Día Mundial del Turismo: 5 destinos épicos que todo viajero debería visitar

Con motivo del día mundial del turismo, se han seleccionado cinco destinos tan indómitos como fascinantes, de donde salieron famosos personajes de la talla de Whymper , Scott o Amundsen y a los que se siguen volviendo hoy en día en busca de experiencias únicas.

Ponte a prieva en los destinos más extremos del planeta
Ponte a prieva en los destinos más extremos del planeta / Istock / Delbars

Pocas cosas gustan más a los viajeros que hablar sobre viajes. Allá a donde han ido, sus proyectos de futuro y, el gran favorito en momentos de mayor introspección: que es un viaje. Responder a esa pregunta es hablar de lo que implica viajar, para qué sirve. Qué tiene que ver montarse en un tren dirección Turquía con el crecimiento personal o como la espiritualidad está ligada con la planicie infinita de las mesetas mongolas o que diferencia hay entre el Templo de Debod en Madrid frente a las Pirámides de Guiza. Cuestiones sin ningún tipo de coherencia aparente de la que, en ocasiones puedes sacar algo en claro sobre para qué sirven los viajes.

Martín Álvarez

La mayoría de veces son ideas intuitivas, incluso ridículas por lo evidente que parecen. No es hasta que te montas en ese tren, subes la meseta y te plantas frente a la inmensidad de algo tan antiguo como la civilización misma que esas entelequias petulantes, se transforman en un mantra que llevarás de por vida. No es seguro que se pueda verbalizar para qué sirven los viajes, pero si entenderemos por qué cuanto más lejano e inhóspito es el lugar, pues mejor. Con motivo del día mundial del turismo, vamos a presentar cinco de estos lugares, a primera vista indeseables, pero que te harán enamorarte inevitablemente de esta vida viajera.

Desierto de Lut, en Irán

Si el Desierto del Sahara se te hace ya un juego de niños, este lugar es un verdadero reto que pone los límites del ser humano desde el minuto uno. En el sudeste de Irán, un lugar ya de por sí desafiante, se encuentra el desierto más caliente del mundo , donde se han registrado temperaturas de hasta 70º, convirtiéndolo en uno de los lugares más áridos e inhóspitos del mundo además de uno de los más impresionantes, siendo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las montañas de colores del desierto de Lut

Las montañas de colores del desierto de Lut

/ Istock / SeppFriedhuber

Con 52.000 km2 sin apenas explorar, hasta hace poco se creía que nada podía vivir en ese lugar. Pero fue precisamente un viajero, el doctor AghaKouchak, quien se adentró en este lugar junto con un grupo de investigadores procedentes de Estados Unidos, Irán y Europa, junto con sus respectivos guías y descubrió una realidad muy distinta a la esperada. Una serie de animales alimentados a base de los pájaros que caían al suelo, sofocados por el calor, además de fauna no registrada en ninguna otra parte del planeta

Chimborazo en Ecuador, el lugar más cercano al espacio exterior

Un volcán activo, en medio de los Andes y, por si fuera poco, el lugar más cercano al espacio exterior en todo el planeta. Poco más se puede pedir. Con sus 6.263 metros de altura, su cercanía al ecuador lo hace estar más alejado del centro de la tierra que el mismísimo monte Everest. Su primera ascensión en 1880, coronada por el alpinista británico Edward Whymper fue un hito que el resto de la comunidad no se tomó muy en serio en su momento, por lo que tuvo que repetir la hazaña ese mismo año.

La ganadería andina en las faldas del volcán

La ganadería andina en las faldas del volcán

/ Istock / PatricioHidalgoP

Un monte ligado a tradiciones milenarias de los pueblos andinos, considerado un Dios por los antiguos puruháes, coronado por el alpinista más grande de todos los tiempos y tan bello e imponente que el mismísimo Simón Bolívar le dedicó un poema en 1822. Un lugar más grande que el mundo y más antiguo que el tiempo, donde la ciencia y la mística se fusionan en esa terrible realidad a la que llamamos naturaleza. No apto para aprensivos o personas con vértigo.

Siberia, frio polar y pastoreo de renos

En una de las zonas con las condiciones climáticas más duras del planeta, existen tribus de pastores nómadas que se desplazan a lo largo de cientos de kilómetros a través de la tundra helada desplazando enormes rebaños de renos. Aunque parezca insólito, este animal es el único que puede sobrevivir en este clima y de él dependen los pueblos tribales que habitan el círculo polar ártico para su subsistencia.

Pastor del pueblo Nenet frente a choza tradicional de piel de reno

Pastor del pueblo Nenet frente a choza tradicional de piel de reno

/ Istock / Evgenii Mitroshin

No hace mucho, el viajero y documentalista Rubén Diez viajó con su equipo a una de las zonas más meridionales de este continente para mostrar cómo era la vida de la tribu de los Nenets en pleno siglo XXI y el impacto fue tal que ha empezado a organizar expediciones a las que se apuntan decenas de personas que quieren conectar con la rama polar de la raza humana.

Río Congo

Uno de los ríos más grandes del continente africano, solo por detrás del Nilo, se extiende a través de 4.700 kilómetros a lo largo de cuatro países como lo son Zambia, República democrática del Congo, República del Congo y Angola y lo que de por sí bastaría para definirlo como uno de los lugares más peligrosos del mundo. Pero para aquellos que lo han vivido, como el periodista Xavier Aldekoa, es una exageración constante.

El río que forma parte de la vida de cientos de miles de personas

El río que forma parte de la vida de cientos de miles de personas

/ Istock / guenterguni

En su último libro define este lugar como un río quijotesco que lo hace sentir como Sancho Panza, un personaje secundario de la historia que cuenta este lugar. La experiencia le hizo entender el río como el lugar donde se acumula toda la esencia de lo que es África y contaba durante su presentación, con aire anecdótico y desenfadado, como todos en el barco temían más por su vida que el mismo. Pero era un viaje que tenía que hacer. Un viaje que deja cicatriz, como la erosión del agua la deja en el suelo indómito del continente.

Península antártica

La historia del antártico es la del último continente por explorar que le quedaba al ser humano. Lejano e imposible, los barcos que se acercaban a ese mar brutal y asesino que es el pasaje de Drake -o mar de Hoces para los hispanistas- espantaba a cualquier corsario que cruzaba el cabo de Buena Esperanza. No fue hasta el siglo XIX cuando, , durante 25 años, una serie tras otra de incursiones lucharon contra las condiciones árticas hasta conseguir lo más parecido a una victoria: volver para contarlo.

El kayak se ha convertido en una "popular" forma de explorar la antártida

El kayak se ha convertido en una "popular" forma de explorar la antártida

/ Istock / anyaberkut

Es muy sonada la carrera de Scott y Amundsen por conquistar el Polo Sur, pero no se conoce tanto la historia de Adrien de Gerlache, líder de la primera expedición en pasar el invierno en el círculo polar antártico después de que su barco quedase atrapado por el hielo en el mar de Bellingshausen y que casi conduce a su tripulación a una muerte segura, de no ser por el médico de a bordo Frederick Cook y el mismísimo Amundsen, primero oficial del navío. A día de hoy, los viajes a la Antártida son más que comunes y alrededor de 45.000 turistas viajan al continente todos los años, 9 veces mayor que el de los investigadores que permanecen en la base con fines científicos.

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