El pueblo más bonito de la Ribera del Duero es una de las joyas medievales de España
Este enclave medieval de Castillas y León no llega a tener 500 habitantes, pero su monumentalidad y herencia cultural lo han hecho posicionarse como uno de los destinos de interés para este otoño.
Llama la atención su conjunto urbano, formado por una vecindad de viviendas tradicionales castellanas, en su mayoría construidas con adobe. Pero no es como si se hubiera detenido en el tiempo, más bien al contrario. El anacronismo solariego se rompe con la energía cotidiana del pueblo, el ambiente de sus bares a la hora de la comida y los ciclistas que hacen alto en el lugar a primera hora de la tarde. La desaparición de buena parte de su muralla, que antaño rodeaba el lugar, ha dejado entrar nuevos tiempos en este mágico pueblo.
Este enclave recibe su nombre de los peñascos sobre los que fue establecida su población en los tiempos de la reconquista, destinada a controlar el margen del río Arandilla. Plaza fortificada desde el siglo XI, su época de esplendor no llega hasta tres siglos después bajo el dominio de la familia Avellaneda, A ellos, los Condes de Miranda se les debe la riqueza monumental que ha llegado hasta nuestros días y que le ha valido la consideración de Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento.
De monumento en monumento: un recorrido por el caserío de Peñaranda
Peñaranda de Duero es un ejemplo perfecto de cómo la historia y la tradición pueden integrarse en la vida diaria. Prueba de ello son la cantidad de monumentos históricos, muchos de ellos considerados bienes de interés cultural, repartidos por su casco urbano. El más emblemático es, evidentemente, el Castillo de Peñaranda del Duero, cuyo aspecto actual es el de una reforma llevada a cabo en el siglo XV.
La torre homenajes es además un mirador difícilmente igualable, en el que se puede ver el caserío sobre el que se levanta el campanario de la Iglesia de Santa Ana, otra parada obligatoria de la ruta. Su portada de piedra, aunque impresionante, no roba el protagonismo del tesoro que se esconde en su interior: un retablo neoclásico tallado en madera de nogal que quita el aliento.
El Palacio de los Condes de Miranda se presenta como menos interesante, pero es una impresión que no dura mucho. Tras cruzar la entrada, se abre paso un patio interior de dos galerías desde donde acceder al resto de estancias de la casa. Al volver a la plaza, llama la atención el pilón de piedra de su centro, que es en realidad el Rollo jurisdiccional o Picota: Un símbolo del poder militar en la época medieval, hoy considerado como Bien de Interés Cultural en la Categoría de Monumento.
Otra muestra de la herencia medieval, que podemos encontrar dentro del recinto amurallado es la Botica de los Jimeno. La farmacia abrió sus puertas en el siglo XVII y sigue en funcionamiento hasta el día de hoy, lo que la convierte en una de las más antiguas de España. Su historia y funcionamiento desde la edad moderna hasta nuestros días está contada en el museo que también se encuentra en su interior.
Cómo llegar y rutas por la rivera del Duero
Se encuentra a una hora y dos minutos en coche desde Burgos, una hora y cinco desde Soria, hora y media desde Valladolid y dos y cuarto desde el centro de Madrid. Sea donde sea el punto de partida, va a merecer la pena. La villa se encuentra en un punto elevado, próximo a la orilla del río Arandilla. Destaca la riqueza natural en su derredor, con parajes de un gran valor ecológico por sus concentraciones de pinares, sabinares, quejigos y enebrales, que dan cabida a una gran riqueza también animal, sobre todo de aves esteparias.
Un lugar especial para los amantes del senderismo, cuyos caminos transcurren a través de kilómetros de bosques, viñedos, valles y alguna que otra bodega. El Sendero del Bosque y del Pinar, de recorrido circular, es perfecto para una excursión diaria por los parajes burgaleses que se puede finiquitar en menos de cinco horas. Sin embargo, los verdaderos amantes del vino quizá prefieran decantarse por la Ruta de la Ribera del Duero, un sendero con denominación de origen lleno de bodegas y con un final de ruinas romanas que empapa los sentidos.
Síguele la pista
Lo último