Escapada a Reikiavik, la 'bahía humeante' a tu alcance

En el rincón norte de nuestro vasto planeta, entre las aguas turbulentas del Atlántico Norte, se encuentra un tesoro oculto que aguarda ser descubierto: Islandia, un país de maravillas naturales que desafían toda descripción. Sus paisajes pintorescos, moldeados por el fuego y el hielo, sus cascadas majestuosas que rugen con un poder inquebrantable y sus vastas extensiones de tierras vírgenes que se despliegan ante los ojos como un lienzo en blanco, son solo algunas de las razones por las cuales este rincón del mundo merece ser explorado.

En cada paso dado en esta tierra de contrastes, se despiertan los sentidos. El rugir de los géiseres al lanzar sus columnas de agua al cielo, la intensidad de las auroras boreales que bailan en la oscuridad del invierno, y los secretos ocultos en las cuevas de hielo que se adentran en los glaciares son solo pequeños fragmentos de la inmensidad que este país puede ofrecer.

Y lo cierto es que, para vivirlo, tan solo tenemos que montarnos en vuelo de Iberia Express que, en tan solo 4 horas y 24 minutos, nos dejará a unos 20 minutos de su capital: Reikiavik, uno de los epicentros más interesantes del país. Una nueva ruta aérea que se diferencia del resto por tener precios asequibles y competitivos con altos estándares de calidad, una tripulación amable y atenta y una plataforma pionera de entretenimiento a bordo: el Club Express Onboard.

Si eres un viajero empedernido te damos unas cuantas razones que van a hacer que ansíes con todas tus fuerzas viajar al país del hielo y el fuego.

Día 1

Ciudad vikinga

Reikiavik es la capital menos poblada mas septentrional del mundo. Es ideal para recorrerla andando o en bicicleta y admirar las múltiples alusiones que encontramos por todas partes a su pasado vikingo. En el centro de la ciudad se alza la iglesia luterana de Hallgrímskirkja. No dejes de subir en el ascensor a lo mas alto para ver la panorámica impresionante de la ciudad. 

Lava show

La cultura y el modo de vida islandés no podría entenderse sin los volcanes. Cerca de Reikiavik han recreado una erupción volcánica, calentando lava real y vertiéndola en una sala de exhibición. Puedes percibir el calor de la lava, escuchar su sonido, ver como se transforma. Es un espectáculo único en el mundo.

La laguna azul

Balneario natural de visita obligada. Impresionante la sensación de meterse en el agua caliente, lloviendo y con frío. Para los islandeses es algo habitual, pero no deja de ser una sensación curiosa. Además gracias al alto componente de silicio, el agua tiene grandes efectos beneficiosos para la piel. Mientras disfrutas del baño, puedes tomarte una copa, llevar puesta una mascarilla en la cara, o hacerte un peeling.

Día 2

Maravillas de la naturaleza

A una hora de la ciudad podemos hacer un recorrido guiado por el famoso Golden Circle. Visitar Þingvellir, el tesoro histórico y geológico de Islandia. Geysir, uno de los pocos lugares en la Tierra donde se pueden observar geysers activos de cerca, y la impresionante cascada Gullfoss, que vierte 100.000 litros de agua glaciar del río Hvítá a una altura de 31 metros en el cañón Gullfossgljúfur cada segundo. Llévate un  chubasquero, te va a hacer falta. 

Visita a la granja

Nada más salir de Reikiavik, te encuentras con el estilo de vida más auténtico de Islandia, las granjas. Muchas familias te dan la posibilidad de conocer sus cultivos locales e invernaderos abastecidos con energía geotérmica. Friðheimar, es un ejemplo donde puedes ver y degustar sus tomates. 

Harpa Concert Hall

Después de un día tan intenso, qué mejor manera que terminarlo en el restaurante Hnoss situado dentro del espectacular edificio del Harpa Concert Hall. Su chef es Fanney Dóra Sigurjónsdóttir, toda una estrella en la cocina islandesa. En la carta tienes arenque, bacalao, salmón, trucha pero prueba el tartar de cordero y el skyr con ruibarbo. ¡Riquísimo!

Día 3 

Mañana cultural

Reikiavik tiene una amplia variedad de oferta cultural. Puedes ir a museos, exposiciones y galerías de arte. Hay para todos los gustos, y una propuesta de lo más vanguardista, es ir a ver la instalación artística Chromo Sapiens creada por la artista Shoplifter/Hrafnhildur Arnardóttir para el Pabellón Islandés en la Bienal de Venecia de 2019. Han transformado un antiguo almacén en un espacio multisensorial, todo ello con un material muy especial: cabello sintético de colores.

De compras por Laugavegur

Esta calle es la arteria comercial más importante de Reikiavik. Es una de las calles más antiguas de la ciudad y una de las más largas. Su origen es curioso. En 1885 se construyó un camino para que las mujeres subieran a las aguas termales  para lavar la ropa. El nombre de Laugavegur significa ‘camino del agua’. 

Relax en Sky Lagoon

Esta es la versión moderna de un balneario. Está en la ciudad y es un lugar donde socializar y pasar la tarde. Llegas allí, te pones tu bañador y eliges (pagas) la pulsera que más te interesa: con una o varias bebidas, con sauna y baño turco, con acceso a zona vip. Es todo un lujo, con unas vistas al mar que no puedes perderte.