Planazo a menos de dos horas de Madrid: tres bodegas a las que ir con tus amigos
Si llega el fin de semana y estas aburrido de los mismos planes de siempre... Te proponemos una escapada distinta a tres conocidas bodegas que están a menos de dos hora de la capital.
Cada vez se vuelve más difícil escoger un destino para una escapada de fin de semana: precios desorbitados por una noche de hotel, destinos masificados, actividades cuya relación calidad precio no merecen la pena... Es por eso que el turismo enológico ha ido cogido bastante fama y fuerza estos últimos años. No nos equivoquemos, esta actividad no solo consiste en tomarse unas cuantas copas de vino en una bodega. El atractivo de este turismo reside en desplazarse a una región donde la actividad vinícola sea la absoluta protagonista para así poder conocer de primera mano cómo los profesionales crean este famoso "brebaje" y así hacerte formar parte de todo el proceso. Nosotros te descubrimos tres bodegas a menos de dos horas de Madrid que pueden ser la excusa perfecta para pasar un fin de semana diferente rodeado de la gran historia vinícola de nuestro país.
Bodega Finca la Estacada: romanos, monarcas y terapia de spa con vino
"Experimentar en la mejor forma de conocer" así se presenta Finca la Estacada, una bodega que se encuentra a menos 55 minutos de Madrid, ubicada en Tarancón, Cuenca. Se puede decir que esta bodega tiene algunos otros atractivos que los del mundo vinícola. Es una finca que esta entrelazada con la historia: era la antigua finca de labranza de la reina M.ª Cristina, viuda de Fernando VII. Su nombre tiene origen romano, "La Estacada" proviene de una calzada que unía Segorbia (antigua ciudad romana en Cuenca) con Alcalá de Henares. En esta finca podrás ver las rocas que delimitaban esta calzada que se han conservado hasta día de hoy.
Y ya para los amantes del vino: te dan la oportunidad de ser enólogo por un día. Podrás demostrar tus habilidades diseñando tu propio vino, haciendo un taller de vendimia, recorriendo las instalaciones y participando en el proceso de recogida de la uva. Para terminar el día la finca te ofrecerá una cata de tres de sus vinos y podrás pasar la noche en su spa disfrutando de tratamientos que incluyen baños de vino tinto, de cava, o espumoso rosado. En esta finca podrás sentirte uno con el vino y formar parte de el en cada proceso.
La bodega de San Estaban de Cenicientos: patrimonio histórico entre sus viñedos
La siguiente bodega que os proponemos está en Cenicientos, un municipio de la comunidad de Madrid situado a una hora de la capital y muy próximo a la Sierra de Gredos. La bodega de San Esteban de Cenicientos es famosa por sus vinos con la denominación de origen "Vinos de Madrid". Especializados en tinto y rosado, estos vinos se comercializan con la firma "Piedra Escrita", y es que entre sus viñedos se encuentra un patrimonio histórico que es la joya de sus visitas guiadas: un monolito granítico natural, en que aparecen grabados relieves y una inscripción romana. Tras admirar este gran monumento romano podrás hacer una cata de vinos en el mismo viñedo y visitar las bodegas donde se hacen y donde lo hacían los romanos hace 2.600 años. Por ello las rutas enológicas de la Bodega de San Esteban son como un viaje al pasado, lo que convierte este destino en una actividad vinícola única.
Bodega del Nero: la histórica bodega de Chinchón
Hasta Chinchón seguro que te has planteado más de una vez ir y pasar un fin de semana. Lo que no sabias es que en este precioso pueblo de la Comunidad de Madrid (certificado como uno de los pueblos más bonitos de España) se encuentra tu próximo destino de enoturismo: La bodega del Nero. Y es que a tan solo 45 kilómetros de Madrid se encuentra esta tradicional bodega fundada en 1870 y situada en el centro histórico de Chinchón. Cuenta ya con cinco generaciones de bodegueros, y son ellos mismos los que realizan las visitas guiadas para poder conocer a fondo todos los secretos de la creación de su vino. Su vino por excelencia: el Valdeliceda, hecho con uvas de uno de sus viñedos más antiguos de la bodega. Para los más enoturistas, dependiendo del tipo de visita que quieras hacer te ofrecen distintas opciones económicas y bastante completas. Entre ellas destaca el tren turístico que recorre el pueblo de Chinchón, y que te llevará a las bodegas. En ellas podrás disfrutar de una cata de vinos acompañada de un queso tradicional y casero del pueblo.
Cualquiera de estas tres bodegas son un plan excepcional para escaparte del ajetreo de la ciudad, ya seas o no amante del vino estas visitas mezclan tradiciones, historia y gastronomía haciendo la combinación perfecta para tu fin de semana.
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