Así puedes viajar por Europa sin gastar dinero: te contamos cómo hacerlo paso a paso

Los europeos priorizan cada vez más viajar y conocer nuevos lugares. Los precios no hacen más que subir mientras que los sueldos hacen todo lo contrario. Por muchas ganas para viajar que se tengan, hay ocasiones en las que no se puede gastar tanto dinero y hay que recortar gastos. Si eres de los que no está dispuesto a dejar de viajar por el dinero, ten en cuenta estos consejos para seguir conociendo Europa sin preocuparte por el dinero.

Hay lugares que todo el mundo quiere -y debe- visitar al menos una vez en la vida, pero hay veces en las que el presupuesto es limitado. Una de las claves para gastar poco dinero es ir a lugares en los que el costo de vida sea barato, como Hungría, Rumanía, Albania, Eslovenia, Portugal o Montenegro; o visitar ciudades o pueblos que no sean tan turísticos. Por ejemplo, en lugar de ir a Brujas, en Bélgica, escoger Mechelen. Aprovecha también de los descuentos culturales del carné joven europeo si tienes entre 14 y 30 años.

Muchas veces reservar con antelación excursiones, alojamiento y transporte supone ahorrar mucho dinero. Sin embargo, en otras ocasiones resulta más barato esperar hasta el último momento, aunque te arriesgas a no encontrar nada. Hay que tener en cuenta diversos factores, desde las fechas hasta los destinos.

Si tienes la posibilidad de escoger cuándo viajar, procura no hacerlo en temporada alta. La temporada baja en Europa se considera desde el 1 de noviembre hasta el 31 de marzo. En estas fechas seguramente no encontrarás sol y playa, pero sí lugares menos concurridos y precios mucho más bajos.

Al viajar de noche se suele ahorrar bastante dinero, puesto que esta opción no es de las más populares entre los viajeros. Además, las aerolíneas low cost ofrecen vuelos por menos de 20 euros. Eso sí, recuerda que hay limitaciones de equipaje. Solo hay que saber cuándo es el mejor día y la mejor hora para reservar y reducir el equipaje para no tener que pagar bultos extra. Recuerda revisar la distancia del aeropuerto a la ciudad, a veces sale más rentable gastar un poco más en el vuelo para no tener que pagar un taxi.

Los hostales gozan de tener fama de baratos, pero no siempre es así. A veces es mejor buscar albergues con habitaciones compartidas que pueden llegar a costar unos 15 euros por noche. Si eres más aventurero quizá te atrevas con Couchsurfing, o lo que es lo mismo, dormir en el sofá de algún local por nada o muy poco dinero. Otra opción es suscribirte a alguna web donde hay quien ofrece su casa gratis a cambio de cuidar a las mascotas o la misma vivienda. Aunque la suscripción hay que pagarla.

En casi toda Europa el agua es potable y de calidad, por lo que puedes ahorrar bebiendo de una botella que lleves siempre contigo. Si a eso le añades comer de puestos callejeros o comprar comida hecha del supermercado, tus gastos se reducen en gran medida. Si optas por los puestos, podrás también disfrutar de la cultura local a pie de calle, comer en las localizaciones que más te gusten y no perder tiempo buscando un bar o restaurante.

Puedes buscar en diversos portales y descubrir que hay muchas oportunidades para conocer un lugar al tiempo que ayudas a los locales a cambio de alojamiento y a veces comida e incluso un pequeño sueldo.

Si tienes entre 18 y 30 años, puedes solicitar voluntariado en el European Youth Portal, donde podrás seleccionar la modalidad, el destino y la duración (de una semana a un año o más). Puedes ir solo o acompañado y hacer amigos de todos los lugares de la Unión Europea. Si eres estudiante de universidad o grado superior, también puedes solicitar la beca Erasmus+ que ofrece un gran número de facilidades económicas para estudiar en el extranjero. Y gracias a DiscoverEU, si tienes 18 años puedes incluso cobrar por viajar.