El mirador Summit One Vanderbilt cuenta con una terraza al aire libre con la pradera alpina urbana más alta del hemisferio occidental.
El viajero puede poner a prueba su vértigo de dos maneras: o bien colocándose en los sky boxes levitation, unas cajas de vidrio transparente que sobresalen del edificio y le permiten situarse a 324 metros (la altura de la Torre Eiffel) sobre Madison Avenue con el ajetreo y el bullicio de las calles de la ciudad directamente debajo de ellos; o bien subiendo en el ascensor de vidrio transparente Ascent, que le subirá a más de 364 metros, desde el nivel de la terraza hasta un costado del edificio.

TERRAZA CON VISTAS KILOMÉTRICAS

Para destensar un poco está el salón y cafetería Après, conducido por el restaurador Danny Meyer, que ofrece comidas ligeras y tiene una carta de cócteles y ofrece un diseño nórdico de la mano de Snøhetta. Après es cubierto, pero el mirador también dispone de una terraza abierta, Summit, en los lados sur y oeste del rascacielos One Vanderbilt. Desde ella se puede disfrutar de unas vistas de hasta 128 kilómetros de distancia.

EXPERIENCIA INMERSIVA
La inauguración del mirador Summit viene acompañada de una experiencia inmersiva llamada Air creada por Kenzo Digital. "A través de sus ilimitadas yuxtaposiciones de formas, Air te obliga a vivir en el momento presente: tranquilo, consciente y libre”, explican los organizadores sobre esta experiencia. La experiencia está situada en la planta 91 y consta de un juego de espejos que crean reflejos y que cambian según el tiempo que haga. Además, permiten interactuar al visitante.

Las entradas parten de los 33,60 euros, pero si se quiere subir en el ascensor Ascent o incluir un cóctel en la visita, son más caras. Hay tarifas más baratas para los residentes neoyorquinos.
