"Memorias de África" cumple 25 años

Dirigida por Sydney Pollack, la mítica película protagonizada por los actores Meryl Streep y Robert Redford permitió a los espectadores de todo el mundo descubrir los encantos y las maravillas naturales de África oriental.

Museo dedicado a Karen Blixen en Nairobi
Museo dedicado a Karen Blixen en Nairobi

Con su delicada voz en off, hace 25 años Meryl Streep pronunciaba una frase que ya ha quedado impresa en la historia del cine: "Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong". Así comienza la autobiografía novelada de Karen Blixen, que con el seudónimo de Isak Dinesen tituló Out of Africa. La obra inspiró a Sydney Pollack para el guión de la mítica Memorias de África (1985).

La película abrió una ventana al mundo por la que se trascolaron los encantos naturales de África oriental, territorio que la escritora vivió y recorrió durante casi dos décadas. Casada con un barón sueco, la danesa Karen Blixen y su esposo llegaron a Kenia en 1914. Se instalaron en una granja a 19 kilómetros de la capital, Nairobi, con la pretensión de cultivar café. En este enclave se desarrolla parte de la trama del filme.

Cuando el equipo de rodaje se trasladó hasta la estancia encontró dificultades de espacio para filmar en su interior. Decidieron entonces utilizarla sólo para planos exteriores y construir unos decorados sobre los 24 kilómetros cuadrados de finca que rodean la casa. Hoy, esta superficie está ocupada por el barrio residencial Karen, en honor a la escritora. Donada por el gobierno danés, la vivienda pertenece a la red de museos del país africano (karenbmuseum@africaonline.co.ke). Allí, objetos personales y muebles de la baronesa conviven con piezas de atrezzo de la película o con un ejemplar de la novela traducido al catalán que, en la biblioteca, da buena cuenta de la fama internacional del libro. El gramófono con el que Robert Redford, interpretando al cazador Denys Finch-Hatton, fascina a Meryl Streep rememora una de las escenas más célebres de Memorias de África. Muerto en accidente de avioneta, la tumba de este aventurero se halla en las colinas de Ngong, tan cercanas a la casa que se llega en taxi.

En la película, con un modelo similar a aquella avioneta, Redford y Streep sobrevuelan el Parque Nacional del lago Nakuru, en cuyas aguas reside la mayor concentración de flamencos del mundo. Dista 150 kilómetros de Nairobi. En la más lejana reserva animal de Shaba, las cámaras panean sobre el hábitat de cebras, leones, jirafas reticuladas, oryxes y elefantes.

Cerca de la frontera con Tanzania, en Masai Mara, junto a las tiendas del lujoso Bateleur Camp, los guías locales aseguran que allí se rodó la escena final del largometraje. Puede ser. Es un secreto que guardan celosamente los leones de Kenia.

Otro lugar de culto de los admiradores de Karen Blixen es su casa de Dinamarca, en la ciudad de Rungstedlund (www.karen-blixen.dk). Es la mansión en la que nació en 1885. Allí regresó tras sufrir dos decepciones decisivas en sus 17 años de vida en Kenia: su intento fallido de convertirse en granjera y la muerte de Denys Finch-Hatton, con quien compartió una especial relación después de su fracaso matrimonial. Comprada por su padre en 1879, ahora es un museo. En las habitaciones más altas, una exposición muestra detalles de su vida y obra. Los alrededores gozan de gran interés ecológico, pues hay una reserva de aves migratorias. Allí también reposan los restos de la escritora.

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