Descubre Aranjuez, un tesoro cultural a orillas del Tajo

Los Reyes Católicos fueron los primeros visitantes reales que supieron ver el potencial de ese fértil valle bañado por los ríos Tajo y Jarama a 57 kilómetros de Madrid, conocido como Aranjuez.

Aranjuez destaca por su enorme riqueza cultural
Aranjuez destaca por su enorme riqueza cultural / Shutterstock

Allí decidieron acondicionar la casa de recreo fundada por la Orden de Santiago, donde su nieto Carlos V disfrutó de jornadas de caza y, enamorado de la frondosidad y exuberancia de sus tierras, proyectó construir un gran palacio. Es su hijo Felipe II quien lo edifica finalmente para deleite de todos los reyes posteriores que establecerán su corte, generalmente en primavera, dejando su huella en el paisaje y el urbanismo del Real Sitio y Villa.

Es innegable la importancia cultural e histórica del Palacio, pero lo que realmente distingue a Aranjuez es la ordenación del paisaje que lo rodea; se interviene para crear un lugar donde arquitectura, ingeniería y naturaleza se unen en armonía dándole aún más valor. Esa mano del hombre actuando magistralmente sobre la naturaleza durante siglos da lugar a que en 2001 el Paisaje Cultural de Aranjuez fuese inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. El viaje a Aranjuez es un viaje al pasado que puede empezar incluso antes de llegar.

Aranjuez

Aranjuez

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Patrimonio monumental y natural

Desde la estación de Delicias en Madrid cada fin de semana de otoño (también en primavera) podemos tomar el Tren de La Fresa, un tren turístico que recorre con sus vagones de madera prácticamente el mismo trazado que siguió Isabel II en 1851 cuando inauguró la línea de ferrocarril Madrid-Aranjuez, la segunda construida en España y clave para las futuras comunicaciones a la costa levantina.

Desde el imponente edificio neomudéjar de la estación, de 1923, partimos hacia uno de los protagonistas e hilo conductor monumental de Aranjuez: el Palacio Real. Fue construido por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera con estilo renacentista, aunque la actual apariencia con las dos alas laterales fue proyectada por Sabatini en época de los Borbones. Impresiona su regia escalera de acceso y no deja de hacerlo la sucesión de estancias extraordinarias, habitaciones y despachos del Rey y de la Reina, el Salón del Trono, el Salón de Baile o el Comedor de Gala.

Iglesia Real de San Antonio

Iglesia Real de San Antonio

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No te puedes perder el Gabinete Árabe o sala de fumar, la Sala de los Espejos y el Gabinete de porcelana. Junto al Palacio Real se construyó en tiempos de Felipe II el Jardín de la Isla, un lugar donde el orden es belleza. Pasear en otoño es viajar siglos atrás, es pisar sobre una tupida alfombra de mil tonos marrones, amarillos y rojizos tejida por árboles centenarios, solo interrumpida por el mármol blanco de sus fuentes. Siéntate a oír el murmullo del agua en uno de los bancos de la fuente del "Niño de la Espina" o de Baco, Neptuno o Apolo; quizá recibas la visita de un pavo real, uno de los habitantes regios que aún quedan. Junto a este, el Jardín del Parterre con tres monumentales fuentes: las Nereidas, la de Ceres y la de Hércules y Anteo.

Saliendo por su puerta principal llegarás en pocos pasos a la entrada principal del Jardín de Príncipe, 150 hectáreas en las que perderse disfrutando su impresionante riqueza vegetal proveniente de las expediciones botánicas a América y Asia. Sólo esto valdría una visita, pero además el jardín alberga el museo de Falúas, donde se guarda una impresionante colección de estas embarcaciones reales en las que, por ejemplo, Fernando VI disfrutaba de la música de Farinelli mientras navegaba por el Tajo o por el cercano Mar de Ontígola.

Palacios, jardines e históricas calles

Hoy en día nos tendremos que conformar recorriendo el río en barco turístico o en piragua. Otra de las aficiones reales, la caza, dio lugar a la construcción por parte de Carlos IV de la Casa del Labrador. Este palacete diseñado por Juan de Villanueva dista mucho de ser una humilde casa rural ya que en él se emplearon los mejores artistas, y artesanos de Europa. Un jardín más grande que El Retiro da para mucho, aún nos quedará ver durante el paseo el Estanque de los Chinescos, las fuentes de Narciso, la de Apolo y las Cabezas o La Montaña Rusa. Volviendo al Palacio Real y unido a éste se encuentra la Casa de Caballeros y Oficios, dedicada a albergar el séquito de la corte y junto con la Casa de Infantes rodean la Plaza de La Mariblanca, con la Iglesia de San Antonio en otro de sus laterales. A partir de aquí las calles se ordenan en un planificado trazado ortogonal, cuyos planos según estudios recientes de la Universidad Politécnica de Madrid podrían haber servido de inspiración para el trazado de Washington.

Casa del Labrador (Aranjuez)

Casa del Labrador (Aranjuez)

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Recorrer estas calles nos permitirá conocer algunos de los edificios palaciegos que se conservan como la Casa de Godoy, el Palacio de Medinacelli, las Cocheras de la Reina Madre junto con edificaciones con otros usos: el Teatro Real -uno de los primeros teatros cubiertos aún en uso-, La Plaza de Toros, el Real Convento de San Pascual, el Hospital de San Carlos -hoy Universidad- o el Mercado de Abastos. Creación y recreación se dan la mano nuevamente en los Sotos Históricos, podemos recorrer en bici, a caballo o a pie unos 30 kilómetros de paseos arbolados que se extienden geométricamente entorno a las Doce Calles y ordenan huertas que regalan manjares desde hace siglos.

Allí se experimentó con las más avanzadas técnicas de ingeniería hidráulica y agrícola en PicoTajo, Legamarejo y El Rebollo, dando lugar hoy a un cultivo de altísima calidad que podemos disfrutar en los restaurantes del Real Sitio. Carlos III llegó a crear El Real Cortijo de San Isidro, actualmente una pedanía dentro del término municipal de Aranjuez formada por un conjunto de varias viviendas, Capilla y Bodega Real en un amplio terreno dedicado a la explotación agraria. La enorme riqueza natural, artística y cultural ha marcado una impronta que aflora en la obra de los 3 mejores embajadores de Aranjuez: el pintor Santiago Rusiñol, el escritor Jose Luis Sampedro y el músico Joaquín Rodrigo.

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