Castilla-La Mancha, un viaje de película

Si lo que el viajero busca es una ruta o escapada inolvidable debe poner a Castilla-La Mancha en su agenda. Sus cinco provincias: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo permiten hacer un viaje tan sorprendente como singular, pues conforman como ningún otro rincón de nuestro territorio un inmenso escenario -no en vano se trata de la tercera región más extensa de toda España-, que presume de algunos de los paisajes que permanecerán para siempre en su retina. 

Recomendamos iniciar la ruta en Guadalajara, una provincia repleta de naturaleza y de una cultura viva. La Alcarria con sus zonas cultivo y lavanda es un destino idóneo para disfrutar de una apacible escapada por Brihuega, Trillo, Pastrana… los escenarios del parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara parecen sacados de un cuento, y la belleza de las hoces y cañones del parque natural del Alto Tajo es conmovedora. De pié frente al horizonte descubriremos una provincia a la que vale la pena viajar sin prisa, recorrer en calma.  

 La ruta puede proseguir por Cuenca, para viajar al Mesozoico -sí, la era de los dinosaurios, millones de años atrás- y disfrutar descubriendo todos sus secretos en el Museo de Paleontología de la ciudad, una auténtica “joya” de museo para toda la familia. Como si de un “Jurassic Cuenca” se tratara, es posible retener en la retina un destino y una zona que va mucho más allá de sus famosas Casas Colgadas. 

 Se trata de una de las provincias con mayor valor paleontológico de toda Europa y que además cuenta con un legado arqueológico romano impresionante en el parque arqueológico de Segóbriga, y en los yacimientos visitables de Noheda, Valeria, y Ercávica. Nuestra recomendación adicional: disfrutar de la gastronomía de Cuenca, en este año del 2023 Capital Española de la Gastronomía.

Las siguientes paradas se pueden realizar en Albacete, donde el paisaje del parque natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, es inédito y sorprendente. Un viaje a Alcalá del Júcar, Jorquera, Alcaraz, Aýna, Liétor… permitirá llevar contigo, a la vuelta, escenas inolvidables . Albacete no dejará de sorprender con sus pueblos de singular construcción y emplazamiento y una gastronomía arraigada en tiempos ancestrales, deliciosa y “de cine”.

De especial interés es una visita a los pueblos y entornos naturales de la provincia de Ciudad Real: a los molinos de viento de Campo de Criptana, Alcázar de San Juan o Herencia… se suman los parques nacionales de Cabañeros y Las Tablas de Daimiel… Los paisajes del parque natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, la experiencia de visitar el parque minero de Almadén y las tierras de la comarca del Campo de Calatrava se quedarán en tu memoria con nostalgia. No hace falta viajar lejos para sentirse protagonista de una historia irrepetible.

Puedes terminar tu viaje de cine en Toledo, una ciudad milenaria y una provincia con pequeños grandes destinos: Oropesa, Puente del Arzobispo y Talavera de la Reina, las comarcas de la Jara, los Montes de Toledo y la Sierra de San Vicente, Ocaña, Tembleque, Illescas, Esquivias… y más lugares para recorrer ¿en Vespa y con música de películas? en un viaje de esos que con el paso de los años, seguirá en tu memoria, en un lugar destacado de tu vida y tus experiencias.

Más información en: www.castillalamanchadecine.com

Fotos: © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez