El pueblo más pequeño de Navarra: 31 habitantes, infinitos encantos

En el corazón del valle de Aézcoa y a menos de 70 kilómetros de Pamplona, nos encontramos con un pueblo que se niega a desaparecer gracias a sus 31 vecinos.

Descubre este bonito pueblo navarro que solo tiene 31 habitantes
Descubre este bonito pueblo navarro que solo tiene 31 habitantes / Istock / MEDITERRANEAN

Abrazado por los Pirineos nos encontramos el valle de Aézcoa, un gran manto verde de más de 12.000 hectáreas de bosque que alberga lugares con un encanto sorprendente y, además, da cobijo a nueve municipios entre los que se encuentra el más pequeño de Navarra.

En el valle se sitúa el pueblo más elevado de Navarra, Abaurrea Alta, al que muchos denominan ‘el balcón de Aézcoa’; también se pueden disfrutar maravillas como los Megalitos de Azpegi, la cueva de Arpea, la fábrica de municiones o la imponente selva de Irati. Un enclave único que alberga un pequeño pueblo que se resiste a desaparecer, a pesar de que a lo largo de su historia haya sido quemado y arrasado varias veces. ¿Nos acompañas a descubrirlo?

Abaurrepea/Abaurrea Baja es, fundamentalmente, un municipio ganadero.

Abaurrepea/Abaurrea Baja es, fundamentalmente, un municipio ganadero.

/ Istock / Nestor Martinez Nieva

¿Cuál es el pueblo más pequeño de Navarra?

Seguimos en el valle de Aézcoa, pero nos trasladamos a una hondonada que alberga el solar más antiguo del valle para descubrir un pueblo que, si bien en su último censo de 2022 tenía 31 vecinos, parece que ha ido incrementando su población hasta los 49. Bienvenidos a Abaurrepea / Abaurrea Baja.

Remontándonos a los orígenes del pueblo, debemos trasladarnos hasta 1237, año en que por primera vez se menciona este municipio bajo diferentes nombres como Auerea, Aurrea, Aveurrea y Euierrea. Y ya, a partir del siglo XVI, se empezó a conocer como Abaurrea. Eso sí, no hay que confundirlo con la Abaurrea Alta, pues, como el viajero imagina, se encuentra a bastante menor altitud.

Calles de Abaurrepea/Abaurrea Baja

Calles de Abaurrepea/Abaurrea Baja

/ Getty Images / antonio arcos aka fotonstudio photography

Pese a estar enclavado en el corazón del valle de Aézcoa, su temperatura media anual ronda los 9 grados, dando una tregua en los fríos inviernos que tiñen todo el valle de blanco (ya nos avisaba Jorge Rey de cómo van a ir las cosas en los comienzos de 2024) y ofreciendo un verano cálido, pero sin temperaturas tan altas que nos obliguen a permanecer en casa hasta que el sol empieza a desaparecer.

El pueblo más pequeño de Navarra lo componen unas cuantas casas diseminadas a lo largo de varias calles. Y si bien es cierto que el término municipal solo cuenta con 11 kilómetros cuadrados de extensión, Abaurrepea / Abaurrea Baja también lo forman un bosque de hayas de 270 hectáreas y otro de roble de 197.

Iglesia parroquial de San Martín de Tours

Iglesia parroquial de San Martín de Tours

/ Istock / Ana del Castillo

El viajero que quiera descubrir este rincón del valle de Aézcoa podrá descansar en alguno de los tres alojamientos rurales que hay en el pueblo para conocer y descubrir el entorno. Desde allí, se puede tomar cualquiera de los caminos que te acercan al monte para ganar algo de altura y disfrutar mejor de las vistas.

En Abaurrepea / Abaurrea Baja se puede contemplar a día de hoy edificaciones de carácter rural como cobertizos, leñeras o silos. Además, como en los demás pueblos del valle, la entrada cuenta con un crucero del siglo XVI.

Disfruta de los paisajes del Valle de Aézcoa

Disfruta de los paisajes del Valle de Aézcoa

/ Istock / Jose Ramiro Laguna

Qué ver en Abaurrepea / Abaurrea Baja

En este bonito pueblo con menos de 50 habitantes también tienen iglesia. Y no una cualquiera, ya que entre sus casas aparece majestuosa San Martín de Tours, en cuyo interior podemos contemplar un bonito retablo, y una reja que separa el altar de la zona de los fieles.

También cuenta el pueblo con Errotaldea, un singular paraje en el que podemos encontrar un molino o las ruinas de una casa en la que han aparecido elementos de tortura; de ahí que se la conozca como la casa de la Inquisición.

En definitiva, el pueblo más pequeño de Navarra es fantástico para pasar un fin de semana de desconexión, descubriendo parajes naturales únicos y dándonos a conocer la forma de vida de esos 31 vecinos que se resisten a que  Abaurrepea / Abaurrea Baja acabe desapareciendo del mapa.

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