Winchester, conociendo la mejor ciudad para vivir en Inglaterra

Viajar al sur de Reino Unido siempre es un placer. Disfrutar de los viñedos de los condados de Kent, Sussex y Surrey, pasear por la campiña inglesa de mil colores de verdes o perderse por las pequeñas ciudades con encanto, son algunos de los planes más apetecibles en el sur del país. Y concretamente en Hampshire, hay una ciudad que en 2016 fue elegida como la mejor para vivir en Reino Unido. Se llama Winchester y The Halifax, evaluó sus condiciones de vivienda, el clima, la esperanza de vida y la baja tasa de criminalidad y concluyó que aquí se daba las pautas idóneas para disfrutar de una calidad de vida envidiable.

Pero lejos de vivir allí, podemos ir a visitarla cómodamente, porque esta ciudad monumental, está conectada con Londres por tren a menos de una hora de la estación de Waterloo. ¡Más fácil imposible! Pero la importancia de Winchester viene de muchos años atrás. Esta ciudad, durante los tiempos de los Sajones, coronó al rey Alfred, que hizo de Winchester una ciudad real. No en vano, se convirtió en el centro de Wessex y fue capital de Inglaterra hasta el siglo XI, con la llegada de William el Conquistador.

El peso de la historia se palpa en la ciudad y así se muestra en uno de sus edificios principales, la Catedral. Con más de 1400 años de historia a sus espaldas, es la catedral con la nave más larga de toda Europa y es un magnífico ejemplo del gótico perpendicular.

Su magnífica arquitectura da también lugar a encontrar entre sus muros la tumba de Jane Austen, la novelista favorita de Gran Bretaña, autora de obras como 'Orgullo y prejuicio' o 'Sentido y sensibilidad', que paso en la ciudad sus últimos días. Merece la pena, además, dar un paseo por su cripta custodiada por una estatua del escultor británico Antony Gormley.

Winchester también es la ciudad de grandes escuelas, como el caso del Winchester College, fundado en 1382 y considerado como el colegio más antiguo que todavía sigue funcionando en el país. Otros hitos para visitar, son el granero, que se ha restaurado y sigue en funcionamiento desde hace más de un siglo. Es la excusa perfecta para ver como el bucólico río Itchen, a su paso por la ciudad, ayuda a su gran piedra a moler el grano y preparar harina.

¿Pudo ser Winchester la Camelot del Rey Arturo? Muchos piensan que en esta ciudad, historia y leyenda se dan de la mano. Y es que en The Great Hall, uno de los más impresionantes halls medievales conservados, que pertenecía al castillo, se conserva lo que pudo ser la mesa redonda, donde los caballeros del Rey Arturo se reunían a discutir sobre el devenir de su reino.

Para hacer un alto en el camino, reserva en The Chesil Rectory. Este restaurante, se encuentra en un edificio superviviente de otra época. Construido entre 1425 y 1450 por un rico mercante, hoy en día sigue siendo el edificio comercial más antiguo de Winchester y uno de los hitos medievales mejor conservados.

Su historia siguió avanzando y al estar levantado en una zona de la Abadía de Santa María, en 1500 Enrique VIII se apoderó del edificio con la disolución de los monasterios. Más tarde, se lo legaría a su hija Mary Tudor. Ésta contrajo matrimonio con Felipe II en Winchester, hecho que casi dejó en la bancarrota a la ciudad, así que como pago de la costosa ceremonia, legó The Chesil Rectory a la ciudad.

Vivienda privada, tienda de antigüedades, de cuero curtido... hasta casi llegar a ser demolido. Afortunadamente, en 1892 fue restaurado y empezó a albergar un restaurante. Hoy en día ha sido redecorado y puesto al día y ofrece cocina británica moderna, cocinada con ingredientes del condado de Hampshire con platos fantásticos como su tartar de trucha, una tartaleta de champiñones y huevo pochado o su cordero con patatas, col rizada, bacon y salsa de romero.

Y ¿dónde alojarse en Winchester? A apenas 10 minutos en coche de la ciudad, en las afueras y rodeado de parques, se encuentra el hotel Laniston House, un hotel del siglo XVII concebido a modo de una lujosa casa de campo. Sus habitaciones son todas diferentes y rezuman estilo por los cuatro costados.

Entre las actividades que propone el hotel, se puede disfrutar de demostraciones de cetrería con aves rapaces, planificar excursiones en bicicleta o a pie por los alrededores o disfrutar de una clase de cocina en The Cookery School, en los terrenos de la mansión. También puedes cenar en su restaurante The Avenue, donde sirven cocina británica moderna con productos de la zona y terminar la velada tomando un cóctel en The Cedar Bar.