El curioso pueblo de Francia que mide como dos campos de fútbol

Muchos son los pueblos franceses que presumen de entorno y, orgullosos, se presentan al mundo como los más bonitos del país. Sin embargo, pocos pueden vanagloriarse de un encanto tan peculiar como el de este pequeño pueblo de tan solo 3,54 hectáreas de superficie -algo más de dos campos de fútbol-. En este reducido territorio viven unas 62 personas, que disfrutan de la tranquilidad del pueblo más pequeño de Francia.

En la región de Nueva Aquitania (Nouvelle Aquitaine) se ubica Castelmoron-d'Albret, fundado en la época medieval. Un paseo por sus calles es equivalente a un paseo por la historia, entre un rico patrimonio arquitectónico protagonizado por la piedra. Por entre esas piedras de las fachadas parecen crecer flores, incansables ante el paso del tiempo, pues parece que lleven allí, aguajiradas, toda una vida.

El pueblo sobre una roca

Que en todo el lugar destaque este material no es ninguna casualidad, puesto que Castelmoron está construido sobre una roca. Es por ello que desde lo más alto de la ciudad se aprecian unas vistas espectaculares del paisaje y los viñedos de la Gironda -el departamento en el que se ubica-. Es también, por tanto, un punto de partida perfecto para descubrir la esencia de Burdeos y sus alrededores.

Así, el pueblo fortificado de las flores de colores y las calles estrechas adquiere un ambiente acogedor e ideal para olvidarse por un momento de la realidad. Un territorio pequeño pero con un gran número de posibilidades, cafeterías encantadoras, alojamientos irrepetibles y, sobre todo, mucha desconexión a la francesa.