Palacio de Hofburg, Viena.
Palacio de Hofburg, Viena. / Istock / arcady_31

Así es Hofburg, uno de los mayores complejos palaciegos del mundo

En pleno centro histórico de Viena, entre los muros del fastuoso palacio de los Habsburgo todavía resuena el eco de un pasado imperial repleto de arte, lujo y maravillas. 

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Austria es hoy una república, y hace más de un siglo que su capital no da cobijo a monarca alguno, pero en el corazón de Viena, en pleno Innere Stadt (el centro histórico), las calles y edificios que dan forma al Hofburg todavía conservan un aire imperial. El complejo, cuyo nombre significa “castillo de la corte”, ocupa una superficie de casi 300.000 m2, cuenta con numerosos edificios, 18 alas, 19 patios y nada menos que 2.600 habitaciones. Con semejantes cifras, no es de extrañar que sea uno de los recintos palatinos más grandes del mundo.

Hofburg.

Hofburg.

/ Julius Silver

Durante casi siete siglos, desde 1279 y hasta el fin de la monarquía en 1918, el Hofburg fue la residencia de invierno de los monarcas de la dinastía Habsburgo. Uno tras otro, reyes y emperadores fueron ampliando y transformando el primitivo castillo medieval en el deslumbrante complejo que se puede contemplar hoy. Aunque en la actualidad no hay rastro de sangre azul entre sus habitantes –es el presidente de la república quien tiene aquí su residencia oficial y sus despachos–, el recinto sigue conservando la elegancia y el esplendor de tiempos pasados. Hoy alberga un buen número de museos, capillas y jardines, y sus abundantes atractivos han hecho de él uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad del Danubio.

Michaelerplatz.

Michaelerplatz.

/ Julius Silver

Del núcleo del castillo medieval todavía quedan algunos vestigios en el Ala Suiza, donde por ejemplo se encuentra la Burgkapelle (Capilla de Palacio), un templo del siglo XIII donde el coro de los Niños Cantores de Viena sigue amenizando con sus voces la misa dominical. En esa zona de la fortaleza vieja también se encuentra la Schweitzertor o Puerta Suiza, uno de los escasos monumentos renacentistas que se conservan en la ciudad.

Del Museo Sisí a los Apartamentos imperiales

Para descubrir los rincones más visitados del Palacio Imperial hay que dirigirse a la Michaelertrakt (Ala de San Miguel), cuya fachada curva y su imponente cúpula de bronce se abren de forma espectacular ante la Michaelerplatz. Allí, justo bajo la gran cúpula, se encuentra el acceso al Museo Sisí y a los Apartamentos imperiales.

Museo Sisí.

Museo Sisí.

/ Gregor Lengler

El primer espacio ofrece al visitante un viaje por la fascinante biografía de la emperatriz Isabel, separando la realidad del mito que forjaron las películas. Por otra parte, la visita a los apartamentos permite recorrer las dependencias en las que vivieron Francisco José e Isabel, incluyendo sus dormitorios, salones e incluso el gimnasio en el que Sisi, según cuentan, pasaba buena parte del día, obsesionada por mantener su figura.

Apartamentos imperiales.

Apartamentos imperiales.

/ Willfried Gredler-Oxenbauer

El picadero barroco, uno de los más bonitos del mundo

En esta misma zona del Hofburg se puede visitar la Colección de platería de la Corte (la silberkammer), donde ser conserva la vajilla de los Habsburgo, y que deja vislumbrar cómo eran las lujosas comidas y cenas de palacio. No muy lejos de allí se encuentra la célebre Escuela Española de Equitación, que recibe este nombre por los caballos de origen andaluz que Maximiliano II llevó a Viena, y que mediante cruces acabaron dando lugar a la raza lipizzaner. El picadero barroco del siglo XVIII se considera uno de los más bonitos del mundo, y hoy se puede visitar para asistir a los entrenamientos matutinos de los lipizzanos y sus jinetes, o a alguno de sus vistosos espectáculos.

Escuela Española de Equitación.

Escuela Española de Equitación.

/ Istock / Stephan Walochnik

El nuevo palacio

También hay espacio para los museos en el Neue Burg (el nuevo palacio, construido a principios del siglo XX), donde se pueden visitar la Colección imperial de Armas y Armaduras, el Museo de Instrumentos Musicales Antiguos y el no menos interesante Museo de Éfeso, con tesoros antiguos traídos de Turquía y Samotracia.

Biblioteca Nacional de Austria

Biblioteca Nacional de Austria.

/ Istock / travelview

A un paso del Neue Burg está otras de las joyas del palacio imperial: la Biblioteca Nacional Austriaca, que cuenta con sus propios museos: por un lado, encontramos el Museo de los Papiros –con fragmentos del Libro de los Muertos egipcio, entre otras joyas–; por otro, el Museo del Esperanto y el Globenmuseum (dedicado a los globos terráqueos).



La mayor de sus joyas, sin embargo, es el Prunksaal, el salón de gala de la biblioteca. Diseñado por Fischer von Erlach, el mismo arquitecto de la Escuela de Equitación, la Karlskirche y el palacio de Schönbrunn, este espacio de estilo barroco puede presumir de ser una de las bibliotecas más hermosas del mundo. Y es que el Hofburg, más que un palacio, es un tesoro repleto de maravillas.

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