Esta es la isla del Coco, la impresionante isla de las mil cascadas

Uno de los espacios naturales más extraordinarios del mundo

isla del Coco, Costa Rica

Cascada en la Isla del Coco, uno de los lugares más fascinantes de Costa Rica

/ Giordano Cipriani

Estamos ante una de las islas más bellas del planeta. Así se podría resumir la descripción de la isla del Coco, una maravilla natural situada en el océano Pacífico, en aguas territoriales de Costa Rica, que ha alcanzado las más altas cotas de protección dada su importancia ambiental.

Isla del Coco, Costa Rica

Las aguas de la Isla del Coco tienen una gran color turquesa gracias a su buena conservación de la biosfera

/ Torombolix

Reconocida mundialmente por su biodiversidad, nos disponemos a descubrir este rincón frente a Centroamérica convertido por completo en Parque Nacional.

Una isla Patrimonio de la Humanidad

Son muchas las referencias que aluden al comentario que una vez hiciera de la isla del Coco el célebre explorador submarino Jacques-Yves Cousteau, quien la calificó como “la isla más hermosa del mundo”.

Isla del Coco, Costa Rica

Los tiburones campan en las inmediaciones de la isla

/ Barry Peters

Un hecho con el que seguramente esté de acuerdo Faico, la Fundación Amigos Isla del Coco, después de casi tres décadas dedicándose a proteger este lugar único en el mundo que no solo se trata de una maravilla paisajística, sino que constituye uno de los laboratorios científicos más importantes de la Tierra en cuanto al estudio de la biodiversidad y el endemismo se refiere.

Valorada por ser uno de los mejores enclaves a escala internacional para la práctica del buceo, gracias a la transparencia de sus aguas y la gran riqueza biológica existente - con unas 1600 especies marinas catalogadas hasta el momento -, es también muy popular por albergar una de las mayores concentraciones de tiburones del planeta.

Isla del Coco, Costa Rica

Es difícil ver alguna zona de la isla sin un frondoso bosque

/ Josué Fernández Baldizón

Parte de esta riqueza se debe a la presencia de uno de los arrecifes más diversos del Pacífico que, a pesar de los graves problemas que atravesó en la década de los ochenta como consecuencia de los efectos del fenómeno climático de El Niño, presenta en la actualidad un grado de conservación excepcional.

Las más de 2600 especies de flora y fauna – muchas de ellas únicas en el mundo - que se localizan en la isla del Coco están a salvo gracias a la protección de la figura del Parque Nacional, que cubre toda la isla y una vasta superficie marina – el área de reserva más grande de Costa Rica -.

Isla del Coco, Costa Rica

La fauna de la Isla del Coco es muy variada y rica

/ Velvetfish / ISTOCK

Un punto en el globo terráqueo fuera de lo común que no pasó desapercibido para la Unesco, que declaró a la isla Patrimonio de la Humanidad en 1997.

Un espacio natural privilegiado

Parque Jurásico, la icónica película de ciencia ficción y aventuras que fue todo un éxito en la década de los noventa, ubicaba el desarrollo de la historia en una remota isla del Pacífico llamada Nublar que se encontraba cerca de Costa Rica.

Isla del Coco, Costa Rica

No son muchas personas las que visitan la isla del Coco, pero todas se enamoran de ella

/ Shannon Rankin, NOAA

Aunque el rodaje se llevó a cabo en varias de las islas que forman el archipiélago de Hawái, en Estados Unidos, la intención inicial de Steven Spielberg, su director, era la de grabar en Costa Rica. Es por ello que, con el tiempo, el imaginario creado alrededor de la película ha querido situar como fuente de inspiración del universo de Parque Jurásico a la isla del Coco.

No cabe duda de que bien podría haber servido como escenario de la historia dadas sus características. La biomasa de especies de la isla es una de las más altas del mundo, siendo además la isla oceánica con la mayor extensión de bosque húmedo tropical del planeta, lo que supone que la exuberancia vegetal la convierta en una especie de “mundo perdido”. En efecto, su aislamiento, riqueza y biodiversidad hacen de ella un paraíso y un espacio natural privilegiado.

Isla del Coco, Costa Rica

Este pez rana fue fotografiado por los buceadores que visitan esta isla para contemplar su impresionante fondo marino

/ Divepic / ISTOCK

Situada a más de 500 kilómetros de la costa costarricense y pudiendo llegar a ella únicamente en barco tras un viaje de 36 horas, es fácil imaginar ese aislamiento que ha facilitado la conservación de sus condiciones naturales, unido al hecho de que nunca ha estado habitada de manera permanente y, en la actualidad, solo está ocupada por guardaparques y científicos, o visitada temporalmente por personas atraídas por el ecoturismo o el buceo.

En sus 7,6 km de largo y 4,4 km de ancho, los bosques plagados de especies endémicas cubren la mayor parte de la superficie, favorecidos por una pluviosidad media de 7000 litros por metro cuadrado. Este factor, unido a la orografía de la isla, ha creado todo un sistema de ríos, lagunas, caudales e infinidad de cascadas – se han llegado a contabilizar hasta 2000 en época de lluvias -, muchas de las cuales vierten las aguas directamente al océano desde lo alto de los acantilados.

Isla del Coco, Costa Rica

Stingray en la Isla del Coco

/ Divepic / ISTOCK

Cuenta la tradición que la abundancia de agua en el subsuelo es el origen del nombre de la isla, haciendo el símil con el líquido que guarda un coco en su interior.

Sea como fuere, el verdor y la tupida vegetación de este lugar conforman un lugar de excepcional belleza. Quien sabe si Juan Cabezas – el primer marino que puso un pie en la isla, allá por 1526 – o los numerosos piratas y corsarios que encontraron aquí su refugio o enterraron sus tesoros entre los siglos XVII y XIX, pudieron llegar a imaginar que, pasado el tiempo, la isla del Coco sería reconocida como una de las islas más bonitas del mundo.

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