Belmonte: un viaje al Medievo con El Cid y el Conde Lucanor

Este pueblo de Cuenca, cuna de Fray Luis de León, no sólo es uno de los más bonitos de Castilla La Mancha sino también una lección de historia y literatura

Belmonte, Cuenca

Belmonte

/ SteveAllenPhoto

Es a su fisonomía ondulada, a sus campos coronados por suaves cerros como el de San Cristóbal o el de San Isidro, a lo que debe su nombre esta villa de la provincia de Cuenca que en los antiguos escritos aparece como Bellomonte. Un título ya relacionado con aquel otro que recibiría muchos siglos después, cuando en el año 2016 fue designado como el “Pueblo más bonito de Castilla la Mancha” y, un año después, “la quinta maravilla rural de España”.

Belmonte es, en sí misma, un viaje al pasado. Una lección de historia y literatura que deja leer en cada piedra, en cada muro, un apasionante episodio del Medievo. Porque es en este periodo cuando esta localidad alcanza su mayor esplendor de la mano de un buen puñado de personajes ilustres que han ido moldeando su esencia.

Cuna de personas célebres

Figuras como Juan Pacheco, conocido como el rey sin corona de Castilla, que fue el gran mecenas arquitectónico de este pueblo. O como Juan del Castillo (al que recordaremos en la película La Misión) que se convertiría en el único santo de la provincia de Cuenca, canonizado por el papa Juan Pablo II. O como Pedro Páez, que fue el descubridor de las fuentes del Nilo Azul en 1618.

Belmonte, Cuenca

Castillo de Belmonte visto desde el pueblo

/ monysasi / ISTOCK

Pero ningún belmonteño es tan popular como Fray Luis de León, teólogo, poeta, astrónomo, humanista y gran referente de la poesía religiosa del Siglo de Oro. De él se conserva la casa natal en la calle que hoy lleva su nombre y donde puede contemplarse una placa con aquella famosa frase que pronunció al salir de la cárcel (fue perseguido por la Inquisición) para volver a impartir sus clases en la Universidad: “Decíamos ayer…”

El Hotel Palacio de Don Juan Manuel

Como su propia historia, la visita a Belmonte debe comenzar por la que fuera su primera fortaleza, construida en el año 1323 sobre una anterior edificación visigoda, por orden de Don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor.

Belmonte, Cuenca

Hotel Palacio de Don Juan Manuel

/ Hotel Palacio de Don Juan Manuel

Un majestuoso edificio, el más antiguo de la villa, que ejerció como alcázar y palacio residencial hasta convertirse después en un convento de monjas dominicas y que finalmente fue reconvertido en un hotel spa de 4 estrellas al que se ha dado el nombre de Hotel Palacio de Don Juan Manuel.

Belmonte, Cuenca

Hotel Palacio de Don Juan Manuel

/ Hotel Palacio de Don Juan Manuel

Ricos platos conquenses

Hoy dormir en cualquiera de las 39 habitaciones de este alojamiento, que pertenece a la Red de Hospederías de Castilla La Mancha, es hacerlo en un entorno histórico que conserva intacta su esencia, pese a haber sido completamente rehabilitado. No hay que perderse el claustro renacentista, que acoge eventos y celebraciones, ni la iglesia, que es ahora la sala medieval, ni la capilla, que es una biblioteca donde perviven restos de la muralla original.

Belmonte, Cuenca

Hotel Palacio de Don Juan Manuel

/ Hotel Palacio de Don Juan Manuel

Tampoco la piscina exterior a la sombra de naranjos y melocotoneros, ni el spa con piscina de agua cliente y fría, sauna, baño turco y pediluvio. Pero sobre todo, no hay que perderse su restaurante llamado Los Alarifes en honor a los maestros de obra andalusíes que construyeron el primer alcázar de Belmonte. Un templo de la cocina tradicional manchega con riquísimos platos de caza mayor (su especialidad) y delicias típicas como la sopa de ajo morado de las Pedroñeras o el morteruelo conquense.

Belmonte, Cuenca

Hotel Palacio de Don Juan Manuel

/ Hotel Palacio de Don Juan Manuel

La Colegiata y las casas señoriales

Así, con el estómago contento, continúa la ruta por las maravillas de este pueblo. Por la Colegiata, a la que el Papa Pío II concede semejante título y en la que encontramos joyas tan impresionantes como el primer coro historiado que se hace en España (de madera de nogal), el Cristo atado a la columna de Salzillo o un estupendo archivo en el que figura la copia del facsímil con el que Fray Luis de León comienza a escribir De la Vida, Muerte, Virtudes y Milagros de la Santa Madre Teresa de Jesús.

También por las casas señoriales que dan fe del esplendor de Belmonte allá por los siglos XV y XVI. Está, por ejemplo, la de la Beltraneja, que hoy es una hospedería con un bonito patio castellano, o la Casa Bellomonte, que en su día fue el corral de comedias y hoy es un museo que recrea cómo era la vida cotidiana de un burgués del 1400.

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Charlon Heston y Sofía Loren

Y así llegamos al Castillo, que es la joya de la corona. Una impresionante fortaleza de estilo gótico-mudéjar, encaramada sobre el cerro de San Cristóbal, que fue mandada construir por Juan Pacheco y que recoge la huella (dudosa para algunos historiadores) de la emperatriz Eugenia de Montijo.

Belmonte, Cuenca

Castillo de Belmonte

/ santirf / ISTOCK

Aquí desembarcó el glamour de Hollywood, hace justo 60 años, para dar forma a la película El Cid, con Charlon Heston y Sofía Loren. También este castillo sirvió de inspiración para la primera versión cinematográfica de El Señor de los Anillos, que fue una versión en dibujos animados en la que hacía las veces de la fortaleza de Helm.

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