Las 8 playas más espectaculares de Ibiza: para perderse una y mil veces
Ibiza es conocida por muchos como el Caribe Mediterráneo. Y razón no les falta, puesto que, a lo largo de sus 210 kilómetros de litoral, esta isla pitiusa cuenta con más de 50 playas y calas de aguas turquesas y parajes de ensueño.
Como en Ibiza hay playas para todos los gustos, aquí te presentamos las más interesantes divididas según el tipo de viajero. Hemos seleccionado una familiar, la perfecta para practicar nudismo, la más fotografiada de todas, una que solo es accesible tras una larga caminata y así hasta las 8 mejores, para que cuando desembarques en la isla, ya vayas a tiro hecho.
Ibiza es playa, paisajes de ensueño y gastronomía; de hecho, algunos de los mejores restaurantes de la isla se encuentran en algunas de las calas recónditas que también te descubrimos, para que la jornada sea inolvidable.
Calas para todos
Sea cual sea el plan escogido, la oferta es variadísima. Vas a poder refrescarte mientras escuchas a algún dj de fondo si lo que quieres es pasarlo bien con los amigos. Después, puedes salir del agua y acercarte a alguno de los Beach Club de la Playa D’en Bossa, donde la fiesta está más que garantizada. Si eres más de turismo activo, llegar a la cala de Portixol te llevará una larga caminata. Eso sí, las vistas habrán merecido la pena.
Para los amantes de los deportes acuáticos, hay muchos enclaves en los que poder alquilar kayaks o tablas de paddle surf. Si te animas, vas a poder adentrarte en parajes mágicos, como las cuevas de Cala Vadella o llegar hasta las inmediaciones de Es Vedrà.
Rincones escondidos
Las tranquilas aguas de Santa Eulalia son el marco perfecto para poder pasar un día en familia. Su playa alargada y amplia, con fina arena blanca, es perfecta para los más pequeños debido a su escasa profundidad. Además, la oferta gastronómica de la zona es de lo más amplia y su paseo marítimo bien merece un paseo al atardecer.
Si lo que quieres es conocer unas cuantas calas para poder llevarte una radiografía completa de la isla, lo más recomendable es alquilar un coche para recorrer Ibiza a tu aire. Eso sí, conviene tener en cuenta que en temporada alta los aparcamientos cercanos a las playas se llenan pronto y hay que acudir prontito si no queremos encontrarnos el cartel de: Estacionamiento completo.
Es Portitxol, Ibiza
Los viajeros que busquen una cala recóndita y poco frecuentada deben acercarse hasta Portixol. Ubicada a 12 kilómetros de Sant Joan cuenta con dos docenas de casetas varadero que se arremolinan en la orilla y no dispone de ningún tipo de servicio. Para llegar es necesario emprender una larga caminata por una ladera escarpada que bordea el mar y conviene ir bien provisto tanto de agua como de víveres.
Cala Mastella
En la zona de Sant Carles descubrimos Cala Mastella, un pintoresco rincón marinero, situado en la desembocadura de un torrente y protegido por un cañaveral. Es una pequeña cala, con zona de arena, donde poder tomar el sol y extender la toalla. Además, cuenta con uno de los chiringuitos más míticos de la isla: el Bigotes. La carta no es muy amplia, pero el bullit de peix y su arroz a banda cocinado con leña están como para repetir a diario.
Punta Galera
En Punta Galera nos encontramos terrazas de rocas planas en las que poder tumbarse. Este enclave es uno de los más sorprendentes de la costa ibicenca. Es un rincón nudista, no cuenta con chiringuitos y está muy mal señalizado. Quizá, por ello, es todavía un paraíso poco masificado.
Cala Comte
Cala Comte está a 8 kilómetros de Sant Josep de Sa Talaia, y destaca por sus finas arenas blancas y sus aguas de color esmeralda. Es perfecta para ir con niños, cuenta con diversos restaurantes y sus puestas del sol, con la hilera de islotes que flotan en el horizonte más próximo, es inmejorable.
Es Bol Nou
Si te decides por Es Bol Nou hay varias cosas que debes saber. Lo primero es que vas a tener que andar bastante hasta conseguir que el agua te cubra (ideal para niños) y, lo segundo, que no puedes irte de allí sin probar sus barros. Coge agua del mar en una botella, moja la arcilla roja de las rocas situadas al final de la cala y embadúrnate todo el cuerpo. Exfoliación gratuita y muy beneficiosa incluso para las picaduras de mosquitos.
Cala Benirrás
Si has llegado a Ibiza en busca de ambiente hippy, Cala Benirrás es tu sitio. Una bonita playa de guijarros (sí, escarpines de agua son más que bienvenidos), con rocas a ambos lados y la formación de Cap Bernat en el horizonte, hacen de este punto un lugar de amarre de yates privados que se dan cita a última hora de la tarde para contemplar, quizá, uno de los atardeceres más románticos de la isla
Durante el verano hay un mercadillo hippy que tiene puestecitos de moda, artesanía y accesorios.
Cala D'Hort
Cala d'Hort es una bonita playa de arena blanca y aguas cristalinas que cuenta con unas magníficas vistas a los islotes de Es Vedrá y Es Vedranell. Tiene dos partes bien diferenciadas, una de arena fina y otra más rocosa, para que puedas elegir cómo quieres pasar la jornada playera, si tirado en la toalla o buscando cangrejos entre las rocas. También es lugar de referencia para los amantes del surf.
Cala Salada
Cala Salada es una de las mejores calas de Ibiza y la gente lo sabe. Por ello, es mejor no acudir en temporada alta o nos decepcionará la cantidad de público que quiere pasar el día en esta zona de ensueño.
La playa, de ambiente familiar, tiene unos 200 metros de largo y cuenta con todo tipo de servicios: hamacas, sombrillas, duchas y socorrista. ¡Es perfecta para realizar snorkel!