Wat Rong Khun, el templo que debes ver una vez en la vida

Este moderno templo budista e hinduista es una auténtica joya que puede visitarse en Tailandia.

Redacción Viajar

A unos 12 kilómetros de la ciudad tailandesa de Chiang Rai nos encontramos con Wat Rong Khun, un lugar sagrado único en el mundo que destaca por su color blanco (de ahí que muchos lo conocen como el templo blanco) y que se ha convertido en todo un referente tanto para locales como para viajeros.

Wat Rong Khun, también conocido como el templo blanco, en Chiang Rai.

Wat Rong Khun, también conocido como el templo blanco, en Chiang Rai.

/ Istock / R.M. Nunes

En 1996, el artista Chalermchai Kositpipat presentó varios diseños para la construcción de un templo que aunara, por una parte, el interés espiritual y, por otra, el interés para viajeros de todo el mundo. Y ahí comenzó la historia de Wat Rong Khun, un templo que, según el plan diseñado por Kositpipat estará flanqueado por hasta 9 edificios más que se irán construyendo paulatinamente.

Wat Rong Khun, el templo en el que vivir un auténtico 'stendhalazo'.

Wat Rong Khun, el templo en el que vivir un auténtico 'stendhalazo'.

/ Istock / Chirapriya Thanakonwirakit

El templo blanco de Tailandia

Pero volvamos al templo blanco, un santuario para budistas (que son el 90 % de la población de Tailandia) e hinduistas y a las características que lo hacen único en el mundo. Comenzamos en la entrada principal, que llama la atención debido a su grandiosidad y ese color blanco que en días soleados impacta aún más en la retina del explorador.

Lo primero que debe hacer el viajero es cruzar una pasarela que simboliza el paso por el purgatorio. El puente está rodeado de manos que se alzan desesperadas desde los infiernos, representando la tentación, la codicia o la vanidad entre otros pecados. Una alegoría que representa el paso de la muerte hacia la reencarnación, según la filosofía budista.  

Detalle de manos en el templo Wat Rong Khun.

Detalle de manos en el templo Wat Rong Khun.

/ Istock / xxwp

Según avanzamos descubrimos dos kinnaree, figuras que forman parte del budismo y se representan como mitad hombres, mitad pájaros. Y, cruzando el puente, nos dan la bienvenida a Wat Rong Khun dos rahus que custodian las puertas del templo.

Estos rahus poseen gran simbología tanto en el hinduismo (Raju es el demonio encargado de provocar los eclipses lunares y solares) como en el budismo (dios iracundo representado con múltiples cabezas) y serán los que nos permitirán el acceso al ubosot o parte central del templo.

Wat Rong Khun es un templo budista e hinduista.

Wat Rong Khun es un templo budista e hinduista.

/ Istock / R.M. Nunes

Un templo único… y moderno

Wat Rong Khun se diferencia de otros templos gracias a su ubosot o sala de reuniones, decorada con color blanco y cristales que simbolizan la pureza y la sabiduría de Buda. Pero hay mucho más, ya que el explorador puede contemplar un espectacular mural que representa algunos valores occidentales. Y, en este caso, no salimos muy bien parados ya que hacen alusión a la violencia y consumismo. Se pueden ver desde las torres gemelas siendo derribadas, diversos políticos mezclados con imágenes de superhéroes hasta imágenes del rey del pop, Pikachu o los Angry Birds.

El complejo de Wat Rong Khun también incluye otros templos.

El complejo de Wat Rong Khun también incluye otros templos.

/ Istock / pidjoe

El templo blanco se encuentra dentro de un recinto que, como hemos dicho, está sin finalizar, puesto que, en teoría, albergará hasta 9 edificaciones. Aun así, es posible descubrir otras joyas como un pozo de los deseos en el que locales y visitantes echan sus monedas a la vez que piden algún que otro deseo o el templo dorado, que vemos en la imagen superior.

En definitiva, se profese la religión que se profese, el templo blanco de Wat Rong Khun constituye una joya única que conviene visitar, al menos, una vez en la vida.

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