Triberg, el hechizante pueblo de los relojes de cuco entre cascadas

Los más grandes relojes de cuco del mundo en mitad de la Selva Negra.

Triberg es uno de los pueblos más bonitos de Alemania.

Triberg es uno de los pueblos más bonitos de Alemania.

/ Istock

Hablar de la Selva Negra supone bucear por paisajes de tupidos bosques, cursos de agua, montañas y un ambiente casi mágico. En mitad de este magnífico escenario, el pueblo de Triberg se ha convertido en uno de los más famosos de todo este sector del suroeste de Alemania.

Triberg
Triberg / franckreporter / ISTOCK

Cascadas y relojes de cuco de récord

Si por algo Triberg es uno de esos puntos señalados en el mapa de la Selva Negra es por dos motivos: sus cascadas y sus relojes de cuco. Lo primero que sorprende al llegar a las principales calles de esta bonita población es su disposición en «V», con el icónico Hotel-Restaurant Pfaff GmbH en su intersección, discurriendo el río Gutach entre ellas avecinando el espectáculo que nos depara a las afueras de la villa.

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En los bajos de las preciosas casas de las calles principales encontraremos numerosos establecimientos de restauración y tiendas, en las que no es difícil encontrar negocios dedicados a los relojes de cuco. Muy cerca del Hotel Pfaff se encuentra la que, seguramente, sea la más emblemática de todas ellas, la Haus der 1000 Uhren, cuyo nombre – que alude a la cantidad de relojes que podemos encontrar en su interior -, no es ninguna exageración.

Triberg
Triberg / titoslack / ISTOCK

En efecto, Triberg tiene una justa fama como «el pueblo de los relojes de cuco», y son varias las fábricas de este tipo de artilugios que se encuentran en el área. Fruto de esta etiqueta, no es de extrañar, por tanto, que aquí sea donde se proclama a los cuatro vientos que se encuentran los más grandes relojes de cuco del mundo. El reloj de cuco de Schonach – una localidad muy próxima a Triberg - y, sobre todo, el de Eble Uhren-Park, que se considera el mayor del mundo - a las afueras del pueblo -, son visitas obligadas en toda ruta por este sector de la Selva Negra.

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Por su parte, la firma Hubert Herr, un negocio familiar que ya va por la quinta generación, situado en la calle principal de Triberg, presume de fabricar los relojes de cuco más pequeños del mundo. El Museo sobre la cultura de la Selva Negra, en el mismo Triberg, nos brinda la oportunidad de ahondar en este mundo de relojes, con ejemplares expuestos de varios siglos, así como muchos otros objetos del folclore de la región.

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Más allá de este singular y carismático objeto que tanto nos inspira, la otra gran atracción de Triberg son sus cascadas al paso del río Gutach por este lugar que, con más de 160 metros de caída, son las más altas de la Selva Negra. Un impresionante sistema de caídas de agua con 7 saltos diferentes cuya belleza es espectacular, rodeado de un paisaje de bosques que nos regala unas vistas únicas; y, por si fuera poco, al caer la noche, un sistema de iluminación crea un ambiente mágico sobre las cascadas.

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Una vez hayamos disfrutado de todo el encanto de Triberg, qué mejor manera de alejarnos de ella viviendo la experiencia de seguir parte del recorrido que traza el Ferrocarril de la Selva Negra (Shwarzwaldbahn), que pasa por esta población y continúa por un tramo célebre por su gran cantidad de túneles y el enorme desnivel que salva en poca distancia. Una forma diferente de decir adiós a esta bella localidad y continuar nuestro viaje por otros lugares de la maravillosa Selva Negra.

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