La plaza más pequeña de España: 24 metros cuadrados de puro arte

Nos sumergimos en uno de los lugares más coquetos de España. Una plaza reconocida como la más pequeña de nuestro país y que, quizás, también sea la de Europa.

Una coqueta plaza que merece ser descubierta
Una coqueta plaza que merece ser descubierta / Istock / aluxum

España, que todos sabemos que es grande, puede presumir de tener un lugar pequeñito, y famoso por ello (quizá el más pequeñito de Europa, dicen). No todo el éxito y la gloria se encuentra en lo hercúleo y lo mastodóntico. Esta plaza, la plaza dels Raims, está en Girona. Y sus escasos 24 metros cuadrados me ponen a pensar en que no hacen falta muchos más. Quizá no se han jugado grandes partidos de fútbol, pero seguro que ha habido diligentes pachangas. Quizá no se han celebrado casamientos, pero seguro que ha habido besos furtivos, miradas tímidas, manos enlazadas.

Esta no es la plaza en cuestión, pero es parte de la judería de Girona

Esta no es la plaza en cuestión, pero es parte de la judería de Girona

/ Istock / mofles

Geopolítica de la plaza

Son 24 metros cuadrados en pleno barrio del Barrio Vell, cerca de la rambla, cerca del río Onyar, en el centro de la ciudad. No apta para claustrofóbicos ni para desfiles de gigantes y cabezudos. Se accede por un pasillito de un metro de ancho, y quien controla el pasillito contra la plaza, claro. Igual que quien controla los estrechos, controla la región: acordaos de las noticias de hace no tantas semanas y de ese famoso estrecho frente a Yemen.

Historia

La historia también tiene algo que decir en la geopolítica de esta plaza. El nombre proviene, según mis investigaciones y mis limitados conocimientos de catalán, de que, en este mismo lugar, antiguamente, había un mercado de uvas. Raims sería uva. Aunque yo querría que fuera racimo. Un poco más de historia atrás esta plaza se conocía como plaza de la Palla, porque aquí se vendía y se compraba paja. Una lección de la plaza: todo cambia, en la vida todo cambia.

Panorámica de Girona

Panorámica de Girona

/ Istock / littleny

Después de esta visita que roza la espeleología, y gracias al buen lugar que ocupa esta plaza, en el puro centro, puedes seguir disfrutando de la ciudad, de Girona, que es una de las joyas de Cataluña. Además, en la judería, donde nos encontramos, los bares proliferan dispuestos a darnos asilo político, a protegernos de las inclemencias del tiempo y fortalecernos con el vigor de una buena caña y una buena tapa. Porque no todo es aprender cuando uno viaja. 

Síguele la pista

  • Lo último