m2, en el que conviven más de 200 especies de plantas y árboles.

A este vergel se asoma The Oriental Spa Garden, que ofrece masajes y rituales con aceites de oro, piedras volcánicas de las islas... En Fuerteventura nos espera Alma Calma, que encuentra acomodo en una antigua casa abandonada frente al mar. Aquí cada gota de agua de lluvia se guarda en aljibes y se destina al riego de las plantas frutales que crecen en el jardín. Cuando llega la noche, las luces de este hotel que acaba de conseguir el GriNN Award al mejor hotel rural sostenible de Europa 2022 se apagan… Es la mejor manera de contemplar la Vía Láctea o cualquier estrella que, tal vez llegada de Oriente, nos indique el camino que debemos seguir en 2023.
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