El pueblo de Alicante que parece sacado de una película de Disney

Los paisajes de Disney son una de las particularidades de sus películas en las que hasta lo imposible es posible y la magia decora los bosques, montañas y playas de animación. Pero hay veces que esos paisajes salen de la gran pantalla para llenar de color algunos de los territorios de nuestro planeta. Esa belleza hace que podamos pasear por algunos destinos que parecen sacados de una película de Disney.

Algunos de los mejores ejemplos son los grandes castillos que nos recuerdan a las princesas Disney, los templos que parecen sacados de la película de Aladdin, grandes playas de películas como Moana y bosques frondosos en los que viviría Bambi. Y la verdad es que estamos de suerte, porque en España hay un precioso pueblo que evoca la magia de los mundos animados de Disney. 

Desde Disney hasta Alicante

Enclavado en un impresionante valle entre majestuosas e imponentes montañas se encuentra un pequeño y mágico pueblo llamado Guadalest. Aunque su nombre real es El Castell de Guadalest, este municipio alicantino es una auténtica maravilla que parece creado para protagonizar una película de Disney. 

Este pueblo medieval se levanta en el corazón del pintoresco Valle de Guadalest donde desafía a la geografía alicantina. El municipio está custodiado por las cumbres de la Sierra de Xortà, la Serella, la Sierra de Aitana y la Sierra de Bernia. Este tesoro turístico que parece salido de las páginas de un cuento es uno de los pueblos más visitados de Alicante y muy pronto entenderéis por qué. 

Con un pasado histórico que cautiva y enamora a todo el que lo descubre, Guadalest fue nombrado Conjunto Histórico-Artístico en 1974 y también posee la denominación de Bien de Interés Cultural. Además, está incluído en el listado de Pueblos Más Bonitos y visitados de España. Su historia se remonta a cientos de años atrás cuando los musulmanes dejaron huella de su paso por allí, donde quedaron prensados de este pueblo en lo más alto de una montaña. 

Su interesante historia parece sacada de un corto de Disney y se remonta a cientos de años atrás, en el siglo XIII,  cuando un líder árabe conocido como Al-Azraq, utilizó Guadalest para vigilar la zona alicantina desde lo alto de sus afiladas rocas. Tras la reconquista, la posesión de Guadalest fue regalada a una familia llamada Sarrià y en el año 1335 se anexó a la corona. Años después, en 1609, los moriscos fueron expulsados del pueblo. 

La belleza de Guadalest

En 1953 comenzó la construcción de un gran embalse en Guadalest que a día de hoy es uno de los reclamos turísticos de la zona y le aporta un toque de belleza a este valle de tradición agrícola. A pesar de su escasa población de 180 habitantes, el municipio tiene tanta fama y tal afluencia de viajeros que cuenta con 15 restaurantes, 50 tiendas y 7 museos que cada año son visitados por aproximadamente 2.500.000 personas. 

En este pequeño pueblo aferrado a las alturas se encuentran diferentes barrios que reflejan a la perfección su historia y su evolución. El barrio del Castillo se caracteriza por estar suspendido en la cima de la montaña y protegido por antiguas murallas que demuestran la esencia medieval de Guadalest. Estas fortificaciones musulmanas protegían la villa y a día de hoy aún se conservan restos de sus torres. 

El otro barrio es el Arrabal, creado años después para ser el hogar de una población en crecimiento y que se encuentra en las faldas de la montaña. Guadalest tiene un sinfín de enclaves espectaculares que hay que visitar al menos una vez en la vida. El Castillo de La Alcozaiba es uno de ellos, se trata de una fortaleza musulmana del siglo XI que recuerda a un antiguo castillo de princesas. 

Otro de los imprescindibles en Guadalest es la Casa de Orduña, un alojamiento habitado por nobles en el siglo XVII y que también es conocido como la Gran Casa, desde allí se puede acceder al famoso castillo. Pero si hay algo que destaca y llama la atención en este pueblo alicantino es la gran cantidad y variedad de museos que acoge la localidad. 

Desde el Museo de Belenes y Casas de Muñecas hasta el Museo de Microminiaturas, pasando por el Museo de los Saleros, Guadalest ofrece una experiencia cultural única que sorprende e impresiona a todos aquellos que la visitan. Además, probar la experiencia gastronómica de sus restaurantes y pasear por sus empedradas calles serán el plan perfecto para pasar un día cultural en familia conociendo el pueblo alicantino que parece sacado de una película de Disney.