El pueblo de Barcelona que parece sacado de una película de Disney

Rodeado de montañas y enclavado en la roca, este pueblo catalán sería el escenario perfecto para una historia de princesas y dragones.

Este pueblo catalán podría estar sacado de una película Disney.
Este pueblo catalán podría estar sacado de una película Disney. / Istock / Bborriss | Istock

Disney es ese mundo de fantasía en el que todo es posible y donde los sueños se hacen realidad. Lo más importante de sus películas son los escenarios en los que se desarrolla la historia, grandes castillos, ciudades mágicas, bosques encantados y mucho más sirven de hogar de las princesas y los príncipes que tratan de rescatarlas.

Pero ni todas las princesas necesitan un rescate ni todos los escenarios son lugares mágicos de fantasía, también existen los enclaves en los que la mujer es libre y lucha contra dragones y donde la naturaleza es la protagonista indiscutible de la historia. Si Barcelona fuera el escenario de una película Disney en la que una valiente dama lucha contra las fauces y garras de un terrible dragón, no cabe duda de que sería en un pueblo en concreto. 

El entorno natural de este pueblo es una auténtica maravilla.

El entorno natural de este pueblo es una auténtica maravilla.

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Un pueblo de fantasía

Situado en la zona del Collsacabra, en Barcelona, se encuentra un pueblo mágico que no destaca por tener un gran castillo sino por su espectacular entorno natural. Su situación en los riscos de la montaña crean un enclave en el que el pueblo parece surgir directamente de la roca. Este municipio es el resultado de la unión entre dos pueblos, Rupit y Pruit, que se anexaron en el año 1977 dando lugar a un único lugar lleno de magia y fantasía. 

Su territorio se extiende por el valle del Ter y por el llano del Montdois que le otorgan ese impresionante paisaje de postal. Este espectacular pueblo podría ser perfectamente el escenario de una película Disney en la que una princesa guerrera como Mérida lucha contra las amenazas de villanos y animales fantásticos para defender a sus habitantes. 

Recorrer sus calles es dar un paseo por la historia.

Recorrer sus calles es dar un paseo por la historia.

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La historia de la villa encuentra su origen en un antiguo castillo que se construyó hace cientos de años y al que se fueron sumando poco a poco las casas de los pobladores creando un pueblo completo. Ya en el siglo XIV, Rupit y Pruit contaba con bastantes habitantes aunque sufría problemas de pérdida de población. 

Su vida siempre ha estado profundamente ligada al castillo y aunque en el año 1860 eran dos municipios independientes, a finales del siglo XX se juntaron creando una única unidad administrativa. Este hecho hace que parezcan dos pueblos totalmente diferentes debido a sus cambios históricos y que recorrer sus calles sea como dar un paseo por la historia. 

Las iglesias son las protagonistas de este pueblo.

Las iglesias son las protagonistas de este pueblo.

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Casas de piedra enclavadas en la montaña

Si caminas por las calles de este pueblo Disney de Cataluña podrás disfrutar de sus antiguas casas de piedra que datan del siglo XVI y XVIII en las cuales aún se aprecian la fecha de construcción y el nombre del fundador del hogar. Sus espectaculares portales de entrada y las ventanas con balcones de madera decoradas con flores y el escudo familiar son solo algunos de los muchos encantos del lugar. 

Si la montaña y el paisaje natural son el corazón de Rupit y Pruit, las iglesias y templos son su alma. En este precioso pueblo podemos encontrar un sinfín de estas construcciones con cientos de años de historia entre sus muros y que son una auténtica maravilla. Un gran ejemplo de ello es la iglesia de Sant Miquel Arcángel, que data del siglo XVII de la cual destaca su impresionante campanario de piedra. 

Otro imprescindible de este pueblo es la iglesia de Santa Magdalena del siglo XVIII que se levanta sobre una roca elevada en lo alto del municipio. Pero no penséis que este pueblo es todo montañas e iglesias, allí también puedes encontrar un elemento arquitectónico muy característico del lugar, los puentes. 

Los puentes son algunos de sus infinitos encantos.

Los puentes son algunos de sus infinitos encantos.

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Destaca notablemente el puente de Can Badaire, un camino construído en el año 1983, situado sobre la rivera del río Rupit y que servía de conexión con Susqueda. Tampoco puedes perderte el puente colgante cuya construcción se remonta al 1945 o el puente de la Sala de estilo medieval. 

Este pueblo también ofrece un sinfín de rutas naturales con las que disfrutar del paisaje y conocer en profundidad este mágico lugar mientras practicas deportes como el senderismo. Si cierras un poco los ojos y abres la imaginación descubrirás que este pueblo es un auténtico escenario Disney del que quedarás enamorado y del cual no querrás salir jamás. 

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