Los encantos de Brujas, la ciudad medieval más bonita de Bélgica

Viajamos hasta Brujas para conocer las maravillas de una de las ciudades más bonitas de Europa, su muy bien conservado centro histórico con estilo medieval cautiva a todos los viajeros que llegan hasta aquí para conocer este bello lugar. Una ciudad donde los canales acompañan las calles empedradas y las casas son testigo de todos aquellos que recorren la preciosa urbe belga.

Muchos viajeros llegaban de casualidad hasta Brujas, pero su belleza les enamoraba de tal forma que comenzó a ser la ciudad más visitada de Bélgica. Aunque no solo fueron sus impresionantes monumentos los que cautivaron a los turistas sino también la exquisita gastronomía con sus chocolates, cervezas y gofres.

Ver Brujas al atardecer es una de las experiencias más bonitas que podemos vivir, ese momento del día en el que el sol se esconde, la ciudad se llena de color y los edificios, que por el día nos han fascinado, con el crepúsculo nos enamorarán completamente.

¿Qué ver en Brujas?

Brujas es una joya en bruto, un Patrimonio de la Humanidad que nos deja lugares imprescindibles que tenemos que conocer sí o sí. Podemos partir desde el Muelle del Rosario para seguir el curso del canal de Dijver, el más importante de la ciudad, y es que a través de él podremos ir viendo los edificios más clásicos.

Una de las paradas obligatorias en este viaje es la plaza mayor, más conocida como Grote Markt, el corazón de Brujas y un importante punto de referencia ya que todos los caminos que atraviesan la ciudad salen de aquí. Una preciosa plaza donde podremos sentarnos a admirar las famosas fachadas rojas y marrones, además de conocer el Campanario de Belfort. Esta torre de más de 80 metros es un símbolo de la urbe, posee 47 campanas y su estilo gótico del siglo XIII la han ayudado a entrar en la lista Patrimonios de la Humanidad.

También visitaremos Begijnhof, un conjunto de beaterios que se remontan a la época medieval y que acogían a mujeres viudas y a niñas huérfanas. Está ubicado cerca del parque Minnewater y es una zona que destaca por sus bosques y zonas verdes que te trasladan directamente al siglo XIV.

La plaza de Jan Van Eyck es otro de los puntos de referencia de la ciudad y es que su belleza se equipara a la de los cuadros del pintor flamenco que le da nombre al lugar. Como otro imprescindible, visitaremos la Catedral de San Salvador, construida en el silgo XII lo que la convierte en la iglesia más antigua de Brujas. Si entramos a conocerla veremos una gran colección de cuadros, tapices y esculturas.

Lugares ocultos de Brujas

Muchos viajeros pasan por Brujas para conocer estos lugares tan reconocibles, pero no son los únicos puntos que deberíamos visitar en un viaje a la ciudad belga. Comenzamos abriendo las puertas de la ciudad, muchos visitantes nos saben que podemos entrar por los antiguos portones del siglo XIII que custodiaban las entradas a las murallas que la defendían.

Otros grandes desconocidos son los molinos que datan del siglo XVIII en adelante, imponentes máquinas para moler grano y aceite. Aunque ahora solo quedan 4 en algún momento hubo más de una veintena.

Aunque algunas de las casas señoriales decoran de forma exquisita las calles de la ciudad, hay dos fachadas que tenemos que visitar sí o sí, se encuentran en las calles Genthof y Kortewinkel y son dos edificios construidos en madera. No se conservan en las mejores condiciones, pero es casi un milagro que hayan llegado hasta nuestros días.

¿Dónde comer en Brujas?

Para poder seguir viajando y conociendo todos estos preciosos rincones de la ciudad hay que comer en condiciones. Podemos encontrar restaurantes exquisitos recomendados tanto por locales como por turistas y otros muy baratos, pero que no pierden la calidad ni la esencia belga.

Entre el gentío que visita Brujas cada año encontraremos el restaurante El Bistro Pro Deo, situado en un encantador local que cuenta con una carta muy variada y con platos belgas tradicionales. Unos mejillones con patatas siempre son un acierto asegurado y para ponerle un punto dulce al final de la comida podemos probar sus deliciosos gofres.

Y para comer de calidad, pero sin dejarnos el sueldo por el camino probaremos el Café de Gilde, comida casera donde el tradicional estofado destaca por encima de lo demás. Por 10€ podemos disfrutar de una sopa, un plato principal y un café para terminar.

¿Dónde dormir en Brujas?

Al terminar el día tendremos que descansar, uno de los mejores lugares donde dormir, y disfrutar de unas vistas preciosas de los canales, es el Hotel Duc De Bourgogne. Situado en el corazón de Brujas con algunos monumentos, como el histórico Grote Markt, a tan solo 5 minutos a pie.

Otro de los hoteles donde podemos quedarnos a un precio razonable y a tan solo 15 minutos andando del centro es St Christopher's Inn at The Bauhaus. Un hostal donde comer rápidamente unas pizzas o probar alguna de las cervezas artesanales.