Pratdip, el pueblo que surgió en torno a la leyenda de un perro vampiro

Cataluña alberga pueblos de cuento... pero también pueblos con leyendas tan interesantes como esta.

La leyenda del dip es parte de este pueblo de Tarragona, que lo lleva incluso en el escudo
La leyenda del dip es parte de este pueblo de Tarragona, que lo lleva incluso en el escudo / Istock / Ana del Castillo

Cuenta la leyenda que en las tierras que los lugareños denominaban Prat acechaban unos peligrosos perros endemoniados de ojos brillantes y cojos de una pata llamados dips. Salían de noche y se paseaban por el pueblo con los colmillos llenos de sangre de haber arrasado con el ganado de la región y con algún borracho que se cruzara en su camino. De ahí el nombre del pueblo: Pratdip. La leyenda ha estado ligada de forma tan intrínseca al lugar que aparece incluso en su escudo, presidido por un perro negro con una pata levantada.

Vista de Pratdip

Vista de Pratdip

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La primera vez que se encontró una representación de los animales fue en un retablo de Santa María de 1602 y después en otro de 1730. A la entrada del municipio hay un monumento algo más amigable y una ruta para buscar placas de los once dips que están repartidas por todo el pueblo. Alrededor de esta historia que se cree que era para disuadir a los borrachos de salir por las noches, Joan Perucho configuró la novela 'Las historias naturales' en 2019. Aunque no haya pruebas fehacientes de la verdadera existencia de los dips, los habitantes vivían aterrados ante la presencia que aseguraban haber visto en diversas ocasiones.

Agricultura en la ladera de la montaña en Pratdip

Agricultura en la ladera de la montaña en Pratdip

/ Istock / ShaharKlein

Los encantos de Pratdip

Más allá de los perros vampíro, esta localidad del sur de Tarragona tiene otros muchos encantos, como su castillo en lo alto de la colina que ofrece unas vistas privilegiadas de toda la comarca. Aunque solo se pueden ver las ruinas del siglo XII, todavía hay paredes en pie gracias a las que puede intuirse lo que fue. Una vez nos adentramos en Pratdip, el halo de fantasía nos atrapa entre sus calles de piedra coronadas con arcos. Esa sensación de tiempo detenido puede apreciarse en los antiguos lavaderos que se seguían utilizando hasta hace relativamente poco.

Una calle con arco de Pratdip

Una calle con arco de Pratdip

/ Istock / Ana del Castillo

Monumentalmente cuenta con la Iglesia parroquial de Santa María, una edificación de la época romana que fue restaurada en 1959. Entre las casas se encuentran adheridos restos de la muralla de la que se conserva la puerta de entrada a la ciudad y algún torreón. La torre más conocida es Cal Capet y Portal, al lado de la iglesia. Además, el pueblo tiene un Centro de Interpretación de la Sierra de Llaberia, donde se ofrece al visitante las posibilidades de visitas, alojamiento, actividades, restauración... Esta sierra es una de las cordilleras más salvajes del sur de Cataluña, por donde se puede disfrutar de preciosos senderos en mitad de la naturaleza con vistas hacia Pratdip y otros pueblos catalanes con un gran encanto.

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