Cinco pistas para reconocer Beijing tras las olimpiadas

Una zona recuperada

En la Villa Olímpica ha quedado un complejo de 42 edificios que dio cabida a 16.000 atletas y entrenadores. Se halla en la parte occidental del Olympic Green, zona del norte de Beijing donde se erigieron los principales estadios para la gran cita, a unos 20 minutos de caminata del Nido (el Estadio Olímpico, en la imagen) y el Cubo (el recinto donde se celebraron las pruebas de natación). La Villa Olímpica, con una extensión de 66 hectáreas, cuenta con restaurantes, casas de té, cafeterías, peluquería, oficina de correos, tiendas, estación de bomberos y clínica. El recinto posee sistemas de ahorro energético. Las duchas y la iluminación nocturna exterior se alimentan de paneles solares, y se reutiliza el agua de lluvia. Del 30 de agosto al 20 de septiembre acoge a los atletas de los Juegos Paralímpicos.

Hotel olímpico

El China World Hotel (www.shangri-la.com), de cinco estrellas, fue el primero de los hoteles contratados por la organización de los Juegos en quedarse sin habitaciones. De estilo clásico y con una recepción de enormes lámparas y escaleras de mansión colonial, está situado en la ciudad olímpica, cerca de la zona diplomática y el distrito de negocios. Cuenta con diversas ofertas, como una escapada familiar desde 100 € la habitación y noche (con una estancia mínima de dos noches), con sesión de reflexología y servicio de lavandería.

Un paquete en oferta

Numerosos programas incluyen distintas escalas en ciudades chinas, pero quien desee conocerlas a fondo puede optar por las propuestas de Politours (www.politours.es) con salidas desde Madrid y Barcelona que incluyen extras como cena con pato laqueado y espectáculo acrobático. La mayorista cuenta con los programas China clásica + Hong Kong (16 días) y China milenaria + Guilín (15 días). Ambos rebajarán significativamente sus precios -que partían de 4.232 2 y 3.582 2 en agosto- a lo largo de este mes.

Herencia olímpica

Barrios enteros de Beijing han sido derribados antes de las Olimpiadas para acoger otros modernos. Pocos mercadillos han sobrevivido y en su lugar se han erigido centros comerciales de cadenas nacionales e internacionales. Comprar en Beijing es otra cosa ahora y los escaparates -antes menos exhibicionistas- son una de las más peculiares herencias olímpicas. En las nuevas viviendas el diseño vanguardista y los colores atrevidos conviven ahora. El arte ha cobrado una singular importancia y han surgido tres barrios de artistas y multitud de galerías. Por su parte, el Bosque de la Amistad Olímpica es un espacio verde que representa el esfuerzo de Beijing por mejorar el entorno de la contaminada ciudad.

Un clásico que no se movió

La Ciudad Prohibida, construida por los emperadores Ming cuando trasladaron su capital a Beijing, es el resto más visible de la China imperial. Es una urbe concebida para el servicio del emperador. La enorme muralla, el foso de 50 metros, los cinco puentes de entrada o la sala del trono han recibido a millones de visitantes en agosto y seguirán ahí para los visitantes que han esquivado los Juegos.