Descubre el primer parador fuera de España: una joya histórica portuguesa

Los Paradores españoles han ganado fama mundial por su espectacular belleza y su increíble calidad. Cada año miles de personas viajan hasta estos conventos, palacios o parques naturales en los que pasar unos días relajantes. Estos alojamientos cuentan con ubicaciones únicas cerca del mar, en las montañas, en el centro de una gran ciudad o en un pequeño y alejado pueblo.

Los Paradores ofrecen al cliente la posibilidad de disfrutar de una experiencia en la que la gastronomía, el entorno y los hospedajes crean un enclave perfecto. Alojarse allí es la mejor forma de sacar el máximo partido al destino y permiten recorrer nuestro país conociendo el patrimonio de cada uno de los destinos. 

Estos alojamientos se encuentran en España, pero recientemente hemos encontrado uno fuera de nuestro territorio que es una auténtica maravilla. Viajamos hasta Portugal, donde en un pequeño pueblo llamado Penalva do Castelo se ha convertido en el hogar del primer Parador fuera de nuestro país. Lejos de las multitudes se encuentra el Parador Casa de Ínsua, un precioso e increíble tesoro histórico que merece una visita al menos una vez en la vida. 

El primer Parador fuera de España

Esta joya arquitectónica está a 70 kilómetros de la frontera con España y es el destino perfecto en el que combinar un alojamiento de lujo con una espectacular gastronomía y un paisaje de ensueño. El Parador se levanta sobre un antiguo edificio de estilo barroco que data del siglo XVIII y que se restauró en el año 2009 para mejorar las instalaciones y mantener su indudable belleza. El primer Parador fuera de España abrió sus puertas en 2015 y desde entonces miles de personas se han dirigido hasta allí para disfrutar de unos días de relax y tranquilidad en un destino mágico. 

El espectacular edificio conserva algunos de los elementos de su estructura principal como dos torres, un patio central y la espectacular fachada en la que los gigantes ventanales ofrecen al huésped las mejores vistas del paisaje. Este Parador es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y una de las pruebas de ello son sus jardines repletos de una fauna sin igual en la que se puede encontrar especies botánicas únicas y preciosas. 

El interior del Parador Casa de Ínsua también es una auténtica belleza con la que quedarás impresionado. Cada rincón cuenta una historia, de hecho, allí podrás encontrar una pared de papel pintada a mano por el artista Gué, muy famoso en el país vecino. La decoración recuerda a una época pasada pero con toques modernos, como por ejemplo, la gran colección de piezas de artillería de la Reina María Cristina. Está claro que el primer Parador fuera de España ha sabido reflejar perfectamente la esencia de los Paradores. 

Descubrir los alrededores

Una vez entres en este Parador no querrás salir, pero si decides hacerlo tienes un sinfín de experiencias únicas por descubrir muy cerca de allí. A poco más de 20 kilómetros se encuentra Viseu, una ciudad perfecta para una escapada y en la que destaca su espectacular Catedral del siglo XVI y las antiguas murallas que protegían la urbe antiguamente.

Pero si prefieres algo más cercano puedes optar por una visita al museo del Parador en el que conocer la historia de los fundadores de la Casa de Ínsua y que seguro te sorprenderá. Pero eso no es todo, los amantes del buen vino pueden deleitar su paladar en la bodega propia del alojamiento y que forma parte de la centenaria Región Demarcada del Dão. 

Este Parador no sólo ofrece al visitante un entorno idílico y un alojamiento espectacular, también una experiencia culinaria deliciosa en la que disfrutar de la cocina tradicional de Portugal. En su restaurante hay un protagonista indudable, el bacalao, un plato que no puedes perderte y que irá acompañado de productos frescos recolectados en la propia finca. Pero si quieres disfrutar de todo esto y mucho más tendrás que viajar hasta el primer parador fuera de España para comprobarlo por tí mismo.