Japón
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Experiencias inolvidables para empezar el año en Japón

Las 108 campanadas de Nochevieja y otras curiosas tradiciones niponas para un inicio de año diferente.

La Navidad no está muy marcada en el calendario japonés, más allá de los centros comerciales adornados hasta el mínimo detalle para atraer las compras y de la gran cantidad de luces que se despliegan por calles y parques con motivo de los festivales de invierno. Sin embargo, es durante el inicio del año, o Shogatsu, cuando el país arranca con sus tradicionales celebraciones festivas, que se extienden hasta finales de enero. Y es que la cultura del país nipón atrapa hasta en su peculiar forma de comenzar el año.

Los templos se llenan de fieles al principio del año

Los templos se llenan de fieles al principio del año

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Durante los tres primeros días de enero, los santuarios sintoístas se llenan de japoneses que acuden a realizar la primera visita del año, el hatsumode, recibir buenos augurios y dejar sus deseos para los meses venideros. El ambiente festivo comienza el día 31 de diciembre, cuando tiene lugar el Misoka, que viene a traducirse como "el gran último día del mes". 

Una Nochevieja en los templos

Durante la noche del 31 de diciembre, las doce campanadas españolas se transforman en 108 en Japón. Tienen lugar en templos budistas como el de Sensoji en Asakusa, principal lugar de celebración en Tokio. Cada uno de los golpes del gong, dado por los monjes, simboliza las preocupaciones y tentaciones terrenales, y se cree que escucharlos purifica el alma. Tocar la campana para realizar plegarias, desprenderse de viejos amuletos y adquirir otros nuevos o beber sake son otras de las costumbres que se realizan en los templos durante la última noche del año.

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También es común presenciar espectáculos de fuegos artificiales, como los de la bahía de Odaiba, o acudir al festival Oji Kitsume-no Gyoretsu Fox, inspirado en una leyenda sobre cómo unos zorros se disfrazaron de humanos para visitar el santuario tokiota Oji Inari-iinja. 

Los regalos de final de año

La tradición de regalar es muy habitual en las relaciones japonesas para afianzar amistades, y en estas fechas no iba a ser menos. En lugar de realizar regalos en Navidad, aquí es más común intercambiarlos a finales de año. Se conocen como Oseibo y son una expresión de gratitud hacia compañeros de trabajo, amigos y familiares. Té, sake, cerveza y café son algunos de los obsequios más comunes. 

El daruma, el amuleto de los buenos propósitos

Los japoneses son muy fieles a los amuletos. Uno de los predilectos para estas fechas es el Daruma, un muñeco de papel maché con los ojos blancos que representa al fundador del zen. Según la leyenda, el maestro Daruma perdió sus brazos y piernas tras pasarse años meditando en una cueva sin usarlos. Este amuleto cada vez está más extendido por el mundo. Si conseguimos hacernos con uno, deberemos pintarle el ojo derecho para pedir un deseo o fijarnos un propósito y el izquierdo cuando se haya cumplido.

El daruma es muy importante para los japoneses

El daruma es muy importante para los japoneses

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Las celebraciones de purificación

Para un buen inicio de año resulta fundamental dejar atrás los malos momentos y continuar solo con los buenos. Por ello se celebran las bōnenkai, fiestas con familiares, amigos y compañeros donde no falta el alcohol.

También se purifican escuelas, oficinas y hogares mediante una gran limpieza conocida como ōsōji con la que deshacerse de aquello que ya no sirve o no se utiliza y recibir el año liberados. A ambos lados de las puertas es común colocar un pino con bambú llamado Kodamatsu, que sirve para recibir a los espíritus ancestrales y, a partir del 15 de enero, liberarlos quemando este icónico adorno.

Actividades en familia o en solitario

Hay algunas tradiciones indispensables para los japoneses en estas fechas. Una de ellas es la de sentarse en familia para ver el popular concurso televisivo de música "Kohaku Uta Gassen", que dura cuatro horas y reúne a los cantantes más escuchados del año.

Descubre Japón en familia y junto a Club VIAJAR

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VENTE DE VIAJE

Jugar a juegos clásicos como la peonza o la práctica del kakizome, la caligrafía de Año Nuevo con la que dar buenos deseos, son otros de los hábitos de este periodo del año. 

La gastronomía de Año Nuevo

La riquísima cocina nipona también protagoniza los primeros días del año, con delicias como el osechi ryori, un plato de pasta de pescado, rábano, alga, huevo y castañas. Por otro lado, la cena de Nochevieja se conoce como "Omisoka", y es una celebración familiar en la que nunca falta el toshikoshi soba, unos largos fideos que simbolizan la longevidad.

Las visitas más sorprendentes 

Cada 2 de enero, cientos de personas se acercan hasta el Palacio Imperial para presenciar el saludo de Año Nuevo realizado por el Emperador. Junto al 23 de diciembre, día de su cumpleaños, es la única ocasión en la que es posible acceder a los jardines del palacio.

El Palacio Imperial de Japón

El Palacio Imperial de Japón

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Otros de los lugares que se visitan durante los primeros días de enero son Disneyland y DisneySea, que cuentan con fuegos artificiales y espectáculos especiales para estas fechas. Suele ser habitual acudir a estos parques temáticos disfrazado de alguno de los personajes Disney.

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