Ruta gastronómica de la Vía de la Plata

Los paradores de Gijón, León, Benavente, Zamora, Salamanca, Plasencia, Mérida, Zafra y Carmona ofrecerán un menú que sigue las guías de la cocina romana de los siglos I y II d.C.

Ruta gastronómica de la Vía de la Plata
Ruta gastronómica de la Vía de la Plata / www.parador.es

La Ruta Vía de la Plata es uno de los itinerarios más conocidos y llamativos de nuestro país por su historia, belleza natural y riqueza monumental. Además de conocer a fondo todos sus rincones por medio de sus joyas arquitectónicas o sus edificios emblemáticos, la Ruta Vía de la Plata ofrece al viajero otros muchos recursos para descubrirla en todo su esplendor.

Uno de los grandes legados que nos dejó el Imperio Romano fue la gastronomía y así lo que ha querido mostrar Paradores de Turismo que del 11 de noviembre al 112 de diciembre ofrecerá en los nueve establecimientos con los que cuenta a lo largo de la Via de la Plata unas jornadas gastronómicas a base de alimentos tradicionales romanos. Los menús que se ofrecerán oscilarán entre los 18 y 28 euros.

Los establecimientos donde se celebrarán estas jornadas gastronómicas son los situados en Gijón, León, Benavente (Zamora), Zamora, Salamanca, Plasencia (Cáceres), Mérida y Zafra (Badajoz); y Carmona (Sevilla).

La historia cuenta que en la época dorada de su gastronomía, en los siglos I y II d.C., los romanos comían tres veces al día. Primero tomaban el jentaculum, un frugal refrigerio a primera hora de la mañana (un vaso de agua, algunas olivas, un trozo de queso); luego el prandium, un tentempié apresurado en la calle, en una tienda de alimentos preparados o en casa a mediodía; y más tarde realizaban la comida por excelencia, la vesperna o coena, que podía durar horas. Esta es la comida que Paradores recupera ahora con sus jornadas gastronómicas.

Cada Parador ofrecerá en todos los servicios de almuerzo y cena un entrante denominado ‘Gustatio'', cuya oferta abarca desde los garbanzos tostados hasta los huevos con piñones remojados, pasando por los rábanos con salsa de pimienta, el caviar de olivas (Epityrum) o las calabazas fritas, entre otros. Todo ello regado por una copa de ‘Mulsum'' (vino o mosto con miel) muy apreciado por los romanos.

A continuación, cada uno de los nueve establecimientos ofrecerá la posibilidad de degustar un primer plato denominado ‘Prima Mensa'' indicado en la carta y recuperado del libro ‘Apicius'' sobre gastronomía en la antigua Roma Imperial.

Quienes visiten Plasencia, por ejemplo, degustarán cardos macerados con vinagre miel y cominos; mientras que los que se acerquen a Carmona comerán ensalada de sémola de trigo con malvas y mojama. Asimismo, la carta de Salamanca ofrecerá puls de calabazas a la alejandrina; la de Gijón, bonito con dátiles y menta; la de Mérida, pátina de albóndigas de tursio; y la de León, pulpo envuelto en hojas de col al garum de escombreras. En el parador de Benavente se degustará pollo frontoniano mientras que en Zafra se ofrecerá pierna de jabalí asada al estilo de terencio y en Zamora, cordero asado con ajedrea y prunus persica.

La guinda de la ‘Vesperna'' romana la pondrán, en todos los paradores, el pan remojado con leche y miel, los dátiles rellenos de nueces y fritos, y las uvas moscatel y melón de las Galias.

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