Doñana, invierno en el paraíso terrenal

Existen mil formas de disfrutar de Doñana. Tantas, como maravillas guarda este parque onubense. A pie, a caballo, en dromedario o en todoterreno, te fascinará.

Doñana al atardecer
Doñana al atardecer / dora mattioli

Paseos por la playa más salvaje y larga de España, rutas en dromedario, recorridos a caballo, observación de aves... son muchas de las actividades de turismo activo que giran en torno a Doñana. Y todo ello, explorando la cocina onubense, que en este año que acaba se ha llevado la palma como Capital Española de la Gastronomía 2017.La gamba de Huelva, el jamón de Jabugo, las coquinas, los chocos o el fresón bien han merecido el título. Huelva tiene uno de los tesoros naturales más ricos de Europa, el Espacio Natural de Doñana, formado por el Parque Nacional y el Parque Natural de Doñana. Situado entre el continente Europeo y el Africano, es una de las zonas húmedas más importantes del planeta.

Y es que esta maravillosa franja onubense tiene un reconocido espacio natural que resalta su valioso hábitat y su desconocido, a veces, patrimonio cultural. Este exclusivo territorio es Reserva de la Biosfera de la UNESCO, Zona de Especial Importancia para las aves, Zona de Especial Conservación, Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además de otros reconocimientos como el de la Carta Europea de Turismo Sostenible o el Diploma del Consejo de Europa a la Gestión y Conservación. El enclave de Doñana es un paraíso para los amantes de la ornitología, donde durante todo el invierno se puede disfrutar de la presencia de miles de aves acuáticas, como los bellos y ruidosos ánsares, que hasta aquí vuelas desde el norte de Europa.

Y la primavera y el verano, también son un lujo para las aves que llegan desde África. Cigüeñas, garzas y golondrinas, entre otras muchísimas especies, vienen en busca de alimento y de clima suave. En este paraíso terrenal ubicado el Huelva, los pinares, los bosques de ribera, las dehesas de alcornoques, las manchas de matorral, el litoral y, sobre todo, el humedal. El más importante de todo el continente europeo. Son tierras pobladas desde siempre donde aún se practican usos tradicionales como la apicultura y la recolección de piñas. Un paraíso terrenal, refugio de aves, cetáceos, tortugas y algunas especies en vías de extinción, como el lince ibérico, son joyas en libertad. Este Olimpo de naturaleza se puede recorrer a caballo, en todoterreno, en dromedario o caminando.

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