La Isla de las Muñecas, un macabro lugar que esconde una triste historia

México es conocido por albergar lugares tan impresionantes como el Chichén Itzá, donde podemos admirar la grandeza de sus culturas prehispánica, y grandes zonas de peregrinaje como Tulum y Coba.

Pero México también alberga zonas y lugares que, a simple vista, pueden parecer macabros y terroríficos, como el que nos encontramos a tan solo 20 kilómetros al sur de Ciudad de México, en una zona conocida como Xochimilco.

Es aquí, y rodeado de pequeñas islas, donde nos encontramos con una isla que recibe el nombre de “Isla de las Muñecas”, un lugar que destaca por su macabra (y triste) historia y por poner la piel de gallina a todo el que la visita por su aterrador paisaje.

Una triste y terrorífica historia

Hace más de cincuenta años un hombre llamado Don Julián Santana dejó a su esposa y a su hijo para mudarse en plena soledad a esta pequeña isla, conocida ahora como Isla de las Muñecas. Fue aquí donde decidió construir una pequeña casa en la que vivió durante más de 25 años.

Se dice que cuando Don Julián Santana vivía en esta pequeña isla alejada de toda civilización una pequeña niña se ahogó en uno de los canales que cruza la isla, quedando atrapada por los lirios que crecían en sus laderas. El hombre, que era el único que habitaba la isla y que se encargaba de cuidarlo, no pudo hacer nada por salvarla.

Este hecho, como se cuenta en las historias que envuelven a esta isla, cambió la vida de nuestro protagonista de la noche a la mañana. Se dice que el fantasma de la niña se aparecía en los sueños de Santana, y éste empezó a escuchar gritos y llantos repetidamente en los alrededores de la isla.

Pero ese no es el hecho más relevante. Don Julián Santana mantuvo durante toda su vida que al poco tiempo apareció una muñeca en el agua en el mismo lugar en el que había muerto la joven niña. Y es precisamente aquí donde empieza la historia de la Isla de las Muñecas.

Ante el terrorífico miedo que envolvía a nuestro protagonista por la niña y apenado por no haber podido salvarla, Julián decidió proteger su casa con muñecas de todas las formas y tamaños que, según contaba él mismo “funcionaban como guardianas de la isla”.

Pero cada vez se encontraba más muñecas abandonadas en los canales, y decidió colgar todas las que aparecían por allí. Al poco tiempo en la isla ya se encontraban más de 1500 muñecas colgadas y repartidas por la isla… pero no cualquier tipo de muñecas, sino muñecas abandonadas. Su imagen, en la actualidad infunde todavía más miedo; les faltan extremidades, tienen las cuencas de los ojos vacías o están podridas y sucias. El escenario es macabro.

¿Leyenda o realidad?

Para muchos esta historia no fue más que un imaginario que el propio Don Julián Santana había creado en su imaginación y que le llevó a recolectar todas las muñecas que encontraba para repartirlas por la isla.

Aunque sea realidad o no… terminó sufriendo el mismo destino que el de la niña. En 2001, un envejecido Julián se acercó hasta unos canales para pescar acompañado de su sobrino al que le contaba que había una sirena en esas aguas que pretendía llevárselo desde hace tiempo.

El niño se ausentó de la zona durante un momento para acudir a otro lugar de la zona. Cuando regresó con su tío, Don Julián Santana, este estaba muerto y flotando en el río. Más tarde, y tras una autopsia, se determinó que el hombre había sido provocada por un infarto.

“Un lugar embrujado”

Son miles los turistas que, atraídos por el tanatoturismo, deciden acudir a la zona para observar tan aterrador y grotesco escenario presidido por muñecas. Muchos de estos viajeros afirman que las muñecas parecen seguirte con la mirada e incluso mover la cabeza. Otros, directamente dicen que este lugar está “embrujado”. El miedo está asegurado.

Y tú... ¿La visitarías?