Bienvenidos a Vendée, la zona francesa en la que el pasado está muy presente

Francia es uno de los destinos favoritos para los viajeros que buscan descubrir ciudades y pueblos preciosos en los que su pasado todavía está presente en las calles y tradiciones. Sus infinitos enclaves mágicos la convierten en el lugar ideal para pasar unos días de relax en contacto con la naturaleza, pero hay algunas zonas muy poco conocidas que son una auténtica maravilla. 

Con una rica cultura, una impresionante belleza y un sinfín de paisajes encantadores, existe un departamento francés ubicado en la costa del Océano Atlántico que sorprende a todo el que lo visita. Se trata de Vendée, un destino turístico sin igual perfecto para unas vacaciones en contacto con la naturaleza en el corazón de la región del Loira.

Un destino marcado por la historia

Además de los increíbles montes y las preciosas playas que decoran el paisaje de Vendée, la región es conocida por las famosas confrontaciones históricas de la Guerra de la Vendée que tuvieron lugar durante la Revolución francesa, un acontecimiento que supuso un antes y un después y dejó huella en su historia y su gente. 

Esta guerra, también conocida como la Guerra Contrarrevolucionaria, fue una revolución que terminó en un conflicto civil entre los partidarios de la Revolución francesa y aquellos que estaban en contra. El conflicto tuvo lugar en Vendée entre 1793 y 1796 cuando los ciudadanos salieron a la calle en forma de movimiento popular. Las muertes superaron las cifras de cuatro números y el sentimiento que dejó aquella guerra sigue presente en la sociedad actual. 

La mejor muestra de la historia viva de Vendée, y una visita obligatoria en el viaje a la zona es Le Puy du Fou. Puede que el nombre os suene ya que en España podemos encontrar uno muy similar en Toledo, pero el francés es uno de los parques de atracciones más visitados de Europa y el segundo más visitado de Francia después de Disney.

Los más de 2 millones de visitantes anuales pueden disfrutar de actuaciones de calidad en las que se representa la historia de la zona. La meticulosidad y la autenticidad de sus reconstrucciones se ve reflejado en los actores, vestimentas, escenarios y representaciones. Es sin duda toda una maravilla que no se puede explicar con palabras y que hay que visitar al menos una vez en la vida. 

Un sinfín de castillos

Otro de los destinos imprescindibles y una visita obligatoria para comprender la historia de Vendée es el Logis de la Chabotterie, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Este castillo fue testigo de algunos de los momentos más importantes de la Guerra de Vendée como por ejemplo el arresto de Charette en 1796, uno de sus personajes principales y de quien se puede ver un espectáculo en Puy du Fou.

Esta imponente fortaleza continúa adornada como en la época para que el visitante pueda sentir y apreciar cómo era la vida entonces. Además, en sus grandes jardínes se celebra este año el 13 festival floralies internacionales, un evento al que acuden más de 200.000 personas para apreciar la belleza de sus flores. 

Siguiendo con los castillos, otro fundamental es el Castillo de Terre-Neuve, toda una joya del Renacimiento francés construído en torno a 1590. Este edificio ha sido testigo de la presencia de grandes e ilustres personajes que se reunían allí. Fue propiedad del marqués Octave de Rochebrune, un famoso artista reconocido por sus obras de arte que se ven reflejadas en la arquitectura y decoración del castillo.  

Si eres un amante de los edificios históricos, Vendée es tu sitio. Allí encontrarás la Abadía de Maillezais, un tesoro histórico que fue fundado aproximadamente en el año 976 en un terreno rodeado de agua y humedales. En la actualidad no cuenta con esas grandes masas de agua, pero aún se aprecian las diversas transformaciones que ha tenido hasta convertirse en la imponente estructura que es hoy. Las ruinas de esta gran abadía son el testimonio vivo del pasado de la región y una atracción turística espectacular. 

Los encantos de Vendée

Justamente a los pies de la abadía se encuentran las Marismas del Poitou, una gran masa de agua que se extiende entre Deux-Sèvres, Charente-Maritime y Vendée. Las marismas abarcan la increíble área de 111.200 hectáreas, es decir, once veces la extensión de París. Se trata de la segunda zona húmeda más grande de Francia después de Camarga.

Este territorio alberga una biodiversidad única en el Parque Natural Regional de la Marisma de Poitou y es conocida como la Venecia Verde. Navegar en las pequeñas embarcaciones conducidas por jóvenes estudiantes durante las vacaciones o jubilados que recaudan el dinero para el pueblo, es una forma única de conocer las aguas de una marisma recubierta de una pequeña planta verde que crea una alfombra en la superficie. 

No puedes dejar de dar un paseo por las callejuelas de Fontenay-le-Comte, toda una perla arquitectónica llena de monumentos perfectamente conservados, elegantes plazas y preciosos palacios por recorrer. Fue clasificada como Ciudad de Arte e Historia y está dividida en dos partes. La parte alta tiene una fortificación atravesada por la calle principal y la parte baja pertenecía a comerciantes. Visitar este lugar es imprescindible para disfrutar de la belleza única de Vendée.