Navarra medieval: un viaje en el tiempo a una época de leyenda

Imagina poder viajar en el tiempo a la época de los reyes, caballeros y juglares, donde las antorchas, los arcos y las espadas eran los protagonistas. Navarra es conocida por haber sido una joya entre los reinos medievales de Europa. Así es, la Edad Media fue una etapa de grandeza para este territorio del Norte de España. Y prueba de ello son sus imponentes monumentos que invitan a viajar a un pasado legendario.

¿Sabías que el reino de Navarra existió durante 6 siglos? Así es, el territorio medieval navarro vivió su etapa de máximo esplendor entre los siglos IX y XIV. Tanto es así que, en su apogeo territorial, llegó a abarcar parte de Francia y de las actuales comunidades autónomas de La Rioja, País Vasco, Aragón, Cantabria y Castilla y León.

El Medievo dejó una fuerte huella en toda la región, y ahora es posible vivirlo a través de sus castillos, fortalezas y palacios. Navarra tiene lugares que pueden transportarte a la Edad Media y hacerte vivir experiencias auténticas y memorables. Aquí te recomendamos dos rutas turísticas que no debes dejar escapar.

Ruta medieval por el Valle de Baztán

Entre las verdes montañas del Pirineo navarro se alza un monumento magestuoso, no solo por su situación en lo alto del Monte Gaztelu, sino porque fue, en 1522, el último foco de resistencia del antiguo reino de Navarra. Conocido como el castillo de Amaiur/Maya, se dice que allí 150 navarros resistieron el asedio de 30.000 hombres del bando contrario en una épica batalla. Para descubrir este interesante paraje y su historia, se puede realizar una visita guiada al museo y un recorrido por la parte alta del pueblo hasta donde se encuentran los restos del castillo.

Muy cerca de allí, se halla el medieval municipio de Elizondo, considerado capital del valle de Batzán y reconocida ciudad de hidalgos por Carlos III en el año 1397. La pintoresca población de calles y rincones bellos ha sido el principal escenario de las novelas de Dolores Redondo recogidas en la exitosa Trilogía de Batzán. Entre sus monumentos más emblemáticos se encuentran el Palacio de Arizkunenea, la Iglesia de Santiago y el Ayuntamiento de Elizondo. Y para continuar nuestro paseo por el Medievo navarro y comprender la forma de vida de la región, el Palacio Jauregia de Irurita es una buena representación de las distintas épocas que vivió esta casa de cabo de armería.

Sin olvidar, uno de los mayores atractivos del valle: su gastronomía. El Restaurante Casa Santamaría en Santesteban/Doneztebe es un referente en la comarca. A tan solo 18 kilómetros de Elizondo, es una magnífica opción para probar los platos tradicionales de la zona: alubias rojas, pochas, hongos, truchas, carnes de Navarra, entre otras ofertas culinarias. Eso sí, vete con hambre, porque sus raciones son bastante generosas. A 6 minutos de allí se encuentra la Torre Jauregia de Donamaría de origen medieval. Una singular construcción de piedra y madera cuya principal función entre los siglos XIV y XV fue la de vigilancia.

Y para poner la guinda a un día completo, el embalse de Leurtza en Urrotz es un verdadero festival de naturaleza en tonos verdes. Te sorprenderá.

La zona media: Olite, Artajona y Ujué

Nos adentramos en uno de los territorios que mejor conserva su pasado histórico. Rodeado de una naturaleza singular, y a tan solo 42 kilómetros de Pamplona, se encuentra el pintoresco pueblo medieval de Olite. El que fue residencia de la corte del reino de Navarra, parece un lugar sacado de un cuento de príncipes y princesas. Su Palacio Real, popularmente conocido como Castillo de Olite, refleja la grandiosidad que vivió la región durante el largo período histórico. Se dice que, en su época, el hogar del que fue Carlos III, Rey de Navarra, ostentó el título de ser el palacio más bonito de toda Europa. Cuenta la historia que Carlos III, el Noble, era famoso por llevar un estilo de vida lujoso y que, además, tenía animales exóticos como jirafas y leones en el propio palacio.

Una ruta por las calles de Olite es un verdadero tour por la historia. Además, si vas en verano, el segundo fin de semana de agosto se celebran las tradicionales Fiestas Medievales de Olite, de Interés Turístico Nacional. El casco antiguo y su castillo se convierten por unos días en una mágica villa de la Edad Media, donde nobles, artesanos, monjes, doncellas y turistas de todas partes comparten festejos, bailes y tradiciones. Allí encontrarás interesantes actividades para todas las edades.

La siguiente visita de nuestro itinerario sería, por su cercanía, el conjunto monumental de Artajona. El pueblo se asienta dentro de un recinto defensivo, el Cerco Amurallado de Artajona. Con 700 metros de perímetro, esta fortaleza del siglo XI conserva 9 de los 14 torreones almenados con los que contaba originariamente. Acceder a través de sus grandes murallas y llegar hasta la atalaya donde se encuentra su principal punto defensivo, la iglesia- fortaleza de San Saturnino, es todo un viaje al esplendor de la Edad Media.

Como colofón final a esta aventura, acomoda tu túnica y envaina tu espada, porque nos vamos hasta la villa medieval de Ujué. Situada en lo alto de una cima, cuenta con unas vistas magníficas que van desde la cordillera pirenaica hasta las llanuras de la ribera del Ebro. Laberínticos pasadizos y calles empedradas rodean el magestuoso santuario-fortaleza de Santa María y su paseo de ronda, donde los centinelas vigilaban el perímetro del castillo. Y es que este pueblo de marcado carácter medieval es considerado uno de los pueblos más bellos de Navarra.