Gijón, una forma de ser, de vivir y de sentir

Gijón es ciudad accesible y viva, donde comienzan los caminos con la vista al mar Cantábrico y en la que la urbe está conectada a la naturaleza. Más allá de su geografía privilegiada entre el mar y la montaña, y su gastronomía destaca por los productos del mar, como el bonito, el pulpín de pedreru, los bocartes, por los platos más característicos de las mesas asturianas, como la fabada, el cachopo o los quesos, y, por supuesto, por la sidra, a la que aquí se venera como religión. No hay que olvidar que Gijón/Xixón es el concejo asturiano que más sidra produce y consume.

Vida marcada por la mar

El Cantábrico es el telón de fondo de la ciudad. Además de la de San Lorenzo, la más conocida y concurrida, Gijón/Xixón guarda otras ocho calas y playas. Para llegar a ellas, solo hay que seguir el ‘Muro’, el paseo marítimo, hacia el este, en una senda costera que llega hasta el límite con el concejo vecino de Villaviciosa y que ofrece unas vistas increíbles sobre el Cantábrico.

Por el camino, podremos ver cómo los surfistas escogen las mejores olas, los veleros bordean la costa o cómo otros se atreven con el parapente.

Cimavilla, la esencia de Gijón/Xixón

Para descubrir la ciudad, recorrer la zona de Cimavilla es imprescindible. Antiguo barrio de piratas, pescadores, cigarreras y artesanos, es el centro donde todo comenzó, y aguarda la casa y la tumba de uno de sus ciudadanos más célebres: Gaspar Melchor de Jovellanos. En un paseo por las calles de este barrio alto, que vive bajo el influjo del mar que lo rodea, descubrirás, además de edificios históricos, animadas terrazas y el carácter particular de sus vecinos y vecinas.

Entre sus calles, encontramos también el majestuoso edificio de Tabacalera. Un icónico monumento histórico que, tras servir como fábrica de tabaco durante décadas, va a reconvertirse en un vibrante centro cultural y artístico. Este emblemático edificio de principios del siglo XX mantiene viva la historia industrial de la ciudad y se reconvertirá para mostrar la creatividad y la expresión artística contemporánea en Gijón en los próximos años.

En lo alto de la península se encuentra el Cerro de Santa Catalina, que desde el siglo XVII albergó un enclave militar para proteger a la ciudad del ataque de los piratas. Un lugar donde disfrutar de las mejores vistas de la ciudad que, en palabras de Jovellanos, “el espectáculo es magnífico, a su vista se siente un placer inexplicable”.

Allí está la escultura más famosa, ‘Elogio del horizonte’, obra de Chillida, donde el hormigón se erige como símbolo de la ciudad en casi 500 toneladas y 10 metros de alto. Única en cada perspectiva, desde su interior puede escucharse el batir amplificado de las olas del mar contra las piedras del acantilado, como si de una enorme caracola se tratase.

Más de 5000 años de historia

Los inicios de Gijón se remontan a más de 5.000 años atrás. Y pasear la ciudad permite viajar en el tiempo a través de la herencia conservada de cada una de sus etapas históricas. Para conocer el origen de la ciudad, es recomendable visitar el Parque Arqueológico-Natural de la Campa Torres, uno de los principales poblados fortificados del Norte de España que ahonda en el paso de la época prerromana a la romana, de la que aúnquedan vestigios importantes como las Termas, la muralla o la Villa Romana de Veranes.

El barroco y la ilustración fue otro de los momentos álgidos en la historia de Gijón/Xixón. Y prueba de ellos son los conjuntos palaciegos, como el Revillagigedo, el de los Valdés o el propio de la familia Jovellanos. Época que dejó paso al proceso de industrialización y que convirtió a Gijón/Xixón en el centro del sector productivo de Asturias. Muestra de ello son los numerosos edificios de corte modernista o art déco.

Gijón/Xixón guarda también la primera Universidad Laboral de España, en un inigualable conjunto arquitectónico construido entre 1946 y 1956 y que desde 2007 hace las funciones de un gran espacio cultural. Construido de espaldas a la ciudad, según quiso su arquitecto, Luis Moya, lo diseñó a imagen y semejanza del Partenón de Atenas, para que todo aquel que quisiera visitarlo tuviese que rodearlo y admirar su grandiosidad.

El Muséu del Pueblu D'Asturies y el Palacio de Revillagigedo

En esta larga historia, donde Gijón muestra su rica herencia cultural y su compromiso con la preservación del patrimonio, también tienen cabida eventos en escenarios únicos y especiales.

Uno de estos escenarios es el Muséu del Pueblu d’Asturies, un espacio para conocer a fondo la cultura tradicional asturiana e ideal para la celebración de presentaciones, conferencias al aire libre, conciertos o actividades de team building . Se trata de un museo etnográfico al aire libre, creado en 1968, donde hay hórreos y paneras de los siglos XVII al XIX, casonas hidalgas, una vivienda campesina, un llagar, refugios de pastores, aperos, herramientas…

Además, la colección del museo incluye testimonios materiales e inmateriales museográficos, musicales, fotográficos, documentales y otros relacionados con la memoria oral.Otro de los espacios que llaman la atención para organizar eventos es el Palacio de Revillagigedo, una joya arquitectónica del siglo XVIII en el centro histórico de Gijón.

Sus elegantes salas y espacios ofrecen un ambiente excepcional para cualquier tipo de exposición artística, pero también para recepciones o reuniones. Los patios del palacio, con su arquitectura barroca, añaden un toque de distinción absolutamente único. El palacio forma un conjunto arquitectónico con la Colegiata de San Juan, que es, a menudo, testigo de eventos culturales, reuniones profesionales, conciertos...