Shikisai no Oka: el jardín con miles de flores de Japón

Viajamos hasta Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón, para descubrir un espectáculo floral que encoge el alma.

Los campos de flores más impresionantes del mundo: 10 imprescindibles

Colorterapia natural en Shikisai no Oka, el jardín más bello de Japón.
Colorterapia natural en Shikisai no Oka, el jardín más bello de Japón. / Istock / thanyarat07

La isla de Hokkaido, la segunda más grande de Japón y habitada por el pueblo ainu desde tiempos inmemoriales, es conocida por infinidad de tesoros. Podemos empezar hablando de Sapporo, su capital, famosa por su cerveza, el esquí y el Festival de Nieve que se celebra todos los años y presenta enormes esculturas de hielo. También es el edén soñado de todos los amantes del manga y el anime, ya que, además, de celebrarse diversos encuentros y festivales, es el escenario en el que transcurren, por ejemplo, Saikano o La princesa Mononoke.

Hoy, en cambio, no es el anime (y sus escenarios) lo que nos ocupa, sino un espectáculo natural que conmueve al viajero y deja su alma en un estado de serenidad único. Shikisai no Oka es un jardín situado en una colina cuajada de flores de abril a octubre. Tulipanes, lavanda, salvia, girasoles, dalias y anémonas del Japón nos ofrecen este regalo para la los sentidos.

Tomita Farn: el rincón japonés en el que puedes tocar un arcoiris de flores.

Tomita Farn: el rincón japonés en el que puedes tocar un arcoiris de flores.

/ Istock / mantaphoto

Shikisai no Oka cuenta con un jardín de flores en el que es posible pasear y perderse, pero es mucho más. Supone el trabajo de varias generaciones que han luchado por mantener la belleza de las tierras que les han dado sustento durante años. Y es que, además del espectáculo floral, también se llevan a cabo interesantes programas educativos sobre la distinta flora que allí crece.

Floración en Shikisai no Oka

Con un exhaustivo calendario de floración, el viajero puede decir cual es el mejor momento para su visita, dependiendo de sus gustos personales. Así, por ejemplo, quienes deseen ver campos de lavanda (que nada tienen que envidiar a los que poseemos en España), deberán planear una visita entre finales de junio y primeros de agosto. Para ver los tulipanes en su momento álgido, el mes idóneo es mayo, mientras que los amantes de los pensamientos (y no nos ponemos filosóficos, ya que hablamos de flores) pueden optar por verlos en mayo o ya en septiembre.

Cada estación del año ofrece un espectáculo diferente en Shikisai no Oka.

Cada estación del año ofrece un espectáculo diferente en Shikisai no Oka.

/ Istock / g_jee

Podría parecer que Shikisai no Oka es un lugar que visitar durante la temporada de verano, pero no es cierto, ya que, en invierno, el manto blanco que lo cubre todo (casi casi como en Aomori, la ciudad en la que más nieva del mundo), convierte las colinas nevadas en un lugar idóneo para practicar deportes de nieve. Las motos se pueden alquilar allí y nos permitirán recorrer las inmediaciones y contemplar la imponente cordillera de Tokachi mientras que respiramos aire puro.

Hacíamos mención a la importancia que dan las familias que trabajan en Shikisai no Oka a la tierra y, como muestra de ello, el explorador va a descubrir cómo también hay plantadas verduras y hortalizas ecológicas que se podrán degustar allí mismo

Granjas con un encanto único: Kumagaya o Tomita

Son varias las granjas que se encuentran en las inmediaciones: Kumagaya Farm (cuyo lema es amar la naturaleza, respetar el suelo y desafiar las posibilidades de la agricultura) o Tomita Farm, que cuenta en su terreno con una destilería, una fábrica de perfumes o un pequeño centro ecuestre.

Los campos de lavanda en Japón desprenden una fragancia embriagadora.

Los campos de lavanda en Japón desprenden una fragancia embriagadora.

/ Istock / yanjf

Las posibilidades son ilimitadas, pero acudir desde primera hora es un buen plan, ya que así se podrán visitar varias granjas, pasear por los campos floridos y acabar con un almuerzo en el que los ingredientes vayan directamente desde el campo a la mesa.

En invierno se pasa de los mil colores a un escenario blanco en Hokkaido.

En invierno se pasa de los mil colores a un escenario blanco en Hokkaido.

/ Istock / gyro

En definitiva, visitar Shikisai no Oka es un regalo para los sentidos, ya que todos se ponen a prueba. La vista, con unos campos floridos de una riqueza cromática sin igual, el olfato, con los aromas que desprenden las plantas aromáticas, el oído, prestando atención a los insectos que revolotean a nuestro alrededor, el tacto, sintiendo la sedosidad de algunas flores y, cómo no, el gusto, ya que también hay rincones dedicados a las flores comestibles que en boca son pura ambrosía.

Síguele la pista

  • Lo último