Kuching, la ciudad de los gatos: una parada imprescindible en Malasia

El viajero que ponga rumbo a Malasia debería fijar en su itinerario Kuching, la ciudad que todo amante de los gatos debe visitar y que ofrece marcados contrastes que nos demuestran su riqueza cultural y la diversidad de influencias que ha recibido a lo largo de su historia. Los antiguos edificios coloniales conviven con ultramodernos rascacielos que conforman un skyline de lo más particular.

El nombre de Kuching proviene de una fruta que se cultiva en la zona y que significa 'ojos de gato'. De ahí que la presencia de estos felinos en la ciudad sea una constante en forma de estatuas y monumentos que se pueden apreciar en glorietas, parques, paseos, calles o centros comerciales de la urbe malasia. Y hoy vamos a descubrir algunos de sus enclaves imprescindibles. Eso sí, a modo de spoiler os avanzamos que no todos tienen que ver con los gatos.

Los gatos más famosos de Kunching

El gato más famoso se encuentra cerca del Ayuntamiento. Con sus casi tres metros de altura este felino blanco se prepara para cada fiesta importante cambiando de atuendo. Y es que, si para el Año Nuevo Chino luce una vestimenta roja, para la celebración de Eid-al-Fitr llega el turno de un chaleco verde, o un disfraz de Papa Noel para Navidad.

También resulta imprescindible si eres un amante de los gatos que visites el museo homónimo. Hay más de 4.000 objetos relacionados con estos felinos, desde pinturas, estatuas, y tablas de información con muchas curiosidades sobre ellos. También va a poder disfrutar el viajero de un espacio dedicado a los gatos más famosos del mundo: Hello Kitty, Garfield, Tom (sí, el gatete que perseguía a Jerry) o el gato de Alicia en el País de las Maravillas.

El museo se encuentra un poco lejos del centro de Kuching, pero se puede llegar sin problema gracias al autobús que une el centro de la ciudad con la zona de Bukit Siol, donde se encuentran tanto el museo como el edificio del ayuntamiento.

Todo en Kuching gira en torno a estos animales y otra muestra más la encontramos en la radio local. ¿Se puede imaginar el explorador cómo se llama? Cats FM. Y también es posible disfrutar, como en otras muchas ciudades, de cafés gatunos (en este caso se llama Meow Meow Café, que no hay que confundir con el crucero para los amantes de los gatos Meow Meow Cruise), donde es posible tomarse un café, un dulce o una infusión mientras se acarician y alimentan a los gatitos que campan por allí a sus anchas.

¿Qué se come en Kuchin?

Y precisamente ahora que hemos hablado de café, dulce o infusiones llega el momento de hacer referencia a la gastronomía de Kiching, famosa por su diversidad culinaria (con platos originarios de China, India, Corea y Tailandia) y por sus mercados de comida callejera y de especias. Imprescindible resulta una visita al barrio chino, que ofrece una amplia oferta de bares y restaurantes para tomar algo. Algunos de los platos más tradicionales son las variedades de curry con arroz, fideos fritos, pescados y mariscos frescos. Al igual que las especias, el picante y la leche de coco constituyen una parte esencial en la preparación de sus platos.

Cuatro planes en Kuching más allá de los gatos

Tenemos claro que Kuching es la ciudad que todo amante de los gatos debe visitar, pero, ojo, ya que también hay muchas cosas que ver más allá de todo lo relacionado con estos animales. Y, como muestra, aquí hacemos referencia a 4 planes imprescindibles para todo aquel explorador que viaje hasta este paraíso malasio.

• Pasear por la orilla del río Sungai Sarawak nos permitirá contemplar un atardecer que bien podría estar entre los más bellos del mundo. Además, los fines de semana se celebra un mercadillo gastronómico en el que es posible degustar platillos de gran parte del Sudeste Asiático.
• Ya debería haber quedado claro que el gato es el anima estrella de Kuching, pero hay otros que también merecen nuestra atención, como los orangutanes que viven en semilibertad en la reserva de Semenggoh Wildlife Centre, a poca distancia de la ciudad, y que también merecen una visita.

El Parque Nacional de Kubah también merece un buen paseo, ya que alberga interesantes senderos, riachuelos y cascadas que son hogar de infinidad de pequeños insectos y reptiles. Además, en su interior se encuentra Matang Wildlife Centre, un centro creado para recuperar animales. 

Ya hemos hablado del paseo por la orilla del río Sungai Sarawak, pero también es fascinante recorrerlo en alguna embarcación que nos permitirá descubrir las diferentes zonas de humedales en las que se dan cita diversas aves, así como una importante colonia de monos narigudos.

En definitiva, si eres amante de los gatos, Kuching es un destino imprescindible que ya estás tardando en visitar. Y si, por el contrario, los gatetes no te van demasiado, esta ciudad malasia sigue tienen infinitos encantos que acabarán por conquistarte.