Los 10 mejores pueblos de España donde pasar la Nochevieja

¿Alguna vez te has planteado pasar la Nochevieja en un pueblo alejado de las bulliciosas capitales? En familia, en pareja, con amigos o solo, es lógico querer pasar una de las fechas más distinguidas y alborotadoras del año lejos de la ciudad o incluso lejos de casa. Escapar de la rutina. Aquí no está la Puerta del Sol, ni grandes discotecas con precios desorbitados, ni el jaleo de los coches... Aquí solo hay playa o montaña, desconexión, tranquilidad y paciencia.

Es uno de los pueblos blancos más bonitos de la provincia -y algunos dicen que de la comunidad e incluso de España-. El entorno ayuda a ello, pues limita con un Parque Natural y el mar Mediterráneo. Sus calles con cuestas y decoradas con flores se convierten en un laberinto en el que el lugar favorito es el barrio morisco. No te olvides tampoco de la única fábrica de miel de caña de Europa.

Es considerado el pueblo más bonito de Extremadura. Y no faltan motivos para pensarlo. Sus fachadas, sus monumentos, sus calles, su castillo, sus gentes... Todo se alía para convertirse en un lugar de ensueño. Además, ha sido escenario de rodaje de algunas de las escenas más memorables de Juego de Tronos. Muy cerca está el Parque Nacional de Monfragüe, una de las mayores reservas de buitres del continente.

En la comarca alrreña se extiende este pueblo medieval con palacio renacentista y colegiata fundada por Santa Teresa de Jesús incluidos. Aquí vivió la Princesa Éboli, escribió algunas obras Leandro Fernández de Moratín y pasó Camilo José Cela para escribir su 'Viaje a la Alcarria'.

Al estar aislada de manera natural, esta villa medieval ha conservado el encanto que le profirieron los franceses, gascones y roselloneses en el siglo XI, cuando la repoblaron. Su artesanía es conocida en toda España, sobre todo por su joyería, trajes tradicionales y bordados. Desde 2012, además, decora las fachadas de sus casas con retratos de los vecinos de 1967, cuando tuvieron que renovarse el DNI. La iniciativa es del artista Florencio Maíllo y ya hay casi 400, más que habitantes.

Algunas de sus casas son construcciones de los siglos XVII y XVIII, como la Casa La Torre, de época barroca, proporciones peculiares y coronada con un monumental escudo con las armas de Cosío. En 2016 fue galardonado con el premio Pueblo de Cantabria, siendo calificado como una auténtica "joya". A parte de su rico patrimonio arquitectónico, tiene también un importante -e impresionante- patrimonio natural.

En lo más alto del Val d'Aran, se sitúa el pueblo líder del proyecto Viles Florides, que pretende poner en valor la riqueza natural y paisajística. Cuenta con las mismas horas de sol en todas las épocas del año, una virtud de la que pocos lugares pueden presumir. Además, su centro histórico es parte del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.

Su ubicación en la misma frontera con Francia le ha otorgado diversos privilegios a lo largo de la Historia. Al norte está el Parque Natural de los Valles Occidentales y al sur el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés; y su casco antiguo es Bien de Interés Cultural de Aragón. Su Patrimonio Cultural pasa por los trajes tradicionales, que son los más ricos y variados del país.

Casas multicolores a los pies del mar conforman este pequeño municipio declarado Conjunto Histórico Artístico. Se diferencian dos tipos de habitantes: pixuetos (los pescadores que habitan en la parte baja) y caízos (los comerciantes que viven en la calle principal). Un pueblo que realmente parece sacado de una película Disney.

Mondoñedo forma parte de la ruta del Camino Norte a Santiago y ha sido incluido en la red de Pueblos más bonitos de España. Su monumento más destacado es la Catedral Basílica de la Asunción, Patrimonio de la UNESCO. Sus calles que conforman el casco antiguo lo convierten en un lugar idílico para pasear, a donde hay que volver para sus fiestas en octubre.

Este precioso pueblo de casas de estilo medieval, rodeado de montes, verdes prados y a los pies del río Bidasoa tiene los barrios separados por ríos, lo que provoca que las casas queden dispersas por el casco urbano. Es el lugar con más casas rurales de Navarra, pero tan solo tiene uns 800 habitantes. Es famoso por la frenética actividad que causa la caza de palomas en la zona, celebrando incluso el Día de las Palomeras.