El renacer de Belém: recorremos la ribera de los museos en Lisboa

Belém hoy es más que nunca una zona de peregrinaje para los lugareños y los turistas que visitan Lisboa. Hasta hace poco lo era por atesorar los dos Patrimonios de la Humanidad de la capital portuguesa: el monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém. Esta última fue erigida para conmemorar la expedición de Vasco de Gama y es uno de los monumentos de la zona que trae a la memoria la época de los grandes descubrimientos marítimos, capitaneada por el famoso Monumento a los Descubrimientos.

Hoy, el barrio de Belém acumula visitantes por albergar algunos de los espacios contemporáneos más importantes de la ciudad: el Museo de Arte, Tecnología y Arquitectura (MAAT), la Cordoaria Nacional (reconvertida hoy, entre otras funciones, como sede de la Feria ARCO), las Galerías Municipales, el Museo Colección Berardo, el Museo Nacional de Carruajes, el Museu Nacional dos Coches, el Museu de Marinha, el Museo de Arte Popular… y así podríamos seguir hasta citar decenas de museos concentrados en el famoso barrio de los pastéis de nata y a tiro de piedra unos de otros. En breve, además, se unirá uno nuevo: el que albergará toda la obra del artista portugués Julião Sarmento, fallecido en 2021, y que se situará en la Avenida da Índia, en el antes conocido como Pavilhão Azul frente a una de las Galerias Municipais que hay en Belém.

Una forma de moverse entre ellos es en bicicleta o patinete, ya que el Paseo Marítimo de Belém está preparado para ambos y además, ofrece unas vistas increíbles de la ribera del Tajo. El Museo MAAT incluye en su techo una pasarela que conecta con un puente que pasa por encima de tranvías y vehículos y que lleva al interior del barrio de Belém, por lo que el paseo en bici o patinete se puede continuar por este camino (por cierto, hay sobre la mesa una idea de soterrar esas vías del tranvía en esta zona). Con el citado MAAT empezamos a desgranar algunos de los museos más interesantes de la zona:

El museo MAAT

Con apenas seis años de vida, el Museo de Arte, Tecnología y Arquitectura ya se ha convertido en una de las joyas lisboetas.

Uno de los motivos es su sorprendente edificio, al que la firma de arquitectos de la británica Amanda Levete le dio forma de ola sobre el paseo marítimo. Una ola sobre la que se puede subir y bajo la que uno se puede resguardar. Dentro, las sorpresas continúan, con una estructura que se hunde en el suelo y que alberga las cuatro galerías de exposición, una de ellas, la más impresionante, con forma oval.

Durante el primer año de apertura, el MAAT recibió a más de 500.000 visitantes, convirtiéndose en ese momento en el museo más popular de Portugal.

Junto a él se encuentra la Central Tejo, una central eléctrica en su día (se construyó en 1908) que acabó albergando el Museo de la Electricidad, luego se convirtió en un centro de arte contemporáneo y que hoy está unido al MAAT mediante un proyecto paisajístico del arquitecto libanés Vladimir Djurovic.

Llama la atención el gran contraste entre el edificio del MAAT y el de la Central Tejo, ambos gestionados por la Fundación EDP, la primera compañía eléctrica portuguesa. El MAAT, blanco, con sus 15.000 azulejos esmaltados que transmiten los reflejos del agua y van transformándose con el cambio de la luz; la Central Tejo, con sus ladrillos rojos, reflejo de la arquitectura industrial de la primera mitad del siglo XX en Portugal que hoy está clasificado como Bien de Interés Público. Hoy, ambos incluyen exposiciones de arte contemporáneo que atraen a multitud de visitantes. En el caso de la Central Tejo, que en su día abastecía de energía a toda la región de Lisboa, es posible visitar, junto a esas exposiciones, la maquinaria original, que es la que mejor cuenta la historia de esta antigua central eléctrica.

Ambos cuentan con interesantes exposiciones este otoño/invierno 2022-2023.

Cordoaria Nacional

Como su propio nombre indica, la Cordoaria Nacional era una fábrica que hacía cuerdas para barcos y de ahí que estuviera ubicada tan cerca de los muelles del Tajo.

El amarillo edificio llama la atención por su longitud, extendiéndose a lo largo de más de 400 metros paralelos al río y compuesto por dos naves gemelas con un pasillo al aire libre en el centro. Esa longitud era necesaria para extender las cuerdas de los barcos.

Hoy, las cuerdas son sustituidas por las obras de arte contemporáneo que cada año se muestran en ARCOlisboa, la feria hermana del ARCO madrileño que se celebra en la Cordoaria.

Museo Colección Berardo

Está considerado el museo de arte contemporáneo más importante de Lisboa y fue el más visitado en Portugal en 2019.

Las obras de Francis Bacon, Louise Bourgeois, Marc Chagall, Salvador Dalí, Keith Haring, David Hockney, Alex Katz, Roy Lichtenstein, René Magritte, Piet Mondrian, Pablo Picasso, Jackson Pollock y Andy Warhol, entre otros, que cuelgan en sus paredes e iluminan sus salas lo justifican. Todos ellos forman parte de la colección permanente reunida por el coleccionista de arte José Manuel Rodrigues Berardo, pero el museo cuenta también con exposiciones temporales. Este 2022 ha cumplido 15 años y desde su inauguración en 2007 han pasado por sus salas más de 10,3 millones de visitantes.

Galerías Municipales

Abiertas en 2015, están compuestas por cinco espacios que albergan exposiciones de arte contemporáneo: Pavilhão Branco, Galeria da Boavista, Torreão Nascente da Cordoaria Nacional, Galeria Quadrum y Galeria Avenida da Índia, esta última la que se encuentra en el barrio de Belém y que en el siglo XIX albergó unos almacenes industriales.

Además de exposiciones cada día más sorprendentes en ellas también se celebran encuentros de artistas, se hacen performances, actúan como residencias de artistas…

Restaurantes y tiendas chulas en Belém

El paseo por la zona museística más moderna de Belém se puede completar con la visita a algunos de los restaurantes que también han apostado por una concepción moderna en el barrio. Uno de los que tiene más tirón es SUD Lisboa y motivos no le faltan. Con una estética industrial muy similar a Central Tejo, SUD está compuesto por tres espacios en los que todo lisboeta de moda se deja caer: una terraza con propuestas culinarias que mezclan productos de la tierra y del mar, un lounge con piscina al aire libre y un hall en el que se celebran eventos de todo tipo.