Este pueblo de Barcelona oculta las termas romanas más impresionantes del mundo: tienen más de 1.000 años de historia

Barcelona es la ciudad española que más viajeros recibe. Son infinidad los exploradores que desean conocer Las Ramblas, rincones especiales con encanto o, si se dispone de más tiempo, los pueblos de los alrededores. Y, precisamente a tan solo 15 kilómetros del centro de la ciudad descubrimos un pueblo que oculta las termas romanas más impresionantes del mundo: tienen más de 1.000 años de historia.

Sant Boi de Llobregat, situado en la comarca del Bajo Llobregat, es un municipio de casi 84.000 habitantes que sorprende a los visitantes gracias a la combinación de historia y naturaleza. Con un pasado que se remonta a la época romana, San Baudilio (en español) guarda fascinantes vestigios históricos, como las termas romanas más impresionantes del mundo.

Pero hay más, ya que cuenta también con un rico patrimonio cultural y artístico. Muestra de ello, por ejemplo, es Can Torrents, una masía histórica, o la iglesia de Sant Baldiri, famosa por su arquitectura gótica y lugar en el que está enterrado el célebre filósofo catalán, Rafael Casanova.

El entorno natural de Sant Boi es también una joya de incalculable valor, puesto que ofrece múltiples opciones para los amantes de la naturaleza y el senderismo. El Parque Natural de Montbaig-Montpedrós ofrece vistas espectaculares tanto del área metropolitana de Barcelona como del delta del Llobregat. 

Hoy, en cambio, no vamos a perdernos por sus senderos ni por sus calles, sino que vamos a sumergirnos en sus termas romanas, un tesoro con más de 1.000 años de antigüedad. Eso sí, antes de que el viajero se anime a descubrir este enclave, debe saber que se está rehabilitando y, si los plazos se cumplen, volverá a estar abierto al público en la primavera de 2025.

Termas romanas a un paso de Barcelona

Las termas romanas de Sant Boi son los baños privados pertenecientes a una villa construida a finales del siglo II d.C. Para contextualizar, debe saber el explorador que este fue uno los períodos de mayor esplendor económico de la zona gracias a la producción de vino y estuvieron en activo hasta el siglo V d.C.

Unos cuantos siglos más tarde, en el XVII, se construyó una casa encima. Y, lejos de constituir una tragedia, esto permitió que las termas se hayan conservado a lo largo del tiempo en un excepcional estado hasta su descubrimiento en 1953. Y, un par de datos más: se inauguraron oficialmente en 1998 y 18 años más tarde, alcanzada su ‘mayoría de edad’ fueron declaradas por el gobierno de la Generalitat de Cataluña, como Bien Cultural de Interés Nacional.

Las termas de Sant Boi de Llobregat estaban formadas por dos cuerpos de edificación paralelos. Uno contenía las cámaras frías: el apodyterium o vestidor y el frigidarium y la ceja piscinalis (la sala y la piscina fría). El otro albergaba las cámaras calientes: tepydarium o sala tibia, sudatorium o baño de vapor y caldarium o baño caliente.

Debajo del frigidarium también se localizó en las labores arqueológicas un centro de producción de ánforas de los años 30-20 del s. I a.C. que pueden contemplarse en Can Barraquer, el museo de Sant Boi de Llobregat situado en una casa solariega del s. XVII.

En definitiva, si eres de aquellos viajeros que disfrutan pensando en el Imperio Romano, debes esperar unos meses hasta que reabran las termas de Sant Boi de Llobregat para poder visitarlas. Solo hay que tener un poco de paciencia, pero la visita a las termas romanas más impresionantes del mundo que tienen más de 1.000 años de historia merecerá la pena.