Colmar fuera de temporada, todos los encantos del pueblo más bonito de Francia

Este pueblo situado en la ruta de los vinos de Alsacia seduce al viajero en cualquier época del año.

Colmar (Francia) Casas de madera

Colmar es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de Francia.

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No necesitamos inteligencia artificial ni haber recorrido uno por uno todos los pueblitos de la región de Alsacia para saber que Colmar es, sin duda, la joya de la corona en época navideña. Sus calles adoquinadas, sus casas de colores y sus románticos canales se tiñen de blanco para ofrecer una estampa sacada de un cuento navideño. Sus mercadillos de Navidad son conocidos en toda Francia (y nos atreveríamos a decir que en toda Europa), ya que ofrecen una amplia variedad de productos tradicionales alsacianos, como artesanías, dulces, vinos especiados y productos gastronómicos locales en un ambiente único.

Y si es cierto que en época invernal merece la pena descubrir Colmar, fuera de temporada también ofrece infinidad de encantos que hacen que se convierta en el destino perfecto en cualquier época del año.

Colmar (Francia) Callejones de cuento

¿No os recuerda a los escenarios de 'La Bella y la Bestia'?

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Colmar, conocido también como ‘la pequeña Venecia de Francia’ empieza a florecer en primavera, creando una paleta de colores impresionante. Solo por ello, ya merece una escapada. Su arquitectura es simplemente cautivadora. Se puede pasear por el barrio de la Petite Venise, donde los canales se entrelazan entre las casas de entramados de madera, creando una imagen de postal.

Adentrarte en Colmar es, como hemos dicho, disfrutar de su arquitectura, sus canales y también sus museos. Es también cuna de personajes ilustres. Sin ir más lejos, aquí nació Frédéric Auguste Bartholdi, conocido mundialmente gracias a su obra más famosa, la Estatua de la Libertad de Nueva York.

Colmar (Francia) Museo Bartholdi

Resulta imprescindible visitar el museo Bartholdi.

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La esencia de Bartholdi sigue viva en Colmar y su legado artístico se puede apreciar en varios rincones, como en el museo que lleva su nombre y que se encuentra en la casa donde vivió durante gran parte de su vida. Allí se exhiben obras, bocetos y objetos personales del artista. Además del museo, también se puede encontrar una estatua de Bartholdi en el centro del pueblo, cerca de la Plaza de la Catedral.

Y paseando hemos llegado hasta el cetro neurálgico, la Plaza de la Catedral, que alberga la Colegiata de San Martín, un espectacular ejemplo de arquitectura gótica que merece la pena admirar sin prisas.

Colmar (Francia) Colegiata de San Martín al fondo

La Colegiata de San Martín es una de las iglesias góticas más importantes de toda Alsacia

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La actual colegiata se levanta sobre una iglesia otoniana construida en el siglo XII en estilo románico. Fue en torno al año 1234 cuando se inició la construcción de la iglesia gótica de tres naves, que culminó en 1360 con la sustitución del ábside románico por un coro gótico, con su deambulatorio y sus capillas.

Resulta interesante admirar tanto las vidrieras, como su cubierta de estilo alsaciano, en la que las tejas de cerámica vidriada ofrecen colores verdes y ocres, según los pigmentos utilizados durante su cocción.

Colmar (Francia) canales

La pequeña Venecia de Francia es un lugar mágico.

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Seguimos paseando por Colmar y el viajero debe saber que necesitará mínimo un par de días para disfrutar de todos los encantos que ofrece este bonito pueblo. Llega el momento de pasear por la rue des Marchands, en la que se halla la casa Pfister; sin duda, una de las más fotografiadas gracias a su construcción medieval tradicional con el estilo gótico final. En medio de la fachada aparece majestuoso su mirador, que demuestra el poderío económico de la familia Pfister.

Colmar (Francia) Fachadas de madera multicolores

Las fachadas de Colmar parecen sacadas de un cuento.

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Llegando al final de la rue des Marchans, las cámaras fotográficas estarán echando humo, porque no hay rincón que no merezca ser fotografiado. Y cuando el explorador crea que ya ha visto todo, se topará con el Koïfhus, una edificación de dos cuerpos que antaño fue mercado, almacén y centro aduanero. Las plantas superiores se utilizaron para las reuniones de los diputados de la Décapolis, federación de las 10 ciudades imperiales de Alsacia, creada en 1534. De ahí, su importancia histórica. Hoy en día alberga un restaurante en el que se pueden degustar especialidades locales y que suele ser frecuentado, en su gran mayoría, por turistas.

Colmar (Francia) Koïfhus

El Koïfhus ha sido centro neurálgico de Colmar durante varios siglos.

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Colmar también es lugar para los amantes del arte. El Museo Unterlinden, situado en un antiguo convento de monjas dominicas, es considerado uno de los más importantes de la región de Alsacia.

Alberga una impresionante colección de arte que abarca desde la Edad Media hasta el arte contemporáneo y su pieza más destacada es, sin duda, el famoso ‘Retablo de Isenheim’ de Matthias Grünewald, considerada una obra maestra del arte renacentista. Entre su colección de obras de arte moderno también se pueden apreciar piezas de artistas como Monet, Picasso o Léger.

Colmar (Francia) Ruta de los vinos de Alsacia, viñedos

Colmar se encuentra dentro de la ruta vinícola de Alsacia.

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Quedan un par de lugares que el visitante no puede dejar de ver. Por un lado, la Casa de las Cabezas, un precioso edificio renacentista de 1609 que destaca por su impresionante fachada decorada con más de 100 cabezas esculpidas y, por otro, los viñedos aledaños al pueblo.

Colmar es considerada una de las principales paradas en la famosa Ruta de los Vinos de Alsacia y en las inmediaciones se pueden encontrar numerosas bodegas, viñedos y casas de degustación, donde los amantes del vino descubrirán la rica variedad de vinos alsacianos. En definitiva, Colmar enamora en invierno… ¡y en cualquier época del año! 

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